La fotografía, más que una imagen, puede convertirse en un puente entre lo visible y lo invisible. Tal es el caso del trabajo de este creador visual, quien desde su infancia encontró en la cámara no solo un objeto para retratar momentos, sino una herramienta para comprender el mundo a través de la emoción y la intuición. Su mirada, marcada por la curiosidad y el deseo de experimentar, lo llevó a descubrir que su obra no busca solo documentar, sino revelar aquello que muchas veces pasa desapercibido: sensaciones, silencios y matices que habitan detrás de cada gesto.
A lo largo de la conversación, el artista comparte cómo la intuición ha guiado su camino creativo, la evolución de su estilo y la importancia de sentir para crear. Habla sobre la inspiración como un visitante inesperado, sobre la técnica como acompañante y no como límite, y sobre la necesidad de vivir para poder seguir produciendo imágenes con sentido. Su obra se sostiene en la búsqueda constante de conexión y de honestidad, invitando a quien mira sus fotografías a reconocerse, cuestionarse y, sobre todo, sentir.
¡Descubre todo lo que nos reveló sobre su arte y creatividad!
Tu trabajo no solo muestra imágenes, sino que construye atmósferas y emociones. ¿Cómo comenzó tu relación con la fotografía y en qué momento descubriste que querías convertirla en una forma de expresión artística?
Desde pequeño siempre tuve curiosidad por capturar imágenes. Recuerdo que, cuando salíamos de vacaciones, me daban la cámara para que yo tomara las fotos, pero los adultos nunca estaban muy conformes porque yo siempre experimentaba con los ángulos y composiciones. Mientras ellos buscaban la foto tradicional, yo quería jugar con la perspectiva, probar algo diferente, aunque en ese momento no entendía que eso ya era una forma de expresar mi mirada.
A los seis años, mi abuela me regaló una cámara instantánea de Navidad, y ahí ocurrió algo especial. Recuerdo claramente la emoción de sostenerla, de sentir que por fin podía guardar el mundo tal como yo lo veía. Ese momento marcó el inicio de todo, porque la fotografía dejó de ser solo un juego y se convirtió en una manera de conocerme, de afirmar quién soy y cómo percibo mi entorno.
Cada artista tiene una manera única de ver el mundo. ¿Qué buscas transmitir cuando tomas una fotografía o cuando creas una pieza visual?
Busco capturar lo invisible.
Vivimos tan encerrados en nuestra propia burbuja, tan enfocados en lo cotidiano, que muchas veces dejamos de ver lo que está más allá. Me siento muy agradecido de tener la posibilidad de percibir esos detalles que no siempre son visibles a primera vista y, sobre todo, de poder guardarlos en mis fotografías. Cuando disparo, lo que busco es iluminar aquello que muchos llamamos “lo desconocido”, lo que no se dice, lo que se siente en silencio. Mi intención es revelar esa parte del mundo que pasa desapercibida, pero que está ahí, vibrando.
¿Cómo describirías tu estilo visual y cómo ha evolucionado desde que comenzaste?
Diría que es ecléctico. Siempre me he sentido como un camaleón capaz de adaptarse a diferentes situaciones y estéticas. Aunque tengo un estilo reconocible, me gusta pensar que siempre puede ir más lejos, que nunca está terminado.
Al principio, mi trabajo era muy íntimo: se centraba en autorretratos, en registrar mis propias experiencias y procesos internos. Con el tiempo, esa mirada se abrió hacia las historias de otras personas. Ahora retrato momentos significativos de la vida de otros, y mi objetivo es que, al ver sus fotografías, puedan sentir lo mismo que yo sentí al querer capturar una etapa importante de mi vida: una forma de comprenderse y reconocerse.
La inspiración puede venir de cualquier lugar. ¿Qué te inspira a crear y cómo transformas una idea o emoción en una imagen concreta?
La inspiración es como una vecina chismosa: siempre está ahí cerca, observando, y cuando menos lo esperas aparece tocando la puerta para pedirte una taza de azúcar, pero cuando más la necesitas… desaparece (jajaja).
A mí me ha servido mucho tomar mis sentimientos como punto de partida. También me pongo en los zapatos de mis modelos para comprender lo que ellos viven y sienten. Yo solo soy el medio, el vagón que acompaña esa emoción hasta volverse imagen. La inspiración llega cuando escucho, cuando me permito sentir y cuando observo sin prisa.
La fotografía muchas veces implica tanto técnica como intuición. ¿Qué papel juega cada una en tu proceso creativo?
Yo empecé tomando la cámara sin tener idea de cómo funcionaba técnicamente. La intuición fue mi guía y claro, también un par de tutoriales en YouTube (jajaja). Con el tiempo entendí que la técnica es importante, pero no puede ser una jaula.
A veces hay que dejar el orden a un lado y escuchar esa voz interna, atreverte a equivocarte, a probar, a fallar y volver a intentar. Al final, la vida misma funciona así: prueba y error, causa y efecto. La técnica perfecciona, pero la intuición da alma.
El arte también es una forma de conexión. ¿Qué te gustaría que las personas sintieran o pensaran al ver tus fotos?
Creo que el sentir es muy relativo. Cada quien carga su propia historia, sus propios matices, y eso hace que lo que vemos nunca sea igual para todos. Yo solo quiero que la gente sienta. No importa si la emoción es luminosa o pesada, lo importante es que algo se mueva por dentro. Si una fotografía mía logra eso, entonces mi trabajo está hecho.
Mantenerse creativo no siempre es fácil. ¿Cómo te motivas o te reinventas para seguir creando sin perder tu esencia artística?
Viviendo. Sintiendo. Metiéndome en problemas, creciendo, tropezando, teniendo crisis existenciales de vez en cuando (desarrollo de personaje, vaya jajaja).
He lidiado con el síndrome del impostor y con momentos en los que la creatividad parece desaparecer. Pero siempre vuelvo a mí, a lo que quiero y a lo que me mueve. Creo que lo importante es no olvidar quién eres y qué quieres dejar como legado. Mientras recuerde eso, la esencia permanece, aunque la forma evolucione.
Conoce más de Samuel con estas 5 cualidades con las que él se identifica:
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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
