Con una trayectoria que comenzó en los medios tradicionales y que hoy se expande en el entorno digital, esta comunicadora ha sabido adaptarse a los constantes cambios de la comunicación moderna. Su paso por la radio, la televisión y la prensa le permitió adquirir una base sólida en investigación, estructura y disciplina, cualidades que ahora aplica en su trabajo dentro de las plataformas digitales, donde ha encontrado una nueva forma de conectar con el público desde la autenticidad y la cercanía.
A lo largo de la conversación, Vanessa comparte cómo fue su transición del mundo tradicional al digital, los aprendizajes que ha obtenido en ambos entornos y la importancia de mantener la ética y la pasión por informar en tiempos de inmediatez. También reflexiona sobre el papel de las redes sociales en el futuro de la comunicación, la necesidad de equilibrio entre lo profesional y lo personal, y la relevancia de conservar una voz genuina en un mundo cada vez más conectado.
¡Conoce más sobre su experiencia y su visión del futuro digital!
Iniciaste tu carrera en los medios tradicionales, un entorno muy distinto al digital. ¿Cómo fueron esos primeros pasos y qué aprendizajes te dejó trabajar en radio o televisión antes de dar el salto a las plataformas digitales?
El paso de los medios tradicionales a lo digital tiene sus pros y sus contras. Tuve la fortuna y la bendición de formar parte de los medios tradicionales cuando aún eran el punto más fuerte de comunicación, cuando no existía otra manera de expresarte que no fuera a través de ellos. En ese entonces, si querías llegar al público, tenías que estar dentro de una gran empresa de radio, televisión o prensa. Era un mundo muy celoso, sumamente profesional y estricto.
Eso es algo que todavía valoro mucho de la radio, la televisión y la prensa: la disciplina. Se requería una investigación exhaustiva, fuentes confiables y la certeza de tener la verdad de primera mano. Los medios tradicionales se mantienen vigentes porque conservan ese rigor, esa estructura y ese prestigio que los hace respetados. No han desaparecido porque siguen representando calidad, profesionalismo y credibilidad, cualidades que muchas veces hacen falta en lo digital.
Agradezco haber tenido esa base, porque trabajar en medios tradicionales me enseñó a organizarme, a buscar información desde cero, a verificar mis fuentes y a cuidar cada detalle. Hoy, muchas de las nuevas generaciones están muy acostumbradas a lo inmediato, a lo que se obtiene con solo un clic. Cuando no encuentran la información rápido, se frustran o la publican sin verificar. Y ese es un gran riesgo, porque se pierde la profundidad y la responsabilidad de comunicar con verdad.
Por eso valoro tanto haber pasado por esa escuela tan exigente. Los medios tradicionales me enseñaron paciencia, rigor, ética y respeto por la información, algo que hoy intento mantener también en el entorno digital, donde muchas veces la rapidez le gana a la precisión.
La migración a los medios digitales no siempre es sencilla. ¿Qué te motivó a dar ese paso y cómo encontraste tu propio estilo dentro de este nuevo formato donde la inmediatez y la cercanía son clave?
Principalmente, me motivó la falta de oportunidades en los medios tradicionales. Tuve la suerte de trabajar en lugares como Radio Fórmula, Televisión Fórmula, Acir, Radio Centro, Radio Politécnico e incluso en la radio de Bodega Aurrerá. Fueron experiencias muy valiosas, pero no siempre se abren las puertas fácilmente para crecer o proponer ideas nuevas. En esos espacios debes empezar desde lo más básico y escalar poco a poco, y muchas veces no se da la oportunidad de demostrar todo lo que sabes o puedes aportar.
Las redes sociales llegaron justo en ese momento de transición generacional. Primero Hi5, luego Messenger, Facebook, Twitter, Instagram y finalmente TikTok. Al principio abrí mis redes por curiosidad, solo para distraerme y conectar con mis amigos o compañeros. Pero poco a poco descubrí que podía usarlas para hablar de lo que me apasiona: el deporte, especialmente el fútbol. Empecé hablando del Cruz Azul, de los partidos, de mis opiniones, y sin darme cuenta la gente comenzó a seguirme.
Así fue como encontré mi estilo: hablando desde la emoción, desde mi amor por el deporte y con la autenticidad que me caracteriza. No fue algo planeado; simplemente empecé a compartir lo que me gustaba y a conectar con personas que pensaban o sentían igual. Con el tiempo, esa comunidad fue creciendo y hoy la valoro muchísimo, porque me ha permitido seguir en contacto con la gente, pero desde un lugar más libre, más mío.
Hoy combinas el trabajo en medios tradicionales con tu faceta como creadora de contenido. ¿Cómo logras equilibrar ambos mundos y qué tan diferentes son las formas de conectar con el público en cada uno?
Aunque actualmente no tengo un proyecto fijo en medios tradicionales, sigo colaborando en algunos espacios, sobre todo en locución comercial. Gracias a la tecnología, hoy puedo grabar desde mi casa, ya que tengo el equipo necesario para hacerlo desde cualquier lugar.
Los dos mundos (el tradicional y el digital) se complementan más de lo que parece. Los medios tradicionales me dieron la base profesional y la estructura que hoy aplico en mis contenidos digitales. En cambio, las redes me han enseñado a ser más cercana, más flexible y a conectar desde la espontaneidad.
Sin embargo, si soy honesta, me encantaría regresar de lleno a los medios tradicionales. Son un gran monstruo que todavía tiene mucho por enseñar. Los medios digitales han crecido mucho, pero aún les falta esa estructura y ese rigor que caracterizaba a la radio o la televisión.
Crear contenido digital también implica mucho trabajo. Aunque parezca sencillo, requiere planeación, constancia y creatividad. La ventaja es que puedes hacerlo desde cualquier parte, a cualquier hora, siempre que tengas el equipo y la disposición. Al final, lo que importa es mantener la pasión por comunicar, sin importar el formato.
Desde tu experiencia, los medios han cambiado radicalmente en los últimos años. ¿Qué opinas del panorama actual de la comunicación y qué crees que deben aprender los medios tradicionales del entorno digital (y viceversa)?
Creo que los medios tradicionales no tuvieron otra opción que adaptarse. Tuvieron que dar el salto al entorno digital porque era necesario. Sin embargo, todavía les falta abrirse un poco más, especialmente a las nuevas generaciones. Les vendría bien llenarse de juventud, de personas que entiendan las tendencias y el lenguaje de las redes. Hay periodistas con una trayectoria admirable, y está bien que sigan ahí, pero también es importante dejar espacio a las voces nuevas que pueden aportar frescura e innovación.
Por otro lado, los medios digitales también tienen mucho que aprender. A las nuevas generaciones les falta tolerancia a la frustración, paciencia e investigación. La inmediatez no siempre equivale a verdad ni a calidad. Se necesita recuperar ese espíritu de investigación, de salir a la calle, de buscar fuentes y contrastar la información.
Yo agradezco haber aprendido ese oficio en los medios tradicionales, porque me curtió, me dio una visión más profunda de lo que significa comunicar. Hoy, tanto los medios tradicionales como los digitales deberían aprender uno del otro: los primeros, la cercanía; los segundos, la responsabilidad y la profundidad.
Tu conexión con la audiencia es fundamental para el impacto de tu trabajo. ¿De qué manera construyes esa relación con quienes te escuchan, te leen o te siguen, y cómo logras mantenerla auténtica?
Muchas personas se me acercan y me dicen que sienten pena o miedo de mostrarse en redes. Yo siempre les digo lo mismo: son tus redes sociales, exprésate como quieras. No se trata de agradar a todo el mundo, sino de ser tú misma.
A veces la gente se compara: “Es que esta persona tiene más seguidores”, “es que a él le va mejor”, y eso es un error muy común. Cada quien tiene su estilo. Hay quien es bueno para bailar, para hacer humor, para analizar, o para crear tendencias. Lo importante es enfocarte en lo tuyo, en lo que te sale natural y te gusta hacer.
Creo que hoy las redes están evolucionando hacia algo más real. Ya no se trata de mostrar vidas perfectas, sino de ser auténticos, de mostrar quiénes somos realmente. Esa sinceridad conecta con la gente. Y eso intento siempre: mantenerme fiel a mí misma, compartir desde la honestidad y disfrutar lo que hago sin compararme.
Las redes sociales te permiten mostrar un lado más cercano y espontáneo. ¿Qué tan importante consideras la autenticidad en el contenido que compartes y cómo decides qué mostrar o qué reservarte para ti?
La autenticidad es lo más importante. Hace poco me fui de vacaciones con la idea de grabar contenido, pero al final decidí no hacerlo, quise disfrutar el momento, desconectarme y quedármelo para mí. Creo que es sano tener un equilibrio entre lo que compartes y lo que reservas.
En mis redes muestro principalmente mi faceta deportiva, que es lo que más disfruto. A veces comparto un poco de mi día a día, porque la gente me lo pide y me encanta poder inspirar o acompañar a quienes me siguen. Pero mi vida personal (mi familia, mi pareja, mis temas más íntimo) prefiero mantenerlos en privado.
Cada persona debe decidir sus límites, y los míos están en compartir lo que me apasiona: el deporte, la locución, la creación de contenido. No busco mostrar una vida perfecta, sino real, y eso es lo que más conecta.
Mirando hacia el futuro, ¿Hacia dónde te gustaría llevar tu carrera y qué papel crees que jugarán las redes sociales y los medios digitales en los próximos años?
Las redes sociales son y seguirán siendo fundamentales. Hoy en día no son una opción, son una necesidad. Además de creadora de contenido, también soy community manager, y lo primero que les digo a las personas o empresas con las que trabajo es: “Tienes que tener redes sociales, sí o sí”.
Ya no se trata de si quieres, sino de que es indispensable. Todo se busca ahí: desde un hotel o un seguro, hasta una marca o un servicio. Incluso TikTok ya superó a Google como motor de búsqueda, lo cual habla del poder que tienen las plataformas.
El futuro profesional, comercial y creativo está en las redes. Los negocios, las marcas e incluso los profesionales independientes deben aprovechar ese espacio para posicionarse. Creo que en los próximos años los currículums dejarán de ser documentos y se convertirán en perfiles digitales.
Por eso, mi meta es seguir creciendo, profesionalizar aún más mi contenido y mantenerme actualizada. La tecnología avanza a pasos agigantados, y quienes logren adaptarse con autenticidad y estrategia serán quienes realmente trasciendan.
Conoce más de Vanessa con estas 5 cualidades con las que ella se identifica:
- Curiosa
- Amigable
- Puntual
- Perfeccionista
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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
