Una de las cosas que te dirán los gerentes y programadores veteranos es que las palabras importan. Cuanto mayor sea tu posición de poder, más peso llevarás. Sin embargo, necesitas palabras reflexivas para administrar, motivar, alentar e inspirar a quienes trabajan contigo.
Los buenos gerentes, como las mejores personalidades en el aire, son grandes narradores.
Si pretendes comunicarte de manera eficaz debes formular un discurso tan entendible como ordenado. Considera los siguientes aspectos fundamentales:
Todos hemos escuchado a alguien decir «Voy a hacer esto, y luego esto y luego haré mi mejor movimiento al final», ¿Por qué no harías tu mejor movimiento primero?
El público es frágil. Pueden fallar fácil y accidentalmente las expectativas de los oyentes. Si eso sucede, considera que llevará mucho tiempo traerlos de vuelta.
Cada vez que haces un cambio, le das a la audiencia una razón para buscar en otra parte. Sea el cambio para mejor o no, estás alentando al oyente a tomar una decisión. Algunas veces ellos regresan y otras veces no.
Debes interferir con los hábitos de vida de los oyentes para que tu estación sea memorable. ¿Qué puedes hacer o decir que los distraiga de su enfoque que no es de radio y que se vuelvan a enfocar en la estación?
Una gran promoción es como la vida. Lo que necesitas es:
Expectativa: Diles lo que vas a hacer o regalar.
Realización: Lo haces y permites que la audiencia comparta la experiencia.
Memoria: Revives lo que sucedió para que toda la audiencia pueda ser parte de la conclusión.
El hecho de que hagas un punto en voz alta y suene autoritario no significa que tengas razón. Significa que tienes una voz fuerte. ¿Cuáles son los hechos o experiencias que respaldan tu afirmación?
La gratificación instantánea es lo más importante que puedes hacer por tu audiencia. Cuantas más veces presionen el botón de la estación o lo soliciten en un altavoz inteligente y estén satisfechos, más a menudo volverán a escucharte.
Debes saber a dónde vas antes de encender el micrófono.
Los grandes gerentes se comunican con claridad. Son fáciles de entender. Explican el objetivo de un proyecto o directiva, de forma que motive y anime a su realización.
Recuerda que la mayoría de los gerentes exitosos saben cómo utilizar las palabras.
