Aunque la inteligencia artificial se ha convertido en parte esencial de la vida diaria, su aceptación todavía enfrenta una barrera importante: la falta de confianza. Más que un problema tecnológico, el reto está en cómo se comunica y promociona.
Fred Jacobs, en su artículo ‘The (Mis)Marketing of AI’, señala que muchas campañas sobre inteligencia artificial fallan en conectar con el público porque no explican con claridad qué beneficios reales ofrece ni cómo puede mejorar la vida cotidiana. La desconfianza crece cuando las marcas prometen demasiado o no logran transmitir seguridad sobre el uso de los datos y la privacidad.
Un ejemplo claro es la reciente campaña televisiva de ChatGPT titulada ‘Pull-Up’. A pesar de su inversión millonaria, la pieza fue criticada por presentar su identidad demasiado tarde, usar textos difíciles de leer y no dejar claro desde el principio de qué se trataba. Según estudios, el anuncio obtuvo una baja efectividad en recordación de marca y conexión emocional, lo que demuestra que incluso las empresas más innovadoras pueden fallar en su comunicación.
Jacobs concluye que la industria tecnológica necesita repensar cómo presenta la inteligencia artificial: con mensajes más humanos, transparentes y cercanos, capaces de reducir el miedo y aumentar la comprensión. Después de todo, el éxito de esta tecnología no dependerá solo de su poder, sino de la confianza que logre generar.
¿Podrá el marketing reinventarse para que la inteligencia artificial deje de parecer una amenaza y se perciba como una aliada?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Jacobs Media.















