Un ejemplo es el de José María Napoleón, quien dedica parte de su tiempo a la arquitectura. Para él, lo importante es verter la imaginación en las estructuras; lleva concretados 22 proyectos y se dedica a trabajar para sus amistades básicamente. Además goza de escribir y ha publicado un libro llamado: Yo Sólo Quería Ser Torero.
Por otro lado, Manolo Marroquín, autor de “El príncipe” y “El pequeño ciclón”, ha lidiado contra la competencia y con la desventaja de que los nuevos intérpretes no elijan sus composiciones. Por lo tanto, se desenvuelve en la producción de eventos como bailes populares, incluidos servicios de sonido, luces, banquetes y decoración.
Memo Muñoz, debido a la baja en agrupaciones tropicales, ha encontrado una vía alterna económica musicalizando series de televisión, comerciales y programas unitarios. Gracias a esto uno de sus temas, llamado “Los Choferes”, dio lugar a la filmación de una teleserie.
Incluso Aleks Syntek ha incursionado en otras facetas empresariales y una de ellas es mediante su proyecto EcoBuctic, que desde hace un año expende productos orgánicos y ecológicos como frutos y verduras. Aunque no se define como vegetariano, tiene la convicción de que una vida saludable, puede tener un fin comercial redituable.