Hoy no basta con tener presencia digital, la verdadera diferencia está en digitalizar a la audiencia. Es decir, no solo lograr que la gente escuche, vea o consuma contenido, sino recolectar información valiosa que permita identificar quiénes son, cómo volver a conectarlos y cómo fidelizarlos.
Muchas estaciones caen en lo que Fred Jacobs llama ‘actos digitales al azar’: publicar en redes, generar descargas o visitas sin una estrategia clara. El problema es que esas métricas superficiales no garantizan un vínculo real con la audiencia.
Los datos tradicionales de medición ofrecen apenas una idea general: edad, género, tiempo de escucha. Sin embargo, no brindan la posibilidad de hablar directamente con esa persona, ni de construir una relación más profunda. Ahí entra la importancia de contar con una base de datos propia, donde cada registro se convierte en un puente para fortalecer la relación.
Concursos, newsletters, registros para eventos o acceso a contenido exclusivo son herramientas efectivas para obtener lo que Jacobs llama ‘recibos digitales’. Cada uno representa una oportunidad de reconexión y, a la vez, una puerta para incrementar la fidelidad y el valor de cada oyente.
Digitalizar a la audiencia no solo da control al medio, también abre la posibilidad de personalizar la comunicación, generar mayor engagement y ofrecer a los anunciantes una propuesta más atractiva y efectiva.
En un panorama donde los usuarios son cada vez más difíciles de retener, la pregunta es clara: ¿Ya estás digitalizando a tu audiencia o solo cuentas con números sin rostro?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Jacobs Media, con contenido de Alpha González.















