Si eres locutor de un programa de radio y éste no es de comedia, seguro has vivido momentos difíciles al micrófono, en los cuales se te juntan las emociones y a veces hasta un nudo en la garganta se te hace al estar escuchando a un oyente o a algún entrevistado en particular. Esto es completamente normal, somos humanos tratando de transmitir emociones, por lo que el estar al aire es una actividad que de cierto modo implica vulnerabilidad principalmente de tu parte, pero también de todos los que participan a lo largo del programa.
Algunos de los momentos que podrían ponerte emocionalmente en situaciones críticas son: las pláticas de viva voz de personas con algunas enfermedades, el enterarte de la muerte de alguien, escuchar problemas de otros, una plática que se salga de control y los ánimos se calienten, entre otras.
En esos momentos tan difíciles, unos de los principales retos es seguir hablando al micrófono con entereza, es por ello que a continuación queremos brindarte algunas tácticas que te ayudarán a regular tus emociones cuando más lo necesites. ¡Toma nota!
- Suprimir los pensamientos
Esta táctica es muy buena para aliviar el malestar emocional momentáneo, por lo que cuando estés sintiendo una revolución en el pecho o en el estómago, simplemente empieza a pensar en otras cosas, tal vez lo que tienes que hacer al salir de la radio, algo que te guste mucho, o un momento en el que fuiste muy feliz. Esto te permitirá no terminar envuelto en llanto o enojo.
- Poner distancia a las problemáticas
Cuando alguien te está contando algo difícil, suele pasar que nuestra empatía natural comienza a hacer que empecemos a sentir que el problema o la situación es nuestra. La recomendación para deshacernos de este sentir es entender que, si bien la persona la está pasando mal, la realidad es que nosotros no. Esta será una salida fácil para aliviar todos los sentimientos que pudiéramos sentir de inicio.
- Reconsideración de emociones
Esta táctica trata de observar el problema y ver el lado positivo de lo que está sucediendo, es decir, si tienes un invitado que padece de cáncer y te está contando sobre el calvario que ha pasado, te recomendamos pensar en que tal vez esta persona ya se encuentra en tratamiento y próximamente estará bien.
Recuerda, el conmoverse al aire está bastante bien, pero no al grado de permitir que las emociones o el llanto te ganen y después no puedas hablar.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por esneca.com
