Enfermedades, remedios y prevención de afecciones de la garganta

Actualmente realizo un programa semanal de radio para la emisora Cámara FM de la Cámara de Comercio de Medellín, Colombia. Se trata de un espacio de media hora en el que presento historias desconocidas detrás de las canciones.

En mi caso, es un contrato por temporadas de 20 episodios cada una. Al momento de firmar o actualizar el contrato me preguntan si prefiero que me paguen cada mes, cada trimestre o cuando termine la producción y entregue el último de los 20 episodios.

Por disciplina, por tener un motivador para trabajar de manera continua en el programa, siempre he preferido que me hagan el pago al entregar el último programa. De esta forma, no solo me preocupo por terminar más rápido el trabajo, sino que recibo el pago completo, que probablemente me sirva más que si lo recibiera a cuentagotas.

Y aunque yo esperaba entregar esta nueva temporada en menos de un mes, inesperadamente sufrí un problema en la garganta que me obligó a parar durante un mes mientras mis cuerdas vocales se recuperaban, así que los planes de recibir el pago lo más pronto posible tuvieron que cambiar.

Claro, es probable que debido a mi edad -ya tengo 70 años, deba tener más cuidado al momento de grabar, especialmente porque, además, no hago locución regularmente sino de manera ocasional.

Al final, y luego de visitar al otorrinolaringólogo, concluí que muy probablemente mi problema se debió a que, de un momento a otro, grabé la locución para 8 programas en un solo día, y mis cuerdas vocales se vieron inflamadas y muy afectadas.

Además, debo confesar que no hice calentamiento de la voz antes de comenzar a grabar, lo que seguramente me afectó gravemente.

Afortunadamente ya me recuperé y pude cumplir con mi contrato, pero hubiera preferido haber entregado mi trabajo en el plazo que yo mismo me impuse.

Problemas de la voz

Son muchas las afecciones que un locutor o actor de voz puede sufrir a causa de su trabajo, ya sea que lo haga de manera regular o de manera ocasional como yo. Algunas de las principales afecciones son:

1. Laringitis (aguda o crónica)
   • Causa: Inflamación de la laringe por uso excesivo, infecciones virales/bacterianas, reflujo gastroesofágico (ERGE) o irritantes (humo, alcohol).
   • Síntomas: Ronquera, pérdida de voz, dolor al hablar/tragar.
2. Nódulos, pólipos o quistes vocales
   • Causa: Uso vocal forzado (gritos, mal técnica vocal), tensión muscular o traumatismos repetidos.
   • Síntomas: Voz áspera, fatiga vocal, dificultad para alcanzar tonos agudos.
3. Disfonía por tensión muscular
   • Causa: Mala técnica al hablar (ej. forzar el volumen sin apoyo diafragmático), estrés o posturas incorrectas.
   • Síntomas: Dolor en el cuello, voz entrecortada, sensación de esfuerzo al hablar.
4. Reflujo laringofaríngeo (RLF)
   • Causa: El ácido estomacal irrita la garganta (por comidas picantes, café, tabaco o comer antes de dormir).
   • Síntomas: Carraspeo constante, ardor, mucosidad espesa.
5. Resequedad o irritación vocal
   • Causa: Deshidratación, ambientes secos (aire acondicionado), alergias o medicamentos (antihistamínicos, diuréticos).
6. Hemorragia en cuerdas vocales
   • Causa: Esfuerzo extremo (gritos, cantar enfermo), común en mujeres durante la menstruación por cambios vasculares.
   • Síntomas: Voz súbitamente ronca o pérdida total de voz.

¿Cómo aliviar esas afecciones?

Algunas de estas afecciones son más suaves que otras. En general, existen remedios caseros y rutinas que pueden ayudar a aliviar dichos problemas. Sin embargo, cuando se trata de casos más severos, o si los síntomas permanecen por varias semanas, lo más indicado es ir donde el médico, ojalá un especialista.

Para comenzar con los tratamientos, hay que decir que muchos recurren a los remedios caseros o las llamadas ‘recetas de la abuela’.

Algunos de estos remedios podrían funcionar para aliviar los síntomas, pero también hay que entender que alrededor de esto existen muchos mitos, remedios que no sirven para nada o que, peor, podrían empeorar las cosas.

A continuación, detallo cuáles sí funcionan, cuáles no tienen base científica y cuáles podrían empeorar el problema:

Remedios caseros que SÍ funcionan

1. Miel con agua tibia o limón
   • Beneficio: La miel tiene propiedades antiinflamatorias y suaviza la garganta. El limón (en pequeña cantidad) ayuda a disolver mucosidad.
   • Cómo usarlo: 1 cucharada de miel en agua tibia (no hirviendo). El jugo de ¼ de limón opcional.
   • Precaución: No excederse con el limón (el ácido puede irritar si hay reflujo).
2. Gárgaras con agua salina tibia
   • Beneficio: Reduce la inflamación y limpia mucosas. Ideal para laringitis o irritación.
   • Cómo usarlo: ½ cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Hacer gárgaras 2–3 veces al día (sin tragar).
3. Infusión de jengibre
   • Beneficio: El jengibre es antiinflamatorio y analgésico natural.
   • Cómo usarlo: Rodajas de jengibre fresco en agua caliente (reposar 5 min). Endulzar con miel si se desea.
4. Vaporizaciones con eucalipto o manzanilla
   • Beneficio: Hidrata las cuerdas vocales y descongestiona.
   • Cómo usarlo: Agua caliente + 2 gotas de aceite esencial de eucalipto o manzanilla. Inhalar el vapor (cubriendo la cabeza con una toalla) por 5–10 min.
5. Regaliz (orozuz) natural
   • Beneficio: Tiene propiedades demulcentes (protege las mucosas).
   • Cómo usarlo: Infusión con raíz de regaliz (no confundir con caramelos industriales, que llevan azúcar y poco principio activo).

Remedios que NO funcionan (o son mitos)

1. Tomar bebidas alcohólicas (whisky con miel, etc.)
   • Por qué no sirve: El alcohol deshidrata las cuerdas vocales y empeora la inflamación. El efecto «calmante» es temporal y engañoso.
2. Hacer gárgaras con vinagre o limón puro
   • Riesgo: Su acidez irrita la laringe y agrava el reflujo.
3. Susurrar para «descansar» la voz
   • Realidad: Un susurro es ese tipo de voz baja que se usa para contar un secreto. Cuando alguien susurra, las cuerdas vocales no vibran completamente, sino que quedan entreabiertas, lo que genera una fricción innecesaria en la laringe. Es mejor guardar silencio total en casos agudos.
4. Caramelos mentolados o de eucalipto comerciales
   • Problema: La mayoría contienen azúcares y mentol, que dan sensación de alivio, pero resecan la mucosa a largo plazo.
5. Beber clara de huevo cruda
   • Mito: No hay evidencia de que proteja la voz. Además, riesgo de salmonelosis.

Remedios que PODRÍAN EMPEORAR las cosas

1. Bebidas muy frías o helados
   • Riesgo: El frío extremo contrae los músculos laríngeos y reduce la circulación, retrasando la recuperación.
2. Café o té negro en exceso
   • Por qué: Son diuréticos (deshidratan) y, si llevan cafeína, pueden aumentar la tensión muscular.
3. Leche con miel (para quienes tienen reflujo)
   • Contraindicación: La leche estimula la producción de ácido gástrico, empeorando el reflujo laringofaríngeo.
4. Pastillas anestésicas (ej. benzocaína) sin control médico
   • Peligro: Adormecen la garganta, lo que puede llevar a forzar la voz sin notar el daño.
5. Aceites esenciales puros (sin diluir) en la garganta
   • Riesgo: Pueden causar quemaduras químicas en las mucosas (ej. aceite de menta o árbol de té).

Recomendaciones médicas

Yo no soy médico ni tengo los conocimientos para hacer unas recomendaciones especiales. Sin embargo, en numerosos portales especializados y basado en lo que he aprendido durante mi carrera de 50 años de radio, puedo hacer las siguientes recomendaciones que sí funcionan y que no producen ningún daño colateral:

• Reposo vocal: Evitar hablar (o susurrar, que es peor) en casos agudos como laringitis o hemorragia.
• Hidratación: Beber agua tibia, infusiones con miel (sin abusar, pues relaja demasiado las cuerdas) y evitar cafeína/alcohol.
• Vaporizaciones: Inhalar vapor con agua caliente y sal o manzanilla para humedecer las cuerdas.
• Tratamiento médico:
  • Antiinflamatorios (solo bajo supervisión).
  • Terapia de voz con un foniatra o logopeda para corregir técnica vocal.
  • Cirugía en casos graves (pólipos grandes que no mejoran con reposo).
• Control del reflujo: Antiácidos, cenar 3 horas antes de dormir y elevar la cabeza al acostarse.

Prevención

Es muy probable que muchos de mis lectores hayan sufrido en algún momento cualquiera de esos problemas. Yo pensaría que es normal, que son gajes del oficio. Sin embargo, no deberíamos quedarnos tranquilos, sino, más bien, buscar la forma de prevenir cualquier afectación a la garganta o a las cuerdas vocales.

Al fin y al cabo, para muchos de nosotros se convierten en nuestro medio principal o alternativo de generar ingresos.

¿Cómo prevenir esos problemas? Aquí te dejo algunas recomendaciones:

1. Técnica vocal adecuada:
   • Usar el diafragma para proyectar la voz, no la garganta.
   • Evitar carraspear (mejor tragar saliva o beber agua).
   • Calentar la voz antes de usarla intensamente (ejercicios de resonancia, vibración de labios).
2. Hábitos saludables:
   • Hidratación constante (2–3 litros de agua al día).
   • Evitar tabaco, alcohol y alimentos ácidos (tomate, café, picantes).
   • Dormir bien: La fatiga afecta la voz.
3. Ambiente controlado:
   • Usar humidificador en espacios secos.
   • Evitar hablar en ambientes ruidosos (competir con el volumen lleva a forzar la voz).
4. Revisiones periódicas:
   • Visitar a un otorrinolaringólogo si hay ronquera persistente (más de 2 semanas).
   • Trabajar con un entrenador vocal para mejorar resistencia y técnica.
5. Autocuidado emocional:
   • El estrés genera tensión muscular en la laringe. Prácticas como yoga o meditación ayudan.

Conclusión

La voz es un músculo que requiere entrenamiento y mantenimiento. Los profesionales deben tratarla con la misma disciplina que un deportista: técnica correcta, descanso y prevención. Invertir en salud vocal no es un lujo, es una necesidad laboral.

Si usted es locutor e incorpora estos hábitos en su rutina, reducirá significativamente el riesgo de problemas vocales y podrá mantener una larga carrera sin interrupciones por enfermedades.

Por mi parte, prometo cumplir con mis propias recomendaciones…