Con una trayectoria que comenzó en su niñez, rodeado por el fascinante mundo de la radio, nuestro entrevistado ha sido testigo de los grandes cambios que ha experimentado la industria. Desde sus primeros pasos, acompañando a su madre en las cabinas de radio, hasta convertirse en un profesional de la locución y la ingeniería de sonido, ha sido parte fundamental de la evolución del medio. Su experiencia abarca tanto la parte técnica como la conexión directa con la audiencia, lo que le ha permitido comprender a fondo los retos y oportunidades que enfrenta la radio hoy en día.
A lo largo de la conversación, reflexiona sobre cómo la radio ha transformado sus formatos, cómo las plataformas digitales han influido en su dinámica y qué cambios significativos ha visto a lo largo de los años. También comparte su perspectiva sobre las redes sociales, la autenticidad en la interacción con los oyentes y la importancia de mantener valores dentro de la programación. Sin duda, sus respuestas ofrecen una visión profunda sobre cómo la radio, aunque ha cambiado, sigue siendo un medio poderoso y necesario para conectar con el público.
¡Te invitamos a que leas la entrevista completa!
¿Cómo comenzó tu carrera en la radio y qué te motivó a seguir este camino?
Mi mamá trabajó en la radio desde muy joven. Su labor consistía en organizar exposiciones de productos anunciados en las estaciones donde colaboraba, como en Artículo 123 #90. Desde pequeño, entre los seis y ocho años, la acompañaba y me maravillaba recorrer los pasillos de las cabinas de transmisión. Me impactaban las imponentes voces de los locutores y quedaba fascinado observando cómo los operadores manejaban los discos de 45 revoluciones por minuto y las cintas de carrete con los resúmenes de noticias. Además, hubo un momento clave que despertó mi pasión: ver en televisión la película «American Graffiti» un fin de semana.
Por otro lado, mi interés por la tecnología y el audio viene de mi padre, quien es mecánico de línea blanca. En los años 70, su afición era armar amplificadores de audio con bulbos. Recuerdo que cuando los probaba, el sonido era tan fuerte que los vidrios de la casa vibraban. Como quería ganar dinero para darme algunos gustos, en sexto de primaria comencé a llevar a escondidas el cautín de mi papá y algunas herramientas para ofrecer mis servicios reparando consolas.
¿Cuál consideras que ha sido tu momento más memorable a lo largo de tu trayectoria?
Uno de los momentos más memorables fue cuando un jefe cambió un bulbo en un transmisor de FM de 20,000 watts de potencia. Al conectarlo, el sistema de alto voltaje se apagaba, lo que generaba un problema técnico serio. En ese momento, me dijo: «Adelante, ingeniero, ahí está mi puesto». Con una sonrisa, revisé y corregí algunos valores que estaban elevados y el transmisor volvió a entrar al aire sin dificultades. Más tarde, confesó que al principio me veía «muy verde».
Este episodio fue significativo porque mucha gente desconoce el trabajo que hay detrás de una transmisión de radio. Los oyentes simplemente encienden la radio y esperan escuchar su emisora favorita, sin imaginar el esfuerzo técnico que hay en el proceso. En definitiva, lo más gratificante de mi trabajo es el reconocimiento a la labor técnica y operativa.
Desde tus inicios en la radio, ¿Cuáles consideras que han sido los cambios más notables que has observado en la industria hasta ahora?
El cambio más notable ha sido la evolución de los formatos. La desaparición de los medios físicos para la reproducción al aire ha sido radical. Antes, el disco compacto era la gran innovación, pero luego surgieron otros formatos como el DAT (cinta de audio digital) y el MiniDisc, que aunque fueron herramientas útiles, quedaron obsoletas con la llegada del MP3 y las computadoras. También el cartucho NAB y la cinta de carrete abierto fueron desplazados. Con la llegada de PRO TOOLS, la producción de contenido dio un salto enorme, facilitando la edición de promocionales y cortinillas.
En cuanto a contenidos, las emisoras de formato hablado y noticioso han tomado fuerza. Por otro lado, siento algo de tristeza al ver que muchos contenidos musicales han perdido calidad, cayendo en lo vulgar. Como ingeniero, mi labor es proporcionar la infraestructura para la transmisión, pero el contenido es responsabilidad de otros.
¿Cómo ha evolucionado la relación entre la radio y las nuevas plataformas digitales desde tu perspectiva?
Uno de los cambios más significativos es la inmediatez del contenido. Hoy día, cualquier persona puede descargar un podcast y escucharlo cuando quiera. Sin embargo, aunque algunos programas transmiten en video, esto le resta parte de la magia de la imaginación que ofrece la radio.
En el pasado, la radio de onda corta permitía una interacción especial con oyentes de distintos países, quienes enviaban cartas para compartir sus experiencias. Con la llegada de internet y las redes sociales, esta tradición se perdió. Aunque las plataformas digitales han transformado la comunicación, la conexión humana de la radio sigue siendo insustituible.
¿Qué piensas sobre la influencia de las redes sociales en la radio y la manera en que conectamos con las audiencias?
Muchos afirman que la radio ha muerto, pero yo creo que no es así. A diferencia de las redes sociales, donde el anonimato permite la difusión de información no verificada, la radio cuenta con profesionales que validan los datos antes de compartirlos. Sin embargo, ambas pueden complementarse para alcanzar el éxito con contenido atractivo y de calidad.
Es una lástima que se haya eliminado la certificación para locutores y operadores de cabina, pues antes se exigía una preparación rigurosa para ejercer en la radio. También se ha dejado de lado la promoción de valores y el buen uso del idioma, algo que debería retomarse para fortalecer la radio.
En un medio tan inmediato como la radio, ¿Cómo manejas la presión de estar al aire en vivo y conectar de manera auténtica con la audiencia?
Agradezco a Evaristo Bolívar, gerente de Radio Amigo en Roswell, NM, por la oportunidad de conducir tres programas de una hora cada uno. Fue un reto, ya que la emisora tenía un corte grupero y yo debía manejar música chicana, baladas de catálogo y música nostálgica. Como ingeniero, no tenía formación en comunicación, pero aprendí observando y practicando. Me inspiré en figuras como Wolfman Jack y en locutores veteranos para desarrollar mi estilo y lograr conectar con la audiencia.
Con el tiempo, el programa logró posicionarse en los libros de Nielsen en ciudades como Amarillo, Borger y Portales, lo que demostró que la autenticidad y la preparación son clave para conectar con el público.
¿Qué aspectos de la radio crees que siguen siendo esenciales a pesar de la tecnología actual?
A pesar de los avances tecnológicos, la radio sigue siendo un medio analógico en su esencia. Hoy en día, existen sistemas de «multi-transmisión» en frecuencias HD, que permiten ofrecer noticias, reportes de tráfico y clima en subcanales. Sin embargo, esta tecnología aún no está al alcance de todos los concesionarios ni del público en general.
Otro aspecto fundamental es que la radio genera empleos para reporteros, editores y operadores, algo que las redes sociales no pueden igualar.
Si pudieras dar un consejo a los jóvenes que están empezando en la radio, ¿Cuál sería?
La clave del éxito es la perseverancia y la creatividad. No desesperen, aprovechen cada oportunidad como un aprendizaje y mantengan siempre la humildad. Este medio es apasionante y quienes se esfuercen por innovar y aportar contenido de calidad tendrán un camino prometedor.
¡Te invitamos a que lo sigas en sus redes sociales!
Facebook: Arturo Peñaflor
Contacto: apenaflord@gmail.com
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.