Una cosa es hablar en radio o grabar una cuña desde la comodidad de una cabina, y otra cosa es pararse en una tarima y hablarle al público.
Una cabina genera más intimidad y seguridad. No hay decenas, centenas o miles de ojos persiguiéndote, expresando con sus caras y sus gestos su aprobación o desaprobación de lo que hablas.
No existe ese temor al público, esa sensación de inseguridad que da el no saber cómo van a responder los asistentes al evento. Incluso esto lleva a algunas personas a sufrir lo que comúnmente se conoce como ‘miedo escénico’.
Siempre existirá ese temor a que juzguen, no solo lo que estás diciendo, sino también tu presencia, tu vestuario, tus gestos, la forma como te mueves en el escenario.
Y es curioso, porque es muy posible que al abrir el micrófono en una cabina de radio le estés hablando a miles de personas de manera simultánea, seguramente muchas más que las que están presentes en un recinto público en vivo.
Aquí aplica perfectamente el viejo dicho de “ojos que no ven, corazón que no siente”.
Pero tarde o temprano, un talento de radio tendrá que salir a alguna actividad y enfrentarse al público. Algunos lo disfrutan y han hecho de esto una de sus grandes fortalezas. Pero hay otros que sufren al subir a un escenario, aunque es muy posible que a los pocos segundo o minutos desaparezca ese temor.
Y más allá de esa sensación, una vez superado ese primer impacto hay que tener claridad en lo que se va a decir, en la forma como se van a entregar esos contenidos y, atención, al manejo de la voz a través del micrófono.
Sí, porque si no se tiene la experiencia es muy fácil caer en la trampa de empezar a gritar, a subir el tono de la voz, olvidando que junto al micrófono hay un equipo de amplificación y, con suerte, un operador entrenado que seguramente sacará lo mejor de su voz.
Ahora, lo cierto es que, aunque lleves años trabajando en radio o apenas estés empezando, no hace falta ser un orador profesional para usar un micrófono de manera efectiva.
Sin embargo, como dije atrás, llegará un momento en que un experto en la materia o un voluntario tendrá que dar un paso al frente y hablar en público.
Ya sea la animación de un evento, un agradecimiento por un premio, una aparición como invitado en un pódcast, la animación de un concierto o un anuncio a través del sistema de megafonía, usar un micrófono de manera efectiva es crucial para garantizar que se escuche claramente el mensaje y demostrar profesionalismo.
Consejos generales
Antes de hablar de la herramienta principal al hablar frente al público, como lo es un micrófono, quiero presentar diez consejos profesionales para alguien de radio que debe hablar frente a un público numeroso por primera vez:
- Conocer a la audiencia: Investigar quiénes serán los asistentes al evento. Entender sus intereses y expectativas ayudará a conectarse mejor con ellos.
- Prepararse bien: Ensayar la presentación varias veces. Familiarizarse con el contenido y estructura de lo que se va a decir dará una sensación de seguridad y reducirá el riesgo de olvidar algo.
- Realizar una introducción atractiva: Comenzar con algo impactante o interesante para captar la atención de la audiencia desde el principio. Una anécdota personal o una pregunta intrigante pueden funcionar bien.
- Utilizar notas: Llevar un guion o tarjetas con puntos clave. No hay que leer todo el tiempo, pero tener notas ayudará a mantenerse en el camino y a recordar los puntos principales.
- Practicar la gestión del tiempo: Asegurarse de que la presentación tenga la duración adecuada. Practicar con un cronómetro para evitar extenderse demasiado o quedarse corto.
- Manejar los nervios: Es normal sentirse nervioso. Hay que respirar profundamente antes de comenzar, y recordar que la audiencia está allí para disfrutar y aprender. Los nervios suelen disminuir una vez que se empieza a hablar.
- Interactuar con el público: Involucrar a la audiencia haciendo preguntas, solicitando comentarios o incluyendo actividades interactivas. Esto no solo hace la presentación más dinámica, sino que también permite conectarse mejor con ellos.
- Cuidar el lenguaje corporal: Hay que mantener una postura abierta y confiada. Hacer contacto visual con diferentes personas en la audiencia y utilizar gestos naturales para enfatizar los puntos.
- Hablar con claridad y a buen ritmo: Proyectar la voz para que todos puedan escuchar claramente. Hablar a un ritmo moderado, haciendo pausas para enfatizar puntos importantes y permitir que la audiencia procese la información.
- Ser uno mismo: La autenticidad es clave. No se debe tratar de ser alguien diferente. Una personalidad genuina ayudará a que la audiencia se sienta más conectada y cómoda.
El manejo del micrófono
Y aquí viene algo crítico en el momento de hablar frente al público: usar correctamente el micrófono. Y para hacerlo bien, primero hay que entender cómo funcionan.
Tipos de micrófonos
- Micrófonos de mano
- Micrófonos de mano dinámicos: Son ideales para escenarios, ya que manejan bien los sonidos fuertes sin captar mucho ruido de fondo. Sostenga el micrófono a no más de 10 centímetros de su boca y dirija la punta del micrófono directamente a su boca. Sosténgalo horizontalmente para una máxima amplificación de la voz.
- Micrófonos de condensador: Son ideales para entornos controlados como estudios y cabinas, ya que captan detalles pequeños en las grabaciones. Son muy buenos para pódcasts y transmisiones porque se pueden conectar a un computador portátil para obtener un sonido de gran calidad.
- Micrófonos con diadema
Se usan en la cabeza con un pequeño micrófono conectado a un cable. A menudo se usan en Call Centers y por presentadores que tienen que moverse al hablar, como instructores de ejercicios o conferenciantes motivacionales.
Asegúrese de que el micrófono esté ubicado cerca de la boca para obtener el máximo volumen, aunque a veces pueden causar distracción.
- Micrófonos de solapa
Una opción de manos libres que se sujeta a su ropa, ideal para presentaciones, teatros y transmisiones de televisión. Recuerde apagar el micrófono antes y después de su presentación para evitar captar conversaciones no deseadas.
Tenga cuidado con los gestos que puedan producir golpes en la ropa o en el cuerpo y crear sonidos de percusión. Busque la forma de esconder o camuflar el transmisor y las baterías.
- Micrófonos de podio
Se colocan en un podio o atril, se usan comúnmente en conferencias, congresos y universidades. Ajuste el nivel del micrófono cerca de su boca y evite balancearse o moverse lejos para mantener un sonido claro y consistente.
Qué hacer y qué no hacer al usar un micrófono
Luego de conocer para qué sirve cada uno, ahora es clave entender qué se debe hacer cuando se esté hablando frente al público y qué es lo que no se debe hacer al manejar un micrófono.
Qué hacer:
- Ensaya el micrófono y haz una prueba de sonido: Llega temprano y conoce a la persona a cargo del sonido. Ten
- Ten una persona de contacto para solucionar cualquier problema de audio.
- La coherencia es clave: Sostén siempre el micrófono a la misma distancia de tu boca para evitar variaciones de sonido.
- Habla despacio y con claridad: Pronuncia con claridad, ya que los sonidos de alta frecuencia pueden distorsionarse.
- Usa gestos: Incluso con un micrófono de mano, hacer gestos con una mano puede atraer a la audiencia, demostrar entusiasmo y llamar su atención.
- Proyecta tu voz: Usa suficiente volumen para mejorar el sonido sin necesidad de gritarle al micrófono.
- Cuando uses un micrófono de solapa, usa un cinturón: La batería se puede colocar en su cinturón o en un bolsillo de su traje.
Qué no hacer:
- Nunca sostener el micrófono demasiado cerca o demasiado lejos. Esto crea un sonido inconsistente.
- Nunca soplar el micrófono. Golpear, soplar o decir «Probando, probando» produce ruidos desagradables y parecerá que no estás preparado. Realiza una prueba de sonido antes de hablar.
- Ten cuidado con feed-back o retroalimentación del sonido. Un chirrido agudo indica que está demasiado cerca del sistema de audio. Aléjate y, si es necesario, solicita un nuevo micrófono. Ten siempre uno de repuesto.
- Evita moverte constantemente. Así podrías distraer a la audiencia y afectar la calidad del sonido.
- Nunca olvides apagar el micrófono cuando no lo estés usando. La audiencia puede escuchar comentarios o conversaciones no deseadas.
- Nunca acapares el micrófono. Durante los paneles de discusión, habla por turnos y pasa el micrófono al siguiente panelista.
Conclusión
Hablar en público es una habilidad esencial para todos. No basta con saber lo que va a decir sino la forma en que lo hará.
El manejo de la tecnología, en particular los micrófonos, es una parte fundamental de la presentación. Domine el micrófono y su mensaje se escuchará, lo que aumentará su credibilidad y profesionalismo a la vez que atraerá a la audiencia.