Durante la licitación se despertó un gran interés por la AM, las posturas más altas alcanzaron 7 veces el valor promedio mínimo de la referencia y el 90% de las frecuencias asignadas pasaron a manos de nuevos competidores en el mercado.
A pesar de ello la realidad parece azotar a la AM. En 2015, cuando se hizo la última Encuesta Nacional de Contenidos Audiovisuales del IFT, la cual arrojó que el 68.9 por ciento de los encuestados declaró poseer un aparato de radio, contra el 98.3 que declaró tener una televisión y el 76.2 un teléfono celular.
Del total de los consultados, solo el 39.6 por ciento indicó que escucha radio, lo que nos refiere a menos de la mitad de la población mexicana. En cuanto a las preferencias de sintonía por banda de transmisión, el 75 por ciento prefería la Frecuencia Modulada contra apenas un 13 por ciento que sintonizaba la AM, un 11 por ciento que dijo escuchar ambas opciones y un 1 por ciento que no sabe.
Lo anterior es determinante para los agentes económicos del país, incluidas marcas y anunciantes que decidan entrar en los proyectos, ya que la viabilidad de inversión y recursos se ve reducida, por lo que se deberían aplicar algunos estudios complejos para determinar cómo contrarrestar la poca audiencia y demanda en la banda de AM (o en su caso los datos de IFT), ya que en nuestro país la estructura de las telecomunicaciones, y especialmente la de la radio, se caracterizan por la lenta maduración de las inversiones y retornos de mediano y largo plazo.
Con información de Merca 2.0.
