Desde pequeña, la música ha sido una parte fundamental en su vida. Creció rodeada de melodías, instrumentos y la inquietud de transformar sus emociones en canciones. A los 15 años decidió dar el siguiente paso y estudiar composición de manera formal, sin saber aún cuál sería su camino exacto, pero con la certeza de que la música la hacía feliz. Hoy, con una carrera en constante evolución, ha logrado conectar con el público a través de su autenticidad y una sensibilidad única que se refleja en cada una de sus canciones.
En esta conversación, nos habla sobre sus inicios, los desafíos que ha enfrentado en su proceso creativo y lo que ha significado para ella mantenerse fiel a su esencia artística. También reflexiona sobre el impacto de las plataformas digitales en la industria musical, el papel que aún juegan los medios tradicionales y la importancia de encontrar formas innovadoras de conectar con la audiencia. Con una visión clara y una pasión inquebrantable, comparte sus experiencias y consejos para quienes buscan abrirse camino en el mundo de la música.
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¿Cómo descubriste tu pasión por la música? ¿Hubo algún momento específico que te hizo decidir que querías dedicarte a esto?
Creo que fue algo que surgió de manera muy natural. En mi casa siempre se escuchaba mucha música y teníamos instrumentos por todas partes. Desde pequeña tomé clases de piano y guitarra, además de participar en el coro de la escuela. Pasaba horas cantando y componiendo melodías en el piano, casi sin darme cuenta de que eso era lo que realmente me apasionaba. Como a los 15 años, decidí estudiar composición de manera formal, aunque en ese momento no tenía muy claro hacia dónde quería llevar mi música. Solo sabía que me hacía feliz y que quería seguir explorando ese camino.
¿Cómo recuerdas esos primeros pasos en la música? ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste?
Mis primeros pasos fueron componiendo canciones, tratando de traducir en música todo lo que sentía y pensaba. Uno de los mayores desafíos fue aprender a confiar en mí misma, en lo que quería decir y en cómo quería expresarlo. Paradójicamente, creo que al inicio es más fácil porque tienes menos prejuicios sobre cómo ‘debería’ sonar la música. Con el tiempo, el reto ha sido mantenerme fiel a lo que realmente quiero decir, sin dejarme llevar por la presión externa o las expectativas. Muchas veces he sentido la necesidad de complacer a los demás, pero he aprendido que no puedes traicionar tu esencia, porque al final, lo más importante es ser honesta con lo que creas.
¿Qué ha sido lo más gratificante de tu viaje musical hasta ahora?
Definitivamente, poder hacer música y crecer tanto personal como profesionalmente a través de ella. También valoro muchísimo a la gente y los lugares que he conocido gracias a la música. He hecho grandes amigos en este camino y he tenido la oportunidad de conocer a artistas a los que admiro profundamente. Cada canción, cada escenario y cada experiencia han sido parte de un proceso de aprendizaje constante que me ha enriquecido de muchas maneras.
En un mundo donde las plataformas digitales han tomado tanta relevancia, ¿cómo ves la manera en que los artistas pueden posicionarse hoy en día?
Me encanta que las plataformas digitales ofrezcan una oportunidad para que cualquier artista pueda compartir su música sin restricciones. Es un espacio que permite total libertad creativa y que, al mismo tiempo, abre infinitas posibilidades para descubrir y conectar con nuevos oyentes. Sin embargo, creo que el reto está en encontrar formas innovadoras de promocionar la música y lograr destacar en un mar de contenido. Hoy en día, la creatividad no solo es importante en la música, sino también en la manera de presentarla y hacerla llegar al público.
¿Crees que el streaming ha beneficiado o afectado a los artistas en comparación con la era de los discos y la radio tradicional?
Es un tema complejo y depende mucho de cómo se mire. Por un lado, el streaming ha democratizado el acceso a la música, permitiendo que cualquier artista pueda ser descubierto por públicos de todo el mundo sin necesidad de una gran disquera detrás. Pero también ha cambiado las reglas del juego, haciendo que la competencia sea mucho más grande y que el éxito dependa de múltiples factores, más allá del talento.
A mí me tocó lanzar mi primer álbum, Pajaritos, todavía en formato físico. Recuerdo ir personalmente a las estaciones de radio a entregar mis demos y hablar con los programadores con la esperanza de que me dieran una oportunidad. La primera vez que escuché una canción mía en la radio fue un momento indescriptible, porque hay algo mágico en lo colectivo, en saber que muchas personas están compartiendo ese instante contigo. Ahora, el proceso es diferente, pero el trabajo sigue siendo enorme. Antes, hacíamos CDs con etiquetas caseras y los llevábamos a las estaciones; hoy, el reto es saber cómo hacer que una canción destaque entre millones en una plataforma digital.
¿Qué papel siguen jugando los medios tradicionales, como la radio y la televisión, en la promoción de la música actualmente?
Yo sigo creyendo en la radio. Tiene algo especial, algo que no ha perdido con el tiempo: la capacidad de conectar de manera auténtica con la gente. Me gusta su inmediatez, su frescura y esa sensación de cercanía que genera. Además, sigue siendo un medio importante para descubrir nueva música y para conectar con audiencias que quizá no te encontrarían en plataformas digitales. Creo que la radio y la televisión aún tienen un papel relevante en la industria, aunque ahora forman parte de un ecosistema más amplio donde conviven con el streaming y las redes sociales.
¿Qué crees que te diferencia como artista en la industria actual?
Supongo que esa melancolía que siempre está presente en mis canciones… a veces oculta, a veces no tanto. Creo que mi música tiene una sensibilidad especial, una honestidad que refleja quién soy y cómo veo el mundo. No busco seguir tendencias, sino hacer canciones que realmente me representen y que conecten con la gente de una manera genuina.
¿Qué consejo le darías a los nuevos talentos que buscan hacerse un espacio en la música hoy en día?
Que amen su música por encima de todo. Que recuerden que la música es lo más importante y que debe ser el motor de todo lo que hagan. También que trabajen mucho, porque este camino no es fácil y el talento, por sí solo, no siempre es suficiente. Quizá algunos tengan suerte y las cosas les lleguen rápido, pero la mayoría tendrá que esforzarse, aprender, persistir y nunca perder la pasión. Al final, lo que realmente deja huella es la constancia y la autenticidad.
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