El objetivo de nuestro trabajo en radio se sencillo y muy claro: crear contenidos y programas atractivos para atraer el mayor número posible de oyentes.
Para eso nos han entrenado. A eso es a lo que le apuntamos cada día. Para eso es que revisamos con cuidado la programación musical, el desempeño de los talentos al aire, la preparación de los contenidos, la calidad del sonido al aire y el trabajo de interacción y promoción, tanto en eventos como en redes sociales.
Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en lo que podríamos estar haciendo mal.
Sí, porque aunque estemos muy seguros de estar haciendo todo de forma correcta, algunas veces descuidamos aspectos que parecen banales y obvios, pero que pueden hacer que nuestros oyentes se vayan a otro lado, ya sea a la emisora de la competencia o a las plataformas de streaming.
¿Qué podríamos estar haciendo mal sin darnos cuenta, espantando a nuestros oyentes?
Como dije arriba, algunas cosas son obvias, pero otras no tanto…
- Apagar los transmisores
Suena obvio, pero hay emisoras en las que el departamento de ingeniería no entiende que los apagones por arreglos y ajustes técnicos no se deben hacer, hasta donde sea posible, durante el día.
- Poner más comerciales
Es cierto: la radio vive de la publicidad. También es verdad que la gente se entera de rebajas, promociones y productos nuevos a través de ella. Pero lo más real es que los oyentes se van a buscar otras opciones cuando la carga comercial es demasiado grande.
- Hacer promos o separadores de 1 minuto o más
La verdadera creatividad de un productor se demuestra cuando es capaz de hacer una promo corta, con pocas palabras y pocos efectos. En radio, hoy más que nunca, el tiempo es oro.
- Emplear lenguaje vulgar y chistes groseros en emisoras que se supone que son ideales para toda la familia
A los jóvenes les gusta el doble sentido y el lenguaje explícito, pero a los adultos, especialmente a los padres de familia, les molesta. Usted puede ser igual de divertido sin tener que recurrir a lenguaje obsceno.
- Incorporar humor político en las promos de una emisora musical
No es lo más común, pero hay emisoras que lo hacen. La política divide, y lo que a unos les gusta a otros les puede sonar ofensivo.
- Solo hablar de concursos y promociones
La gente llega a su emisora por la música y por los contenidos que usted entrega. Para las rifas están las loterías. Un concurso debe ser una forma de entretener a su audiencia y crear recordación de marca, pero no va a atraer oyentes nuevos.
- Bajar de rotación los éxitos demasiado pronto y poner en alta rotación canciones nuevas de artistas desconocidos
Quienes trabajamos en radio nos cansamos más rápido de las canciones que el público. Nosotros escuchamos las emisoras nuestras y de la competencia todo el día. Los oyentes solo nos escuchan un rato.
Y en cuanto a las canciones nuevas: ¿recuerda la primera vez que probó una cerveza? Su sabor era horrible, pero con el tiempo le fue cogiendo el gusto. Lo mismo pasa con la música. Para un oyente normal, una canción nueva es, en general, una canción mala.
- Tener una mala producción
Malas voces; mala música de fondo; tratar de sonar como la emisora líder; textos que no dicen nada; exceso de efectos de sonido; jingles mal hechos, solo porque se los regaló un artista; no vender los beneficios de la emisora.
- Tocar las mismas canciones a la misma hora todos los días
Hay que revisar la programación a fondo todos los días. Si tiene un software de programación, aproveche todas las herramientas de las que dispone.
- Creer que el software de programación es el que manda.
Si usted es quien programa la música, dígale al software qué es lo que usted quiere. Conozca cómo funciona. Si ‘heredó’ una estrategia de programación, revísela y haga los cambios necesarios para que se adapte a su estilo y necesidades.
El software no piensa. Solo obedece, y es usted quien da las órdenes. Si la programación no sale como usted quiere es porque usted no sabe manejar el software. Investigue, ensaye. Prueba y error para aprender.
- Creer que los únicos competidores son las otras estaciones de radio
No estamos en el negocio de la radio. Estamos en el negocio del entretenimiento. El cine, los parques de diversiones, la televisión, Spotify, Youtube, TikTok, las redes sociales, ChatGPT y todas las nuevas plataformas digitales compiten contra nosotros.
- Mentirles a los oyentes por creer que son demasiado tontos para darse cuenta
Los oyentes no son tontos. Saben mucho más de lo que creemos. Muchos de ellos son nuestros fanáticos y terminan conociendo más nuestra emisora que nosotros mismos.
- Creer que la gente no se va a despegar de la emisora porque estoy haciendo un concurso
¿Cuántos oyentes tiene su emisora? ¿Cuánta gente participó en el último concurso? El común de la gente no participa en los concursos. No le interesan o no cree en ellos o piensa que es imposible ganar. No se desgaste. Lo principal es la música.
- “Marcar” o “pisar” las canciones
El oyente odia que le hablen encima de la música, aunque usted crea que no. De hecho, esa es una de las principales razones por las que la gente prefiere usar Spotify y YouTube. Si busca recordación de marca, simplemente haga buena radio. Enfóquese y venda sus diferencias. Apple vende sus iPhones por la experiencia que generan, no porque tenga su marca impresa por todos lados.
- Aceptar comerciales de brujos y esotéricos
Es una forma relativamente fácil de generar ingresos pero dañan por completo cualquier programación. Además, poco a poco se van apoderando de la emisora y atrayendo otros brujos, religiosos y esotéricos, igual que las ventas de fajas y productos homeopáticos.
Conclusión
Si no la conoce, si no la ha usado, o hace días que no la revisa, saque tiempo y use la metodología del DOFA o FODA (Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas), tanto de su emisora como de sus competidores. Aprenda a usar esta herramienta leyendo este artículo: “Cómo descubrir las fortalezas y debilidades de su emisora”.
Aunque usted sea muy exitoso, siempre habrá cosas que puede mejorar.