En un momento donde las emisoras enfrentan menos presupuesto, menos personal y menos exposición en medios tradicionales, surge una pregunta inevitable: ¿realmente vale la pena invertir tiempo en redes sociales? Para muchos locutores y equipos de radio, revisar comentarios, responder mensajes y mantener presencia activa parece una tarea extra que consume energía y recursos. Sin embargo, los datos muestran otra perspectiva.
Un análisis reciente de Buffer, basado en más de dos millones de publicaciones, reveló que responder a los usuarios genera un impacto real en el comportamiento de la audiencia. Plataformas como Threads, LinkedIn e Instagram mostraron los mayores incrementos de engagement, lo que confirma que la interacción directa sigue siendo una de las herramientas más poderosas para fortalecer la relación con los oyentes.
El valor no está en ‘ganarle al algoritmo’, sino en lo humano: un saludo, una respuesta o un comentario personalizado pueden sentirse como un ‘autógrafo digital’ para quien lo recibe. Esa cercanía crea vínculos que difícilmente puede lograr la radio solo desde el aire.
En un entorno donde la competencia es amplia y la atención es limitada, las redes no solo sirven para promocionar contenido: se convierten en una extensión emocional del micrófono. Para un público que pasa gran parte de su día en lo digital, la presencia activa de los locutores es una señal de interés genuino. Y eso puede marcar la diferencia entre ser una estación más o ser parte de la vida diaria de la comunidad.
La pregunta no es si las redes consumen tiempo, sino si la conexión con la audiencia vale ese esfuerzo. ¿Está la radio lista para aprovechar esta oportunidad?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Jacobs Media, con contenido de Alpha González.















