El locutor Jorge Rebollo ha desarrollado una gran trayectoria en radio. Como él mismo relata, sus inicios fueron poco más que divertidos y hasta cierto punto sorprendentes, ya que de lo que inició como un trabajo relativamente de verano e infantil, derivó en una carrera que hoy en día le ha llevado a experimentar en diferentes medios a través de su herramienta más importante, la voz.
Nacido en Bogotá en 1978, mi historia arranca a los 12 o 13 años, empecé en una Miniteca (discotecas móviles) y hacía eventos, desde conciertos y bailes de colegios, ahí nace la locución, asegura.
Sin embargo, su incursión de forma profesional o seria en los medios no fue lo que esperaba, pues justo en ese momento dos hechos lo marcan profesionalmente. Primero, después de haber estudiado y adquirido una formación profesional para trabajar en medios de comunicación, se topa con la decisión de que en el país eliminan las licencias de locución, acto seguido termina trabajando en una estación de noticias que no era precisamente el trabajo añorado. Después de estudiar comunicación, llego a una cadena de noticias que se llama Súper, estuve 6 meses y me di cuenta de que realmente las noticias no son lo mío, no me gustaba lidiar con eso, me gusta pensar en otras cosas sin ignorar lo que pasa en el mundo.
Además, en ese momento, en el país todo se tornó muy raro, comenzaron a quitar las licencias a los comunicadores y periodistas, la cual es una similar a las que se otorgan en ciertas profesiones, eso desmotivó a muchos de mi generación, por ello empezamos a mirar a otros horizontes, para no caer en situaciones donde no hay respeto por el oyente.
Sin embargo esto sólo motivo más su deseo de continuar experimentando en la radio e incursiona en diferentes estaciones presentando todo tipo de música. Brinqué a la cadena Todelar, estuve 4 años en La X 103.9 FM, una estación anglo donde presenté música, además de los programas de fin de semana. Después paso a trabajar con el gran locutor William Vinasco en sus estaciones Vibra FM 104.9 y Candela Estéreo 101.9 FM. Luego viene la locución comercial, me retiro de la radio y entro a T.V. y alterno estas dos facetas.
A pesar de su decisión, la radio y los micrófonos pudieron más, ya que él mismo acepta que la radio es su pasión y su vida, es una adicción. Después de 7 años de no hacer radio aparece una ex compañera que ahora es directora de una emisora, me refiero a Dalia Marleny Bernal, de Olímpica Estéreo, y me invita a retomar el tema de la radio, estoy muy contento en la organización Olímpica, ahí me siento como en casa. Actualmente hago temporadas en la estación, varían, pueden ser de un año, o de 5, 6 o 7 meses. Ahora estoy dedicado a mi empresa que es de locución comercial (Colombia Voice Over Talent) y la manejo desde mi hogar con mi esposa, aún estamos renovando la página www.jorgerebollo.com. Es así como este locutor comienza una nueva travesía que le pondrá en la búsqueda de nuevos horizontes.
La radio por internet, la radio tradicional, la T.V. y las piezas publicitarias son 4 universos totalmente diferentes. La locución de radio tradicional tiene una magia y una mística, tiene ética y esa nostalgia de las emisoras de antaño, con la digitalización añoramos eso y lo disfruto mucho, me divierto y dejo el corazón en cada palabra que emito. En la parte de radio por internet hay algo muy interesante y es que no hay vetos ni restricción con lo que dices y la mayoría es 100% independiente, tienes la ventaja de expresar lo que realmente quieres sin que te vayan a despedir de tu trabajo, hay más libertad.
Jorge es parte de algo mucho más grande, es decir, su participación en la estación Olímpica Estéreo ha sacado su lado más humano y comprometido con la audiencia, lo cual puede constatarse a través de los puntos de audiencia (es la estación más escucha del país), y de forma directa e indirecta Jorge tuvo que ver con dicho éxito, que es trabajo de equipo.
Olímpica es la número uno por el factor humano. Los grandes jefes y los dueños de la empresa conviven con todos los empleados, saben sus nombres, se saludan y platican, hay un sentido humano y de pertenencia, en cada una de las ciudades donde están se forma una gran familia, están pendientes de todos, cada director tiene su forma de llevar las cosas, interactúas con los jefes, valoran tus ideas, tus comentarios, jamás te cortan las alas, siempre están abiertos a recibirte en su oficina. Otro factor es que nos acercamos al oyente, no existen límites ni barreras entre el locutor y su audiencia, aquí no hay estrellas, los oyentes pueden entrar a las cabinas y conocer a fondo la emisora, es una gran labor, son bienvenidos siempre. Anteriormente en Bogotá no se había podido llegar al número 1, pero esto ha sido posible gracias a la dirección de Dalia Marleny Bernal, quien vive para la estación y para su familia, es muy entregada, literalmente vive en la emisora, por eso han logrado ese éxito.
Fin de la Primera Parte
Twitter: @JorgeRebollo1