Aquí algunas razones que deberás resolver.
No es algo tan bueno porque lo bueno cuesta trabajo: hay una buena razón por la que los viejos lobos dominan la radio de la mañana: no tienen competencia. Los jóvenes que entran y que tienen talento buscan respuestas inmediatas y terminan creando contenido en YouTube. Por eso es normal ver a personas populares volver a los lugares donde crecieron.
No son tan distintos a lo que hay en el ambiente: hay una serie de clichés en los programas de la mañana; tienen el nombre de los locutores en el título, cuentan con impecable producción, el productor ayuda al aire y siguen la misma receta una y otra vez. La fórmula ya está desgastada. Todos hacen lo mismo y nadie rompe el molde. Nadie quiere tomar el tiempo para cambiar las cosas.
Falta exposición: la mañana es el horario estelar y necesitas que exista una conexión entre los locutores y escuchas. No puedes tener a alguien frente al micrófono que no tenga ese lazo con sus fans. Debes construirlo para tomar el lugar de la mañana.
No se portan como humanos: hasta que los robots se vuelvan los mejores amigos del ser humano, lo mejor es que tengas a una personalidad cálida, que muestre emociones cuando hable al micrófono y no se dedique a poner canciones.
Los tacaños controlan todo: nunca falta el tradicional comentario de “trabaja con lo que tienes”. Si no inviertes, no ganas. Puedes querer un gran programa de radio, pero tampoco puedes escatimar en recursos, en especial cuando se trata del horario de la mañana.
Una cosa es lo que te guste a ti y otra lo que agrade al público: tu nuevo presentador tal vez sea un ciudadano modelo, una gran persona, pero sólo tiene 20 minutos para agradarle a alguien que escucha la radio mientras maneja. A veces es necesario tener a alguien audaz, divertido, que informe y entretenga al mismo tiempo.
Revisa si tu programa de radio de la mañana falla en alguno de estos puntos para que cambies las cosas y así puedas alcanzar el éxito que buscas.