El Rey del Corrido.
Oriundo de la mágica tierra sinaloense que en el catálogo de ídolos musicales se ha desbordado en propuestas, Rosalino Sánchez Félix nació con una estrella que le brindó un as bajo la manga: la personalidad que se convierte en “el traje del personaje” que no muchos logran tener.
Algunos poseen largas trayectorias, unos más un extenso repertorio de éxitos, pero son contados quienes se ganan el apoyo del público por ser esencia pura. Este es el caso de Chalino Sánchez: un particular modo de vestir, una peculiar manera de escribir e interpretar y la valentía escasa en aquellos tiempos de retratar lo que el gobierno y los bandos antagónicos querían callar.
De cuna pobre, dejó un legado de riqueza para muchos artistas que hoy en día se han visto influenciados por su propuesta. Desde “El Cerrito Nightclub” hasta “El Farallón”, los migrantes de los barrios más humildes de Los Angeles lo adoptaron más que como un cantante como un héroe… “El Rey del Corrido”.
A 25 años de su partida, quise rendirle un personal homenaje a esta icónica figura que representaba lo más puro del norteño de los tejabanes donde sonaron sin cesar sus “Nieves de enero”, y por supuesto tuvo gran relevancia en la evolución del corrido. Agradezco la oportunidad de poder platicar por un lado con su compañera de vida, su viuda Marisela Vallejo, quien me compartió algunos detalles del cantautor más allá de los reflectores, con el temple inimaginable de una mujer que perdió a su esposo y a su hijo Adán y vive entre recuerdos y fotografías, y por el otro con un líder de la industria, testigo del surgimiento de muchas estrellas hispanas en la Unión Americana y a su vez compositor y programador de grandes éxitos radiales, me refiero a Mr. Pepe Garza, quien me aporta un punto de vista profesional del “fenómeno Chalino”.
¿Qué visión del hombre me regaló su viuda la señora Marisela Vallejo?
Cuando lo escuchaba pensaba en quiénes serían sus ídolos músicales, sus influencias, pensaba en los señorones norteños de cepa, pero no descartaba que quizás algún paisano sinaloense le había llegado al alma, y no me equivoqué, pues el mismísimo “Trovador del Campo” Luis Pérez Meza era responsable de varios éxitos en su vida; lo imagino tarareando “El barzón”, “El sinaloense” o “El sauce y la palma” y se forma una imagen postal. Pero por supuesto no dejó de lado a dos agrupaciones de las “épocas de oro”: Ramón Ayala y sus Bravos del Norte y los Cadetes de Linares.
La tragedia siempre le siguió los pasos, eso quizás le dio el tenor, la valentía y el desenfado para llevar los corridos a otro nivel, los traficantes, sus historias y el modus vivendi de estos “tipos clandestinos” se convirtieron en inspiración latente. La trágica muerte de su hermano fuera de asustarle le inyectó valor para elevar la voz… En la persona de Chalino había mucha valentía, la gente no se atrevía a hablar de las cosas que pasaban, era un tema reprimido y llega él y convierte la libre expresión en su manera de vivir me decía doña Marisela, quien a su vez me ofrecía otra escena para mi imaginación. Cundo le pregunté cuál era su proceso creativo me retrató a aquel hombre quizás en una “trocona” con una inseparable libretita, que cambiaba su rostro cuando llegaba una idea, tomaba una grabadora viejita, chiflaba la tonada y de pronto nacía un corrido.
A mí en lo personal me parecía de primer vistazo un hombre duro, recio, con su pistola en mano, su sombrero de lado y el cinto piteado que le daba un garbo ranchero, norteño, franco pero retraído, pero fue muy grande mi sorpresa tras escuchar a la mujer de su vida platicando que era un padre e hijo por demás amoroso, sensible, siempre preocupado por su madre, por su esposa, siendo la columna vertebral que le daba soporte a su familia, un caballero que supo vivir a plenitud tanto su juventud como en los años venideros, romántico incluso a su manera, y capaz de darlo todo por sus pequeños. Nos inspiraba seguridad a toda la familia, era el mejor hombre que pudimos conocer…
Y ante tantas especulaciones en torno a esa noche en que fue asesinado, ¿existiría algún secreto que se desconozca y que ellos como familia han guardado celosamente? ¿Tenía miedo a morir? ¿Hablaba de la muerte? ¿Cambió su vida después del atentado previo en Indio, California? Incluso ha trascendido que recibió amenazas de no pisar Culiacán o su desenlace sería fatal.
Al parecer todo sucedió muy rápido aquella madrugada del 15 de mayo de 1992 en Culiacán. Existe aún demasiada confusión en su mente respecto a esas horas, pocas imágenes que se han filtrado nos muestran a un elegante Chalino en saco color rosado acompañado de Los Amables del Norte, llegando al Salón Bugambilias, subiendo al escenario para dar su última actuación. Llega el turno del tema “Alma enamorada” y con la canción un papel que cambia su semblante, un recado que se desconoce aún qué mensaje llevaba. Amigos cercanos como el dueño del popular salón “El Farallón” le pidieron no ir a Sinaloa pues sabían que “la tenía sentenciada”, aún así fue a presentarse, datos en común revelan que fue detenido y “levantado” por presuntos federales en una Suburban, quienes más tarde abandonarían su cadáver con varios impactos de bala en un camino de terracería cerca de La Presita.
¿Pudo haber salvado su vida al cancelar la presentación? ¿Presintió que sería su última noche? ¿Quiénes eran sus enemigos? ¿Cómo vivió sus últimos minutos? Al parecer son preguntas que nunca tendrán respuesta…
No sabemos ningún detalle más, sólo él y los que lo hicieron lo saben. Efectivamente hubo una nota y una amenaza, yo hice muchas preguntas a las autoridades que no me supieron contestar, nos quedaremos siempre con dudas. Nunca se reveló ni el móvil del crimen ni los autores materiales del asesinato.
¿Hablaba de la muerte? ¿Tenía miedo? No, jamás, decía que para nacer se tardaba un rato, para morir un segundo, vivía el día a día sin pensar en eso, nunca pensó en retirarse por miedo aunque sí siempre estaba armado pues no sabía lo que podría ocurrir.
Pero sin lugar a dudas la magia de la música consiste en que no se desvanece, nadie olvida a un cantante que partió hasta que una última voz cante una de sus canciones…
Por ello tener esta plática breve pero nutrida con Pepe Garza respecto a “La Leyenda” era indispensable…
A 25 años de distancia, ¿cuál es el legado y la influencia musical de Chalino Sánchez?
PG: Es importante; tal y como lo comentó Marisela, él se atrevió a hablar de una realidad que había sido muy poco expresada respecto al tráfico de drogas, la complicidad con las autoridades y ese estilo de vida. Me parece que Chalino fue un precursor del tan criticado narcocorrido, que aunque a muchos les ofende pone en evidencia la corrupción que vivimos y de la cual somos parte. Siendo un inmigrante logra en los Estados Unidos tocar la mente y el alma de muchas personas que no se sentían representados, tanto indocumentados como jóvenes nacidos en este país pero de padres mexicanos y es innegable que su forma de interpretar ha permeado a muchos artistas que hoy por hoy son exitosos, defendió la música campirana y abrió la puertas para otros colegas.¡Chalino era una forma de vida, un estilo de vestir, y sin duda como artista popular representa la autenticidad!
Has vivido muy de cerca fenómenos musicales de artistas como Valentín Elizalde, a quienes muchos consideraban no apto para cantar. En lo personal no creo que existan voces adecuadas o inadecuadas para el negocio pero eso se decía también de Chalino, ¿crees que en parte esto haya sido algo que le fue benéfico en su carrera?
PG: Sin duda, creo que nos dio una lección de que lo más importante en un artista es comunicar y hacer sentir algo en el público, ¡emocionarnos, vendernos una historia, sacarnos de nuestros problemas, encontrarnos a nosotros mismos! A mí en lo personal en un principio Valentín me parecía desafinado por momentos, descuadrados por otros pero acabó convenciéndome, incluso acabé siendo su fan, pero en el caso de Chalino fue diferente, siempre me gustó, y sabía que lo más importante en él era lo que transmitía al interpretar.
¿Si la muerte no le hubiera arrebatado la vida a Chalino, con qué artista podría ser comparado hoy en día?
PG: Es una pregunta que puede causar mucha controversia, la gente no toma a bien las comparaciones, es muy aventurado hacerlo, y es muy complicado saber si Chalino hubiera llegado a ser parte de la normalidad del proceso de un artista, es decir que quizás ya hubiera pasado de moda y luego hubiera resurgido con los años ya convertido en un clásico. Quizás estaríamos presenciando una realidad en donde diríamos ¡pegó pero ya no es un fenómeno! como El Coyote, y lo digo con respeto, que fue también fue un fenómeno, una novedad y una sorpresa y hoy es un artista respetado querido y pinta para un clásico, pero no podemos saberlo, pero lo que sí digo claramente es que la muerte de Chalino lo convirtió en una leyenda.
Como compositor Pepe, ¿qué opinas de la labor letrística de Chalino?
PG: Te comparto que como corridero me gusta mucho y yo en mi época de más joven andaba a todo volumen con sus canciones en mi carro porque lo disfruto y porque quería que la gente supiera que yo escuchaba a Chalino Sánchez. Como letrista me parece bueno, descriptivo, y que al contar buenas historias nos hacía imaginarnos a los personajes de los corridos, y eso es especial. Además me parece que era una persona con buen oído para elegir repertorio –que eso para mí es el 60% del éxito de un artista–. Él eligió música muy bonita, por ejemplo de Cucho Sánchez, y eso lo hace un seleccionador espectacular.
Gracias a la tecnología, entre hologramas y superposición de voces se han logrado hacer duetos físicamente imposibles, ¿con qué artista te gustaría escuchar una fusión con Chalino?
PG: A mí con El Fantasma o Los Tucanes, que son el tipo de artista que me gustaría que cantara con él y también alguna personalidad del mundo del rock.
¿Y los Tigres del Norte?
Pues ellos no cantan con los de regional mexicano, sería una gran excepción porque al parecer para cantar con Los Tigres “se necesita no bañarse”.
Sé de buena fuente que no veía a la prensa con agrado pero para mí hubiera sido maravilloso poder entrevistarlo y cerrar la charla con su inolvidable ¡Thank you very much mi Sinaloa!
Por: Ingrid Lazper