Nacimiento de las redes sociales y su impacto en la radio

Usamos las redes sociales todo el día, a toda hora, pero ¿nos hemos detenido a pensar cómo surgieron? Su historia nos permitirá comprender cómo darles un mejor uso en la radio.

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Las redes sociales no solo han transformado la forma en que las personas se comunican entre sí, sino también cómo interactúan con los medios, especialmente con la radio.

Aunque parezca mentira, hubo una época, no muy lejana, en la que los oyentes de radio enviaban cartas para participar en concursos, enviar mensajes o pedir una canción.

De hecho, una parte muy rica y emotiva de la historia de la radio fueron los llamados “Servicios sociales” de las emisoras, particularmente en América Latina. Esos «Servicios sociales» fueron —y en algunos casos aún son— una función profundamente humana y comunitaria de la radiodifusión.

Durante gran parte del siglo XX, especialmente en zonas rurales o apartadas de países como Colombia, la radio no solo era una fuente de entretenimiento o noticias, sino también el único medio de comunicación inmediata disponible para muchas personas.

No existían los teléfonos celulares, ni el internet, y muchas veces ni siquiera había líneas telefónicas fijas. Así, las emisoras se convirtieron en verdaderas oficinas de correos habladas, donde los oyentes enviaban cartas con mensajes dirigidos a familiares, amigos o conocidos.

Entre estos mensajes, había anuncios de visitas a veredas o pueblos remotos. El mensaje radial podía decir algo como: “La señora Elvira Mejía informa que estará llegando el próximo martes a la vereda El Tablazo, y solicita que don Aureliano la recoja en el Alto de los Pinos con los caballos, porque va con carga y niños.”

También se anunciaban fallecimientos, estados de salud delicados o invitaciones a velorios y misas. El formato era sobrio, respetuoso y directo, y muchas veces se presentaban como: “Servicio social: la familia Castaño informa con pesar el fallecimiento del señor Germán Castaño en la ciudad de Medellín. Sus restos serán trasladados mañana a su natal Yarumal…”

En regiones como el Eje Cafetero o el Magdalena Medio colombiano, estas prácticas eran tan comunes que había horarios específicos en la programación dedicados a los «mensajes sociales», los cuales eran muy escuchados porque podían contener información clave para la vida cotidiana de las comunidades.

De alguna manera, podría afirmarse con toda propiedad que aquellos servicios sociales por radio fueron una forma primitiva —pero profundamente efectiva— de red social, especialmente en contextos rurales y comunitarios.

Aunque no operaban en el entorno digital ni contaban con interfaces gráficas, cumplían funciones similares a las actuales redes sociales:

  • Permitían la difusión de mensajes personales a una comunidad amplia.
  • Conectaban a personas geográficamente distantes mediante el poder de la palabra hablada.
  • Funcionaban en tiempo casi real, al menos en la lógica de la época, con mensajes que se escuchaban el mismo día.
  • Tenían una fuerte dimensión comunitaria, pues los oyentes estaban atentos no solo a lo que les concernía directamente, sino también a lo que ocurría en su entorno social.

Así como hoy alguien publica en Facebook que va a viajar o que necesita ayuda para una mudanza, antes se pedía por radio que alguien llevara una bestia a tal hora, que avisara si había camino, o que confirmara un encargo. Incluso se anunciaban eventos sociales, se enviaban saludos o se buscaba reconectar con familiares ausentes.

Luego, el teléfono lo cambió todo. Quienes trabajamos en radio a finales del siglo pasado sabemos de la importancia de recibir las llamadas telefónicas para conocer el gusto de los oyentes y complacerlos, así como hacerlos partícipes de los temas del día y de los juegos y concursos que se realizaban.

Hoy en día, aunque muchas de estas necesidades se han trasladado a WhatsApp o redes sociales, algunas emisoras comunitarias aún mantienen espacios para mensajes a la comunidad, especialmente en zonas de difícil acceso o con poca cobertura digital.

La tecnología avanza

Como sabemos, la tecnología avanza y hoy bastan unos segundos y un par de clics para comunicarse con la emisora, enviar una nota de voz o comentar una transmisión en vivo.

Las redes sociales no solo han transformado la forma en que las personas se comunican entre sí, sino también cómo interactúan con los medios, especialmente la radio.

Es común que, con el avance del tiempo, vayan sucediendo acontecimientos importantes y que, por la cantidad de actividades y distracciones que vivimos, muchas veces no nos tomamos el tiempo de sentarnos a recapacitar sobre lo que ha pasado.

Y en el mundo de la tecnología, aunque avance cada vez más rápidamente, es necesario hacer pausas ocasionales para tratar de entender lo que sucede en el mundo frente a ella.

Por eso he querido, en este artículo, recorrer la historia de las redes sociales y cómo su evolución ha reconfigurado el ecosistema radial.

Breve historia de las redes sociales

Aunque muchos creen que Facebook fue la primera red social —en parte por su enorme éxito y por la historia mediática que se ha tejido en torno a Mark Zuckerberg y su origen universitario—, lo cierto es que las redes sociales tienen antecedentes que se remontan décadas atrás.

Su origen se remonta a las primeras formas de comunicación digital en los años 80, cuando los BBS (Bulletin Board Systems o Sistemas de Tablero de Anuncios), unos sistemas informáticos que permitían a los usuarios conectarse mediante módems para intercambiar mensajes, archivos y participar en foros en línea.

Posteriormente, durante los años 90, aparecieron los chats IRC y es probable que usted haya compartido su PIN con sus amigos para conectarse a servicios como ICQ, que marcaron el inicio de las conversaciones en línea en tiempo real, aunque limitadas a un entorno más bien técnico o especializado.

Fue en 1997 cuando surgió SixDegrees.com, considerada por muchos como la primera red social moderna. Permitía a los usuarios crear un perfil, establecer una lista de amigos y navegar por la red de contactos, todo bajo la premisa de los «seis grados de separación».

La ley de los seis grados de separación dice que cualquier persona en el mundo está conectada a otra a través de una cadena de no más de seis conocidos. Es decir, entre usted y cualquier otra persona, hay como máximo seis intermediarios que los conectan.

Por ejemplo, imagine que se quiere contactar con una estrella de cine famosa, como Zendaya. Según la teoría de los seis grados de separación, usted podría llegar a ella a través de una cadena de máximo seis personas que se conocen entre sí. Por ejemplo:

  1. Usted conoce a su profesora de inglés.
  2. Su profesora tiene una amiga que trabaja en un estudio de cine.
  3. Esa amiga conoce a un director de películas.
  4. El director ha trabajado con el agente de Zendaya.
  5. El agente conoce directamente a Zendaya.

Y listo: en cinco pasos, usted ya está conectado con Zendaya. La idea es que, aunque parezca que estamos muy lejos de alguien, siempre hay una cadena corta de conocidos que nos une.

Y aunque SixDegrees, que en español se traduce como SeisGrados, cerró en 2001, dejó sentadas las bases para el surgimiento de plataformas más robustas y atractivas.

A comienzos de los 2000 aparecieron Friendster, Hi5 y MySpace. Estas redes permitían una personalización más rica, incluyendo fotos, intereses y, en el caso de MySpace, la posibilidad de compartir música, lo cual la convirtió en un punto de encuentro para artistas emergentes.

La aceptación inicial de estas plataformas fue especialmente alta entre los jóvenes, que encontraban en ellas un espacio novedoso para expresarse, interactuar y construir identidad digital.

Sin embargo, estas primeras redes no lograron consolidarse a largo plazo. Friendster tuvo problemas técnicos y de escalabilidad, mientras que Hi5, muy popular en América Latina y partes de Asia, no supo adaptarse al cambio de hábitos de los usuarios.

Como anécdota personal, recuerdo que mis primeras experiencias con las redes sociales las viví en Costa Rica hace 20 años, donde Hi5 era mucho más popular que Facebook, aunque nunca abrí una cuenta allí porque veía más fuerte el crecimiento de esta última.

MySpace, aunque tuvo un apogeo entre 2005 y 2008, fue desplazada rápidamente cuando apareció Facebook, una red más limpia, funcional y centrada en la identidad real de las personas.

El gran punto de inflexión llegó en 2004 con el lanzamiento de Facebook, inicialmente como una red exclusiva para estudiantes universitarios en Estados Unidos. Su crecimiento fue exponencial, y en pocos años se convirtió en una plataforma global.

En 2006, cuando se abrió al público en general, comenzó su dominio como principal red social. Parte de su éxito radicó en la simplicidad de su interfaz, la centralización de funciones (mensajes, fotos, eventos, grupos) y la sensación de seguridad que ofrecía al exigir el uso de nombres reales.

El relato de su origen, popularizado por películas y documentales, contribuyó a reforzar su imagen como pionera del fenómeno social digital, aunque en realidad llegó después de varias experiencias previas.

También en 2006 apareció Twitter (hoy X), que introdujo un nuevo lenguaje de comunicación breve, inmediato y abierto. Aunque inicialmente fue usado por círculos tecnológicos y de medios, su popularidad explotó en 2009, cuando celebridades y figuras políticas comenzaron a usarlo activamente.

Un momento clave en su crecimiento fue la cobertura de eventos noticiosos en tiempo real, como las protestas en Irán o la muerte de Michael Jackson, cuya noticia se propagó primero en Twitter. Estos eventos virales marcaron un antes y un después en la percepción pública del poder de las redes sociales.

Hoy en día, X se ha convertido en una herramienta indispensable para la transmisión de mensajes, opiniones y contenidos políticos y sociales, en un entorno hostil y plagado de fake news, teorías conspirativas y todo tipo de insultos y peleas verbales, impulsados por los llamados influencers y por las bodegas.

YouTube, lanzado en 2005, revolucionó la forma de consumir contenido audiovisual, mientras que Instagram (2010) trajo el enfoque visual y aspiracional a las redes, en principio usado para ver videos musicales, pero convertido más adelante en una excelente plataforma para creadores de videos de todo tipo y dando pie a figuras como los youtubers.

TikTok, la más joven de las grandes plataformas, despegó a partir de 2018 gracias a su algoritmo adictivo y a una generación que prefiere contenidos cortos, creativos y virales.

Casualmente, fue también en Costa Rica donde escuché de TikTok por primera vez. Verónica Maquívar, asesora de la empresa Multimedios Radio, me advirtió a inicios de ese año, y con toda la razón, que esta red revolucionaría al mundo con su formato, y desde ese momento ya le veía grandes posibilidades para la radio.

Cada red ha respondido a distintas necesidades comunicativas y culturales, lo que ha llevado a una fragmentación del consumo y una adaptación constante por parte del usuario promedio.

Pese a la llegada de plataformas más recientes, Facebook sigue siendo la red social con más usuarios activos a nivel global.

Así lo indican diferentes investigaciones. Por ejemplo, un reciente estudio del Centro Nacional de Consultoría de Colombia, publicado este mes de junio, así lo mostró:

CNC – Uso de redes sociales- mayo 2025

Y el más reciente TechSurvey, publicado por JacobsMedia hace un par de meses en los Estados Unidos, lo confirma, tal como se aprecia en esta gráfica llamada “Pirámide de marcas de redes sociales 2025”, donde se aprecia el liderazgo de Facebook entre los oyentes de radio.

Techsurvey 2025 – Social Media Brand Pyramid 2025

Su vigencia se explica por varias razones: fue la primera en consolidar una base masiva y diversa; ha sabido integrar nuevas funciones (como Marketplace, transmisión en vivo o grupos temáticos); y es especialmente fuerte en generaciones adultas que encontraron en Facebook una forma práctica de mantenerse conectadas. Además, su compra de otras plataformas como Instagram y WhatsApp ha reforzado su ecosistema digital.

En contraste, redes como MySpace y Hi5 no lograron evolucionar. Sus fallas técnicas, la falta de innovación y, en algunos casos, una sobrecarga visual o de funciones mal implementadas, las hicieron perder relevancia. El entorno digital es implacable con quienes no se adaptan.

La historia de las redes sociales es también una historia de selección natural: solo sobreviven las que saben reinventarse.

Cómo han cambiado las redes sociales la radio

Al principio, muchas emisoras se limitaron a usar redes sociales como carteles de anuncios: promovían sus programas y publicaban frases o imágenes llamativas. Con el tiempo, comenzaron a leer mensajes de oyentes al aire, lanzar encuestas o compartir clips de audio en plataformas como SoundCloud.

Uno de los primeros grandes cambios fue la lectura de tuits o comentarios en vivo, lo que abrió paso a una relación más fluida y horizontal con la audiencia. Concursos en tiempo real, transmisiones simultáneas en video, y sesiones «detrás de cámaras» se convirtieron en herramientas habituales de muchas emisoras.

Aunque la radio, especialmente con sus programas de participación de los oyentes en concursos, complacencias, saludos, programas de opinión e incluso juegos y concursos podría considerarse como un espacio social importante, lo cierto es que las redes sociales la llevaron a una experiencia mucho más participativa.

La audiencia dejó de ser pasiva para convertirse en cocreadora de contenidos. Ahora los oyentes opinan, reaccionan, votan y comparten lo que pasa en su emisora favorita a través de ellas. El uso del teléfono como gran herramienta de comunicación ha caído en desuso.

Además, las redes permiten saber en tiempo real qué contenidos generan mayor conexión y qué temas interesan más a la audiencia.

Pero lo más llamativo, probablemente, es que los locutores y demás talentos al aire pasaron de ser voces anónimas a figuras visibles, con perfiles activos en redes donde comparten su trabajo y vida cotidiana.

De esta forma, les abre la posibilidad de crear marcas personales que pueden explotar comercialmente por fuera de su trabajo en radio y explorar nuevas posibilidades de comunicación e interacción con su público.

Recomendaciones para emisoras y locutores

Las redes sociales ofrecen enormes ventajas para las emisoras: mayor alcance, fidelización de oyentes, generación de comunidad y posibilidades de monetización. También permiten complementar los contenidos con formatos visuales y medir con precisión el impacto de cada publicación.

Sin embargo, no todo es positivo. Las emisoras enfrentan riesgos como críticas públicas, difusión de noticias falsas, cambios constantes en los algoritmos y la necesidad de producir contenido constante y de calidad.

Adaptarse requiere capacitar al equipo, planificar estrategias y entender que las redes no son un fin, sino un medio para conectar.

Hoy, todo sucede en los teléfonos móviles. Allí están las plataformas de streaming de audio y video, están las aplicaciones que ayudan a todo tipo de tareas, juegos y entretenimiento, pero, sobre todo, están las redes sociales, que mantienen a los usuarios con sus ojos plantados sobre las pantallas.

Y allí tiene que estar la radio. Esta ya no puede vivir aislada. Tiene que convivir en ese entorno, luchar por atraer la atención y robarse el tiempo de la gente. Y para ello tiene que usar todas las herramientas que estén a su alcance con el fin de que, cuando alguien encienda su pantalla, encuentre a su emisora favorita en ella.

¿Cómo lograrlo? Esto da para un nuevo artículo, pero básicamente aquí presento algunas ideas clave:

  • Mantener una presencia coherente, auténtica y activa en redes.
  • Crear contenido adaptado a cada plataforma (reels, historias, encuestas, etc.).
  • Estimular la participación del oyente con preguntas, retos o llamados a la acción.
  • Publicar contenidos exclusivos para redes, como bloopers, adelantos o curiosidades.
  • Escuchar a la audiencia: los comentarios y reacciones son insumos valiosos.

Conclusión

La radio no ha muerto. Solo ha aprendido a tuitear, grabar stories, crear reels y viralizarse en TikTok.

En un mundo que cambia y es cada vez más competitivo, las redes sociales no representan una amenaza para la radio tradicional, sino una oportunidad para renovarse, diversificarse y acercarse más que nunca a su público.

Hoy, más que nunca, el oyente tiene voz… y la radio, la obligación de escucharla.

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
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