Durante décadas, la forma de hacer negocios ha evolucionado radicalmente. Lo que funcionaba en los 80´s o 90´s ya no garantiza el éxito hoy. En lugar de resistirse al cambio, las empresas deben adaptarse o quedar en el olvido.
Datos revelan que más del 50 % de las empresas que formaban parte de la lista Fortune 500 hace 25 años ya no existen. Además, la esperanza de vida de una empresa del S&P 500 ha disminuido de 67 a solo 15 años. El entorno se transforma y, con el, las reglas del juego.
En los 80´s, las marcas se vendían a través de identidad y emociones. Los 90 trajeron el enfoque en la funcionalidad del producto. Para los 2000, la relación con el cliente se volvió prioritaria. Hoy, la clave está en mirar hacia adentro.
Muchas compañías olvidan que no basta con tener buenos productos o servicios: también deben cuidar a quienes los representan. Invertir en los empleados no es un lujo, es una necesidad. Cuando las personas se sienten escuchadas, valoradas y respaldadas, no solo se quedan, sino que lideran, proponen e innovan.
El verdadero cambio ocurre desde adentro. Si una organización espera que sus clientes sean leales, primero debe ser leal con su gente. Darles herramientas adecuadas, confianza y un entorno en el que su voz importe es el primer paso hacia la transformación sostenible.
¿Estás invirtiendo en quienes hacen posible tu negocio?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.
