Con una voz que ha logrado conectar con miles de personas a través de la publicidad, esta locutora comercial se ha posicionado como una de las más activas y versátiles de México. Su camino comenzó en el mundo del doblaje y el teatro, pero fue la locución comercial la que terminó conquistándola. Con más de 12 años de experiencia, ha prestado su voz a campañas de marcas como Comercial Mexicana, Comex y Bimbo, dejando claro que detrás de cada grabación hay emoción, disciplina y un proceso creativo profundo. Su lema, Crafting Emotions Through Sound, resume perfectamente su enfoque artístico y humano hacia esta profesión.
En esta entrevista, nos comparte cómo fueron sus inicios, los retos que ha enfrentado y las claves para mantenerse vigente en un mercado que evoluciona constantemente. Además, reflexiona sobre el impacto de la inteligencia artificial en la industria, la importancia de la preparación actoral, y lo que se necesita para destacar más allá de tener una voz bonita: la capacidad de emocionar.
¡No pierdas detalle de todo lo que compartió!
¿Cómo descubriste tu pasión por la locución comercial y qué te llevó a dedicarte profesionalmente a ella?
El camino me llevó hacia allá casi sin buscarlo. Yo quería hacer doblaje y, de hecho, tomé un curso enfocado en eso. Pero un día, en el gimnasio, conocí a un locutor cuya familia entera se dedicaba a la locución comercial. Él fue quien me dijo: “No hagas doblaje, haz locución comercial”. Empezó a compartirme consejos, tips, y me impulsó a comenzar a hacer castings. Desde ahí, se me fueron abriendo puertas en ese ámbito.
Después conocí a una pareja que fue muy importante en mi vida y que, además, trabajaba como director de casting en una empresa muy reconocida. Ese vínculo marcó un antes y un después, porque comencé a involucrarme cada vez más, a crecer profesionalmente, y a entender mejor la industria. Así fue como comenzó mi camino en la locución comercial. Hoy llevo 12 años dedicada a esto y es algo que me apasiona profundamente. Lo respeto, lo disfruto y me siento muy afortunada de poder vivir de algo que amo tanto.
¿Cómo fueron tus primeros pasos para conseguir tus primeros clientes o proyectos en locución comercial?
Al inicio empecé a reportarme directamente en las agencias de locución comercial. En ese entonces, los castings se hacían de forma presencial, así que iba a las agencias y me hacían pruebas de voz. Poco a poco comencé a quedarme en proyectos. Fue un proceso de constancia, de irme posicionando, y de aprender en cada oportunidad que se me presentaba. Esos primeros pasos me ayudaron a entender cómo funciona el medio, y a hacerme un lugar dentro de la industria.
¿Qué preparación consideras indispensable para destacar en el mundo de la locución comercial?
Definitivamente estudiar actuación. Para mí, esa fue la clave que me llevó lejos. No es obligatorio ser actor para ser locutor, pero si tienes formación actoral, tienes una ventaja enorme. El entrenamiento actoral te da herramientas emocionales, interpretativas y corporales que marcan la diferencia al momento de grabar. Por eso, siempre recomiendo que, si tienes la oportunidad, estudies actuación primero y luego te especialices en locución comercial. Esa combinación te da un plus muy poderoso.
¿Qué significa para ti hacer locución comercial?
Para mí, la locución es arte, terapia y conexión emocional. Yo tengo un eslogan que representa lo que hago: Crafting Emotions Through Sound, y creo profundamente en eso. Mi estilo se basa en crear emociones reales en cada palabra. Considero que una de las cosas que me ha llevado a convertirme en una de las locutoras más activas de México es precisamente la autenticidad con la que transmito. Eso me lo dio el teatro, que practico desde los once años.
La locución es un canal para expresar emociones, incluso experiencias que no he vivido personalmente, pero que interpreto desde vivencias cercanas o imaginadas. A veces, un texto comercial requiere emociones que debo construir desde lo más profundo de mí. Por eso digo que es terapéutico. Uso todo lo que soy, todo lo que he vivido, para impregnarlo en cada frase. Es un acto creativo que conecta con las personas. Y aunque muchas veces se subestima el trabajo detrás de un spot de 20 segundos, la realidad es que pueden ser meses de planeación, ajustes y perfeccionamiento. Para mí, eso es magia pura.
¿Cuál ha sido el proyecto o marca que más te ha retado como locutora y por qué?
Uno de los proyectos más retadores fue, curiosamente, el primero: Comercial Mexicana en 2015. Tenía que interpretar 35 personajes distintos. Grabamos 35 spots de radio, cada uno con una voz diferente. Yo tenía 21 años y no sé cómo logré sacarlo adelante, pero lo hice. Fue un reto enorme que me marcó muchísimo.
Otro gran desafío fue la campaña del 75 aniversario de Comex. Fueron dos días intensos de llamado en los que todo debía quedar perfecto. Y también destaco la campaña del 75 aniversario de Bimbo. Fue una producción gigantesca que incluso fue supervisada por el dueño de la empresa. La magnitud de ese proyecto, por su importancia y exigencia, fue otro gran reto que me hizo crecer mucho como profesional.
En tu opinión, ¿la locución comercial sigue siendo rentable en 2025 con tantos avances tecnológicos y voces sintéticas?
Sí, absolutamente. La locución comercial sigue siendo muy rentable. Si eres una locutora activa y tienes presencia en varias marcas, puedes vivir muy bien. Hay presupuestos bastante altos que me han dado una estabilidad económica muy tranquila, y eso se valora mucho.
Claro que la inteligencia artificial ya está respirándonos en la nuca, pero si tú eres una chingona, versátil y auténtica, la IA no te va a alcanzar. La clave está en mantenerte en constante evolución, ser disruptiva y ofrecer matices, emociones y tonos que una voz sintética jamás podrá replicar. Porque lo que hacemos va mucho más allá de decir palabras bonitas: se trata de provocar sensaciones.
¿Qué estrategias recomiendas para mantenerse vigente y competitivo en la locución comercial actual?
Lo primero es estar al tanto de las tendencias. Escuchar comerciales, analizar qué marcas están en el aire, en qué tonos se están comunicando. Desde hace unos cinco años, la tendencia se ha movido hacia lo natural, lo empático, lo humano. Hoy no importa tanto tener una “voz bonita”, sino una voz que conecte y que se sienta real. Lo que importa es lo que haces sentir, no solo cómo suenas.
También es fundamental ser versátil. Ser un locutor “360”: que puedas hacer de todo. Yo, por ejemplo, acabo de trabajar en la campaña de Parque Aztlán porque el creativo ya me conocía y sabía que podía cantar, hablar inglés, actuar, hacer voces institucionales, energéticas o seductoras. Esa versatilidad es lo que te mantiene vigente.
Además, hay que ser disciplinado: reportarte con tus agentes, mandar tus castings a tiempo, seguir entrenando. Yo, después de 12 años de carrera, decidí estudiar canto a fondo porque quiero ofrecer jingles como locutora que canta. Me metí a clases con la mejor maestra, la más cara, porque quiero dar un servicio completo. Siempre estoy buscando ir un paso adelante. Esa es la mentalidad que necesitas para seguir vigente en esta industria tan competitiva.
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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.