Un gran cambio se avecina para todas las emisoras pertenecientes a las instituciones universitarias. Debido a la pasada reforma a la Ley de Telecomunicaciones, los permisos que se otorgaban a las radios universitarias perdieron su validez, puesto que la figura legal que los ampara desapareció.
La nueva figura de concesión parecía un paso importante para las radios universitarias, en especial para que se les permitiera la venta de espacios publicitarios y que tuvieran una figura más competitiva dentro de la industria radiofónica de nuestro país.
Sin embargo, en el caso de la UAM, esta nueva disposición no afectará el propósito primordial desde la creación de la estación universitaria: ser un foro y una vía de salida para el trabajo desarrollado por la comunidad universitaria, dando prioridad a temas educativos sobre los propósitos comerciales.
En todo caso, el IFT todavía tiene un largo trecho que recorrer. No hay un registro estructurado del número total de universidades que realizan transmisión radiofónica, y algunas de ellas deben regularizarse para recuperar sus canales de transmisión.
Sin embargo, la inclusión de las radios universitarias como concesionarios viene a modificar los modelos tradicionales de operaciones. Al menos, la radio comercial tendrá un nuevo competidor, y dadas las condiciones y resultados de las pasadas licitaciones llegó el momento de hacer a un lado cualquier posible subestimación a competidores aparentemente “débiles”.
¿Será que las radios universitarias lograrán evadir las crisis presupuestales y tener una presencia mediática más allá de las aulas universitarias?
Sólo el tiempo lo dirá.