La ‘esponsorización sonora’ ha tomado protagonismo en la publicidad moderna, especialmente en el mundo de la radio. Marcas inteligentes han encontrado en los jingles y sonidos una poderosa herramienta para quedarse en la mente de los oyentes. Este tipo de estrategia no solo implica un simple anuncio, sino la creación de una identidad auditiva única.
Los jingles se han convertido en piezas musicales que, por su repetición y pegajosidad, logran asociar la marca con una emoción o una experiencia específica. Desde un eslogan famoso hasta un sonido inconfundible, la clave está en la repetición constante, lo que facilita que el oyente lo reconozca al instante, incluso sin ver el logotipo de la marca.
Pero no solo los jingles son efectivos. Sonidos específicos, como el timbre de un teléfono o el «bling» de una notificación, también pueden estar estrechamente ligados a marcas. Estos elementos sonoros crean una conexión emocional que va más allá de la vista y genera fidelidad.
En la radio, este tipo de patrocinio se convierte en un aliado para las marcas, ya que permite una integración orgánica en los contenidos. Así, no es solo un simple anuncio, sino una extensión de la experiencia auditiva que los oyentes viven.
¿Hasta qué punto los sonidos y jingles pueden influir en las decisiones de compra de los consumidores?
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
