Es una institución en el medio.
Durante varios años, Juan Silverio Díaz fue locutor de Univision 1200 AM en la ciudad de Chicago. También trabajó en televisión como la voz oficial de Telemundo en los años 80 y principios de los 90. Por esos años regresa a la radio como programador, productor y promotor de la música ranchera en Univision hasta hace pocos años.
Hoy sigue con su cruzada en De Pueblo en Pueblo, en La Nueva 14.50 AM, una estación de música folclórica mexicana con sede en Chicago. Originario de Ciudad Madero, Tamaulipas, este apasionado de la radio y feliz patriarca de su familia, es además intérprete de música y canción mexicana tradicional. Sin duda, toda una institución a la que tuvimos el gusto de entrevistar.
La música vernácula ya no es tan popular como antes.
Debería existir un decreto presidencial para rescatar la música folclórica mexicana, porque es triste que esté en desuso. Podemos contar con los dedos de la mano los artistas que en Estados Unidos y México cantan este género. La radio, en su posición importante, no le da el espacio que se merece.
¿Cuál será el problema?
Es nocivo seguir fomentando la música de banda. Estoy en contra de que a la música de banda se le diga regional mexicana; la música de banda como tal no debería ser llamada así, por sus tonos bélicos y letras contaminadas han creado algo nocivo, esa combinación de elementos, de voces, hacen que a cualquiera se le mueva el piso. Y regresar al origen, nada en contra de la banda, pero ha convertido diferentes partes de México en tumbas.
Pero hay artistas de ranchero que se han vuelto pop…
Todavía es aceptable, es versatilidad. Jorge Negrete cantó ópera o Antonio Aguilar, Demetrio González…El problema no es ése, es la difusión y eso es responsabilidad de los programadores de la radio de ambos países.
¿Cuál es su historia con la locución?
Llegué a Chicago en los ‘70. En México yo cantaba, pero dejé todo. Mi fijación por la locución nació en 1978, en USA en lugar de aprender inglés aprendí a hacer mejor español. Fue una buena época, hacíamos radio con ética, entrevistamos a Octavio Paz, a Carlos Fuentes, a Germán Arciniegas, a los grandes.
¿Qué opina de la democratización de la radio?
La radio se puede convertir en el mayor dictador, no cualquier émulo de la locución, no cualquier acéfalo debería hacer radio, puede degenerar la profesión influyendo negativamente en la gente ávida de un buen mensaje. La radio se ha desvirtuado mucho, en la actualidad la radio en Chicago ha cambiado mucho. Nuestro público requiere de valores, nuestro antecedente cultural, nuestra idiosincrasia.