Con más de una década dedicada al análisis político desde los micrófonos de la radio, nuestra entrevistada ha hecho de este medio su trinchera profesional y su espacio de conexión con la audiencia. Su trayectoria no solo refleja compromiso con la información veraz y el pensamiento crítico, sino también el esfuerzo constante por abrir brecha en un entorno que históricamente ha sido poco equitativo con las mujeres. Su pasión por el periodismo, su formación académica y su experiencia en el análisis de coyunturas políticas la han convertido en una voz confiable para quienes buscan entender el presente con claridad.
En esta conversación, profundizamos en el valor que tiene la radio en tiempos dominados por lo digital, la importancia de equilibrar la inmediatez informativa con el contexto, y cómo las plataformas digitales han transformado su forma de comunicar. Además, reflexiona sobre los elementos clave que deben integrar las nuevas generaciones de periodistas y comparte qué la motiva a seguir apostando por un periodismo serio, ético y con enfoque ciudadano.
¡Te compartimos todo lo que nos contó sobre su pasión por el análisis político en radio!
Con más de una década en la radio, ¿Qué ha representado este medio para ti como periodista especializada en análisis político?
El periodismo es una forma de vida, un ejercicio constante de aprendizaje y fortalecimiento de habilidades. Pero también es una labor profundamente noble, pues permite mantenerse cercano al sentir ciudadano. En mi caso, ha sido un reto en dos sentidos: el primero, asumir el compromiso de establecer fundamentos sólidos, contrastar información y ofrecer detalles valiosos sin perder de vista el enfoque humano y social; el segundo, abrir camino en espacios donde, al comienzo, era difícil encontrar representación femenina. Las mujeres hemos trabajado durante mucho tiempo para demostrar nuestra inteligencia, capacidad y talento en esta profesión. Gracias a la perseverancia, al estudio constante y al trabajo comprometido, esta experiencia en la radio se ha convertido en una de las más gratificantes de mi vida.
En una era dominada por lo digital, ¿Por qué consideras que la radio en vivo sigue siendo tu prioridad y qué valor le aporta a tu trabajo?
Desde el instante en que tomé por primera vez un micrófono supe, de manera casi instintiva, que no habría vuelta atrás. Sentí con claridad que esa era la actividad que quería desarrollar con pasión durante el mayor tiempo posible. La radio en vivo tiene una magia particular, una conexión inmediata y auténtica con la audiencia que difícilmente se replica en otros formatos.
Hoy en día, la radio se transforma y se enriquece con múltiples herramientas: transmisiones digitales, redes sociales, videostreaming desde cabina… todo eso suma. Pero para mí, el corazón de esta labor sigue siendo poder comunicar de manera directa el resultado de un trabajo de investigación, la vivencia en campo, el análisis de una realidad que está en constante cambio. La radio es, más que nunca, una experiencia completa que se adapta, pero no pierde su esencia.
Tu labor combina periodismo informativo con análisis profundo, ¿Cómo logras equilibrar la inmediatez de la noticia con el contexto necesario para que el público comprenda su impacto?
La radio hablada ha sido, sin duda, mi gran escuela. En ella aprendí que no basta con decir lo que está ocurriendo, sino que es fundamental entenderlo, contextualizarlo y transmitirlo de forma clara y responsable. Si bien la inmediatez nos obliga a emplear diversas herramientas y plataformas para difundir información rápidamente, también requiere de un periodismo que genere vínculos reales con la audiencia.
Conocer los contextos, tener tacto periodístico, saber formular preguntas y plantear los temas de forma adecuada son elementos clave para llegar al público. No se trata solo de informar, sino de lograr que la audiencia comprenda por qué ese hecho es importante y cómo puede impactar en su vida cotidiana.
¿Cómo ha evolucionado tu forma de hacer periodismo con la integración de plataformas digitales en la transmisión de tus contenidos?
Ha sido un proceso gradual. Recuerdo que cuando egresé de la carrera, mis ideas estaban llenas de entusiasmo por innovar; quería transformar la radio de inmediato, revolucionarla con cada herramienta tecnológica que descubríamos. Sin embargo, con el paso del tiempo comprendí que innovar es valioso, sí, pero siempre desde la base sólida que da la experiencia, la ética y el compromiso periodístico.
Las plataformas digitales nos permiten llegar a más personas, interactuar con la audiencia en tiempo real y explorar nuevas narrativas. Pero no debemos perder de vista el fondo: lo esencial sigue siendo la calidad del contenido, el respeto por los hechos y la claridad en el mensaje. Así, he aprendido a abrazar la tecnología como una aliada, sin dejar de lado los principios que me formaron como periodista.
Desde tu experiencia académica, ¿Qué elementos del análisis político consideras esenciales para formar a las nuevas generaciones de periodistas?
La inquietud es indispensable. Es necesario tener la capacidad de cuestionar, investigar, y desarrollar una mirada crítica. Pero también es esencial comprender el contexto comunitario: escuchar a las personas, atender las problemáticas que surgen en nuestro entorno y buscar respuestas.
Cuando se forma a periodistas con esta apertura, se cultiva un interés genuino por mejorar la realidad social. De ahí nace la búsqueda de mejores panoramas y, muchas veces, el impulso por exigir transparencia, vigilar el buen uso de los recursos públicos y demandar el cumplimiento de las promesas políticas. El análisis político no solo es una herramienta para entender el poder, sino una vía para fortalecer la participación ciudadana.
¿Cuál crees que es el papel de la radio en el fortalecimiento de una ciudadanía más informada y crítica, especialmente en contextos políticos complejos?
La radio tiene un papel fundamental. Aunque las opiniones, posturas y creencias pueden diferir, el derecho a estar informados no puede ponerse en duda ni negociarse. Tener conocimiento del entorno político y social permite que las personas tomen mejores decisiones, ejerzan su ciudadanía de manera más activa y exijan rendición de cuentas.
La radio, por su inmediatez y cercanía, es una herramienta poderosa para hacer llegar esa información de forma accesible, clara y continua. En momentos de crisis o polarización, puede ser también un puente entre las diferentes posturas, un espacio para el análisis y la reflexión, y no solo para la reacción inmediata.
A nivel personal y profesional, ¿Qué te motiva a seguir apostando por el periodismo serio en un entorno tan saturado de información superficial?
Estoy convencida de que cada persona elige el sentido y el enfoque de los contenidos que produce. Hay libertad para explorar distintos formatos y temáticas. Sin embargo, creo firmemente que la fidelidad y la seriedad informativa siguen siendo una necesidad ciudadana irrenunciable.
Lo vemos todos los días: recibimos preguntas constantes sobre la veracidad de noticias que circulan en redes sociales. ¿Por qué ocurre esto? Porque, a pesar del ruido digital, las audiencias siguen reconociendo el valor de la credibilidad, la trayectoria y la formalidad de las plataformas informativas responsables.
En lo personal, me motiva el profundo amor que siento por esta profesión. El periodismo es mi vida, mi vocación. Poder hablar con la verdad, formar públicos críticos, generar conexiones reales y promover movimientos sociales a partir de la información es una tarea que me llena. Cada cobertura, cada investigación y cada día frente al micrófono me recuerdan que vale la pena seguir apostando por un periodismo ético y comprometido.
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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
