¡Corazones! Ya los tenía con el pendiente, ¿verdad? Pues ya vine a reportarme, y aprovechando eso, pues también vine a reportear, sí, hoy vengo con todo. ¡Y traemos información!
Pues qué se creen queridos, ¡Qué mi comadrita chula Lin May, sí, la vedette mexicana por excelencia que incendió las pantallas de todos los cines y hogares mexicanos durante los `70 y `80, acaba de sufrir un aparatoso accidente en cadena nacional y T.V. abierta en vivo. ¡Sí, así como lo leen!, a la pobre se le cayó el peluquín mientras bailaba en una emisión matutina.
Pero tampoco es algo como para burlarnos, ante todo, queridos, debo reiterarles que mi comadre está bastante bien conservada y ya quisiéramos muchas de nosotras vernos así a la edad que sea, porque lo que sea de cada quien baila fregón y conserva una cinturita de aquellas, ¡más de uno sí babea!.
Lo innegable es que, bueno, de que da pena, pues da pena, y más a ella, porque el accidente ocurrió justo cuando hacía una demostración de un baile chenchualón de aquellos con los que saltó a la fama en las dichosas sexicomedias.
Evidentemente los años no pasan en balde mis cariños, y de algún modo si no es completamente calva, mi comadre adorada sí lució la peluca para poder verse con el cabello más largo, ¡No me digan que hartas artistas no hacen lo mismo!, por eso sabemos que no es realmente una tragedia, más bien que sus maquillistas no saben cómo tratar a mi comadre. Me voy a tener que regresar al medio para acomodarle la peluca como se debe, mis amores.
Pues nada mis vidas, me despido, tengo un vuelo que tomar, pasé nomás de volón para que no se olviden de mí, porque yo no lo hago, los amo como a mi Libro Vaquero, no podría vivir sin ustedes, les mando besos y abrazos y recuerden si van a bailarle a su galán este 14 de febrero, ¡pónganse bien la peluca y los chones.