Hoy más que nunca, el contenido debe tener un propósito claro: generar ingresos. No basta con publicar por publicar. El contenido efectivo es aquel que responde a una estrategia y se alinea con los objetivos de negocio. ¿Cómo lograrlo? Entendiendo al consumidor, el embudo de conversión y los formatos que mejor conectan con cada etapa.
El primer paso es identificar qué tipo de contenido corresponde a cada momento del recorrido del cliente. Desde artículos informativos para atraer, hasta comparativas, testimonios o guías para convertir. Todo debe estar enfocado en educar, generar confianza y guiar hacia la acción.
Además, los datos son aliados clave. Medir el rendimiento de cada pieza permite ajustar, mejorar y volver a intentar. No se trata de tener más contenido, sino del contenido correcto.
También hay que pensar en formatos. Videos, podcasts, infografías, artículos o newsletters: cada uno puede ser una herramienta poderosa si se usa en el momento indicado. Y, por supuesto, no se puede dejar de lado la distribución. Un gran contenido sin visibilidad, no genera resultados.
Crear contenido que genere ingresos no es una fórmula mágica, pero sí es una práctica posible si se hace con estrategia, consistencia y foco en el cliente.
¿Tu contenido realmente está aportando al crecimiento de tu negocio o solo llena espacios?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por We Are Content con contenido de Alpha González.