Mike McVay plantea que la radio tradicional no debe limitarse a su frecuencia. Para sobrevivir en un mundo donde dominan el streaming, las redes sociales y los contenidos bajo demanda, es necesario verla como una marca de contenido multiplataforma.
El reto no está en obligar a los oyentes a regresar al dial, sino en llevar la radio a donde ellos ya están: YouTube, TikTok, podcasts, transmisiones en vivo y altavoces inteligentes. Esto significa transformar cada programa en un producto que pueda vivir en distintos formatos, desde clips cortos hasta shows completos.
La clave es la personalidad al aire. Los locutores deben convertirse en voces con presencia digital, capaces de generar conexión y construir comunidades más allá de la cabina. Al mismo tiempo, la monetización debe ampliarse hacia anuncios en podcasts, colaboraciones con marcas y nuevos ingresos digitales.
Otro punto es aprovechar los datos de audiencia para diseñar programación más precisa, entendiendo qué funciona en cada plataforma y apostando por nichos en lugar de intentar abarcarlo todo. Y aunque la radio sigue siendo fuerte en los autos, es necesario actualizar la experiencia para competir con la tecnología de conectividad que ya ofrecen otras opciones.
Lo más provocador es que todas estas ideas, según McVay, fueron generadas con inteligencia artificial, lo que abre una reflexión sobre el futuro de la industria: si una máquina puede dar estrategias, ¿Qué papel debe jugar el talento humano para mantener viva la esencia de la radio?
¿Está la radio lista para reinventarse como una marca de audio total y no sólo como una frecuencia al aire?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.















