Algo que nos intriga de esta personalidad es:
¿entre tanto relajo que se traen Erazno, La Choko y el Doggy, cómo le hacen para mantener el éxito de manera profesional?
Platicamos de esto y más con Oswaldo Díaz.
¿Qué característica debe de tener un locutor hoy en día, Oswaldo?
No creo que haya locutores buenos o malos, simplemente hay diferentes formas de trabajar. Más allá de ser bueno o malo, lo que debería de hacer un locutor es estudiar su mercado. Como locutores si lo estudiamos y sabemos el tipo de público que tenemos, eso derivará en un mejor resultado y con el resultado que tengas se te juzgará si eres bueno o malo. Creo que hay muy buenos locutores a los que se les juzga de malos porque están en tal o cual estación. Para mí la clave es estudiar bien el mercado porque es de ahí de donde surge la magia que te hace sobresalir de los demás.
¿Cómo distingues a un buen locutor de uno malo?
Hay cosas que el público no ve y una de ellas es la preparación. Un locutor que sobresale es alguien que se prepara antes de entrar al aire. Hoy en día muchas personas llegan a la hora, entran al aire sin prepararse y eso es algo que un buen locutor no debe hacer. Desde que sales de tu turno ya debes estar pensando lo que vas a hacer al siguiente día, tienes que escanear con anticipación el terreno, esa es la diferencia.
Eres parte de los locutores que han cambiado la forma de hacer radio, crees que un nuevo locutor, formal como los de antes, tendría éxito hoy en día?
En Estados Unidos es diferente la radio que en México, allá es un poco más formal. Acá en Estados Unidos tuvimos personalidades que yo admiro como Cucuy, Piolín, Don Cheto, Humberto Luna, que son locutores clásicos en los que todo el show gira alrededor de ellos; para que vuelva un locutor de esos, no digo que es imposible, pero tendía que tener mucho carisma, mucho ángel. Yo no soy el tipo de persona que pueda ser uno de ellos. Yo me rodeo de la comedia, es un show preparado para la gente que nada más quiere estar escuchando relajo, sí es controversial, pero la base del programa es comedia. Creo que sí es difícil ahorita, yo no veo a alguien con esas características, una personalidad tan fuerte para impactar como ellos.
¿Qué le dirías a la gente que dice que la nueva forma de hacer locución le resta calidad a la radio?
Que estoy de acuerdo hasta cierto punto con ellos. Nosotros somos parte de ese cambio o esa nueva forma de hacer radio, pero este es un negocio y ha dado bastante fruto para nosotros. Los entiendo porque es verdad que ha cambiado mucho. Antes de nosotros, al menos yo no recuerdo un show nacional que haya sido de tres personajes, que son los que manejamos nosotros: Erazno, La Chokolata y El Doggy. Son tres opiniones diferentes en el mismo segundo. Antes oías solo la opinión de uno. Ahora que ha cambiado la fórmula, que la hemos cambiado nosotros, puedes ver programas que han seguido este estilo de locución. La mayoría de shows hoy en día manejan alrededor de tres personas y se podría decir que nosotros hemos implantado un sello que la gente ahora sigue porque ve los resultados y no los culpo. Tal vez yo lo haría también si veo algo similar. Pero a esas personas que dicen que se desvirtúa la forma de hacer radio les diría que tienen razón, pero que es algo que funciona y da resultados.
¿Sin creatividad no hay radio?
La radio siempre ha sido magia. Desde que yo recuerdo, mi abuelito escuchaba a Porfirio Cadena, “El Ojo de Vidrio”, cuando no había tanta producción como ahora. Hacían unas producciones impresionantes y escuchabas el caballo y la puerta y te imaginabas, te metías ahí. Nosotros seguimos jugando con esa magia de la radio y cuando la combinas con creatividad es lo que la gente busca. De repente la gente nos dice que saben que no es real lo que está pasando, pero se mete tanto en nuestro mundo que se les olvida. Ahí es donde cabe la creatividad. Hacer comedia de todo lo que esta sucediendo de una manera original.
Una locutora me decía hace poco que tanta exposición en redes sociales para los locutores le ha quitado de alguna manera la magia a la radio, ¿coincides con esa visión?
Definitivamente. Yo me atrevo a decir que si bien hay mucha gente que sabe como se maneja nuestro programa, también creo que la mayoría no sabe, tal vez el 85 por ciento no sabe que yo estoy detrás de los personajes. Si yo pongo un post en Facebook y digo: “La Chokolata está de shoping en Beverly Hills”, la gente va a interactuar como si fuera real. Lo puedes ver en los mensajes y comentarios. Más allá de los personajes, es un estilo de vida el que tiene cada uno, la gente sí se engancha y no lo hacemos con el afán de engañar a nadie, sino simplemente de entretener y crear ese mundo. Ahora veo que están haciendo radio mientras transmiten al aire. Para mí todo ha cambiado y no estoy a favor ni en contra, pero así es y aunque nos tenemos que adaptar, creo que sí se ha matado esa magia de cierta manera.
¿Cuál sería el secreto para mantenerla?
Para nosotros es siempre estar creciendo la vida de los personajes; crear situaciones alrededor de ellos. Por ejemplo, Erazno es americanista y hace como un mes se fue a entrenar con el América, literal nos dieron oportunidad de ir a entrenar con el equipo, algo que consiguió La Choko, porque ella es la poderosa del show. La gente empieza a hablar de eso y se genera esa especie de magia que trasciende a las redes sociales. Si le das vuelta al show diariamente, lo preparas, por ejemplo ahora con Julión Álvares, ir a su rancho, en fin, cosas que no haría cualquier otra persona, esas son las claves para alimentar la magia en nuestro show.