En un mundo dominado por correos electrónicos, llamadas y videoconferencias, es fácil pensar que las reuniones presenciales son cosa del pasado. Sin embargo, en las ventas (especialmente en radio) nada reemplaza el valor de estar cara a cara.
Un vendedor experimentó esto de manera directa. Al dejar de trabajar a tiempo completo en radio, creyó que podía mantener sus relaciones con los clientes únicamente a través de llamadas y correos. Confiaba en que su conocimiento de las cuentas y el seguimiento constante serían suficientes. Pero pronto empezó a perder clientes. No era por falta de esfuerzo, sino por ausencia física: la confianza y la lealtad se fortalecen con el contacto directo, un apretón de manos y la mirada a los ojos.
Al regresar al trabajo presencial, decidió reconstruir esas relaciones. No se trataba solo de vender, sino de reconectar, escuchar y mostrar un interés genuino en el negocio de sus clientes. Con el tiempo, recuperó a quienes había perdido y su manera de ver las ventas cambió por completo.
Estar presente no siempre ofrece resultados inmediatos. Una visita puede parecer un simple saludo, pero con el tiempo genera credibilidad, visibilidad y confianza. Cuando surja la próxima oportunidad, este vendedor ya no será solo un nombre en la bandeja de entrada: será la persona que se tomó el tiempo de estar allí.
En ventas, las personas compran a quienes confían. La tecnología ayuda, pero no reemplaza la comunicación cara a cara. Cada visita, aunque breve, puede marcar la diferencia.
¿Quién no querría ser recordado como alguien que siempre estuvo presente?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.















