La gran mayoría de mis artículos están basados en las experiencias que he vivido en los diferentes campos de la radio en los que he trabajado por casi 50 años. De esos triunfos y fracasos siempre quedan lecciones que valen la pena ser compartidas.
Sin embargo, en otras ocasiones me gusta compartir consejos de grandes expertos, de quienes he aprendido y que me han servido como guías en mi carrera profesional.
Una de esas personas es Mike McVay, presidente de McVay Media, que cuenta con más de 40 años de experiencia en estrategia de audio enfocada en consultoría, administración, propiedad, ventas, programación, sindicación y radio al aire.
Solo imagínense a alguien que ha asesorado a cientos de emisoras y que se desempeñó como vicepresidente ejecutivo, de contenidos y programación de Cumulus Media, donde tenía a su cargo 425 emisoras y las cadenas de radio de Westwood One en los Estados Unidos.
En un reciente artículo suyo publicado en el portal RadioInk, McVay presenta las que él considera que deberían ser las características y habilidades que un aspirante a director de programación (director artístico o director de emisora) debería tener en la actualidad.
Y es que hay que entender que dirigir una emisora de radio puede ser el sueño de muchas personas, especialmente de aquellas que han venido construyendo sus carreras desde abajo, desde que les tocó simplemente contestar el teléfono o servirle café al locutor de turno.
Pero ese trabajo cada vez se ha vuelto más exigente, especialmente porque el abanico de opciones de entretenimiento se ha abierto cada vez más, la competencia es más feroz, la publicidad en la radio se ha reducido, al igual que los salarios, y la cantidad de gente que trabaja en una emisora cada vez es menor.
Esto significa que el glamour del que disfrutaban años atrás los directores se ha venido perdiendo. Hoy en día se necesita alguien mucho más comprometido, conocedor, estudioso, consciente, profesional y dedicado, con mucha pasión por la radio y dispuesto a trabajar largas horas para lograr sus objetivos.
En pocas palabras, más aterrizado.
Ser director de programación, aunque es un sueño, también es un trabajo duro, complicado, estresante, muchas veces mal pagado y con unas responsabilidades enormes.
A pesar de todo lo anterior, ¿usted quiere ser director? ¿Cree tener todo lo necesario para ejercer ese cargo? ¿Quiere saber qué es lo que busca un gerente hoy en día cuando va a nombrar a alguien al frente de una emisora?
Según McVay, estas deberían ser las habilidades y varios factores clave que debe tener un aspirante a director:
Experiencia: Más allá de la lista de cargos que usted ha ocupado, lo que realmente importa son los logros obtenidos. Cómo ha manejado el personal a su cargo, cómo ha colaborado con sus compañeros de trabajo y, lo más importante: ¿alcanzó las metas que se había propuesto? Y si no las logró, ¿por qué no?
Capacitación: Recuerde el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. ¿Quién lo asesoró o lo capacitó para ser director? Seguramente usted conoce a muchos grandes directores que fueron entrenados o trabajaron con el mismo mentor. La influencia de un jefe, buena o mala, se verá reflejada en su trabajo y hablará mucho de usted, especialmente si es su primera experiencia como director.
Conocimiento: Se refiere a saber qué funciona y qué no cuando compite por la audiencia. ¿Entiende y puede explicar por qué ganó en ciertas situaciones y perdió en otras? ¿Tiene experiencia en un formato en particular? ¿Cuál es la diferencia entre cómo compite en un formato frente a otro formato?
¿Qué habilidades informáticas tiene, qué sistemas de automatización ha usado en cabina, qué tanto conoce los softwares de programación musical, sabe qué son y cómo funcionan las encuestas, y cómo interpretar sus resultados?
Historial de audiencia: Generalmente, cuando uno está buscando trabajo quiere mostrar todos sus grandes logros y éxitos. Sin embargo, cuando se quiere conocer el temple y los conocimientos de un director es cuando habla de sus fracasos, cómo los superó y qué aprendió de ellos.
¿Sabe por qué falló? ¿Hay algo que pudo haber hecho diferente? ¿De todo lo malo, qué salió bien y vale la pena aprovechar?
Manejo del Talento: ¿Cómo era la gente con la que trabajó en las otras emisoras? ¿Cómo manejaba a sus talentos desde el punto de vista individual y de trabajo en equipo? ¿Con quién se llevaban bien y quién era una persona difícil de manejar? Es clave tener a mano ejemplos claros y específicos.
Por otro lado, si su posible jefe llamara a sus excompañeros de trabajo y a sus exjefes, ¿qué dirían de usted?
Pero ojo, no se asuste. El hecho de que haya gente que no quiere a su jefe no quiere decir que haya sido un mal director. Lo que sí es clave es que usted demuestre cómo manejó diferentes situaciones y cómo entrenó al personal a su cargo, si lo tuvo.
Gestión hacia arriba: ¿Cómo se comporta frente a los jefes? ¿Cómo le gusta que lo administren y cómo se las arregla con los de arriba? ¿Solo obedece órdenes y las cumple sin chistar? ¿Hace sugerencias y presenta alternativas? ¿Dialoga con sus jefes o se queda callado?
Un buen director debe aprender a conocer qué es lo más importante para su jefe, qué es lo que lo motiva, cómo le gusta que hagan las cosas, cuál es su estilo, qué es lo que esperan de su trabajo.
Cuando usted entienda qué es lo más importante para su superior, podrá satisfacerlo y logrará quedar en una trayectoria ascendente.
Gestión lateral: Lo mismo puede decirse del trabajo con los jefes o directores de otras áreas de la empresa.
A usted, como director de programación, le tocará trabajar junto al jefe de ingeniería, el director de noticias, el director de promoción, el de tráfico comercial, el departamento legal, el gerente comercial y con los otros directores de programación, si está en una cadena grande de radio.
Prepárese para contar en su entrevista cómo ha sido su experiencia con ellos, cómo los ha apoyado, qué problemas ha encontrado, cuál es su estilo de comunicación, qué ha aprendido de ellos. Incluso, si se ve trabajando en alguna de esas áreas en un futuro.
Capacidad para trabajar con ventas: Los mejores directores entienden la necesidad de tener una buena relación con el área comercial. Entienden la necesidad de estar disponibles para reunirse con clientes, asegurarse de que se produzcan los comerciales y que estos salgan al aire, y entienden la dificultad de venderle cualquier propuesta a un cliente potencial.
¿Usted ya lo ha hecho? ¿Ha tenido problemas con ejecutivos de ventas? ¿Cómo los ha manejado? ¿Tiene ejemplos de acompañamientos exitosos y de trabajos al lado de los ejecutivos de ventas y clientes? ¿Tiene ejemplos de situaciones donde el cliente no quería pautar en su emisora y usted lo convenció?
Promoción: Dependiendo del tamaño del mercado, el trabajo de director puede incluir también ser director de promoción. Incluso muchos directores de programación han comenzado en un mercado pequeño donde la promoción era una parte importante del trabajo.
¿Por qué, cuándo y cómo ejecutaría una promoción? ¿Cómo convertiría la participación del público en audiencia? ¿Cómo haría para que esa campaña ayudara a que los oyentes se quedaran más tiempo escuchando su emisora?
¿Tiene algunos ejemplos de promociones exitosas comercialmente que haya ejecutado? ¿Ejemplos de promociones que hayan ayudado a crecer en audiencia? ¿Conoce el manejo legal de los concursos? ¿Está entrenado y sabe cómo realizar apariciones en vivo y transmisiones remotas?
Habilidades de liderazgo: Más allá de su talento y de sus éxitos de audiencia, quien lo vaya a contratar a usted querrá conocer su forma de manejar a la gente y de liderar no solo al personal, sino a los proyectos y actividades que piensa emprender cuando esté al frente de la emisora.
¿Qué líderes ha admirado o ha disfrutado trabajar con ellos? ¿Cómo le gustaría ser recordado como líder? ¿Cómo motiva al personal? ¿Cómo se comunica con su personal? ¿Cómo se comunicaría la gente a su cargo con usted?
Ética de trabajo: Esto, dice McVay, es importante. No se trata de las horas que alguien dedica a su trabajo, sino de sus logros. ¿Cuál es su nivel de dedicación al trabajo y a ganar la batalla por la audiencia?
El objetivo de algunos gerentes no es encontrar a alguien que haga trampa, rompa las reglas o sea un esclavista, sino encontrar a alguien que se dedique a realizar las tareas para alcanzar los objetivos de la emisora. En pocas palabras, el fin no justifica los medios.
Sin embargo, también es cierto que hay gerentes que hacen lo que sea, lo que esté a su alcance para ganar. No les importa si es ético o no, siempre y cuando no vaya contra la ley.
Por eso, al momento de la entrevista, usted tendrá que saber descifrar el pensamiento de la persona que lo quiere contratar para saber cómo manejar su aproximación ética al trabajo.
Vida personal: Es posible que en el momento de la entrevista le pregunten acerca de sus pasatiempos, familia, placeres culposos, películas que ha visto, libros que ha leído, su educación, si hay una persona o personas que admiran dentro de su familia, el lugar donde le gustaría vivir, si tiene mascota…
Estas preguntas no tienen nada que ver con sus habilidades y conocimientos. Lo único que buscan es tratar de comprender mejor quién es usted y si realmente estaría contento de trabajar en esa empresa.
Por esta razón, usted debe ir muy bien preparado, tener muy claro lo que va a contar, cómo va a orientar su conversación, cuál imagen desea proyectar.
Alineación de la personalidad: Esta parte no la maneja usted sino quien lo esté entrevistando o quien lo vaya a contratar. Esa persona, basada en todos los puntos anteriores, seguramente va a sacar conclusiones importantes que lo llevarán a decidir si, definitivamente, quiere o no trabajar con usted.
Seguramente va a buscar que usted esté estrechamente alineado con su pensamiento, con su estilo, con los proyectos que quiere sacar adelante y con sus metas de audiencia, comerciales y de marca.
Su futuro jefe no está buscando ser su amigo. Lo que él pretende es alinear su personalidad con la de él para que pueda sentirse seguro de que los dos pueden trabajar bien juntos y lograr sus objetivos.
Conclusión
El trabajo de un director de programación hoy en día es mucho más exigente que antes. Tiene muchos más retos. Tiene muchas más funciones. Como dicen los estadounidenses, tiene más sombreros que ponerse.
Ya no es solo programar la música y hacer un turno al aire. Ahora le toca salir a la calle, coordinar y supervisar el manejo de las redes sociales, acompañar al área comercial en su labor, participar en eventos y transmisiones remotas, entrenar al personal a su cargo, diseñar los turnos, cuidar la puesta al aire y muchos etcéteras más.
Por eso, cada vez los jefes son más exigentes, aunque la paga no sea la mejor.
¿Está seguro de que quiere ser un director?