Recientemente Rick Fink publicó un artículo en Radio Ink acerca de respetar los plazos que se establecen en todos los departamentos, especialmente en el de producción, ya que es común que, por la desidia de algunos, otras personas dentro de nuestro medio siempre tengan que estar laborando bajo presión, lo cual no es justo para nadie. Hay una frase muy cierta que está presente en los locales de reparación y servicio, la cual debería aplicar para cualquier cosa: “La procrastinación de su parte no necesariamente constituye una emergencia de mi parte».
Y sí, somos un equipo dentro de la radio, sin embargo, no es justo que los encargados de enviar a hacer ciertos materiales, en ocasiones estén enfocados en mil y un pendientes y dos días antes de que venza su timeline ante sus jefes, es cuando entran en llamas y te dicen que les “UUUURGE cierto spot”.
En todos los lugares hay emergencias y es entendible, pero ¿dos bomberazos por semana? No lo creo, realmente eso estaría hablando de una muy mala planeación del tiempo. Si tú eres del departamento de producción, establece tus plazos y hazlo saber a toda el área de ventas. Por ejemplo, déjales saber que la orden de un spot bien hecho debe llegar al menos 4 o 5 días antes de la fecha de entrega, en el mejor de los casos.
“Presionar los plazos de forma regular o ignorarlos por completo puede tener efectos graves en una operación. ¡Los ánimos se encienden! Cuando se incumple el plazo, ¿quién tiene la culpa y cómo se soluciona?” menciona Fink.
Es común que el representante de ventas haga un trato de último momento con algún cliente, y medio día antes esté pidiendo que se carguen materiales a la programación del día siguiente. Lo que ese ejecutivo no sabe es que se tienen que hacer múltiples movimientos para empatar la programación, por lo que él simplemente da órdenes dejando un problema ardiente en el área de producción/programación.
¿Cuál es la mejor solución ante esto? Va a ser dura, pero tómala en cuenta, para que no te vuelvan a poner a ‘parir chayotes’ al momento. Simplemente dile al ejecutivo de ventas que no hay tiempo suficiente para que su cliente salga al aire, que negocie otra fecha. Esto hará que, al momento de querer hacer lo mismo cada vez, se cuestionen si realmente vas a quererlos ayudar con su bomberazo.
Los límites en cualquier relación, personal, o laboral, son básicos, ya que harán que aspectos muy puntuales sean respetados, en este caso los tiempos del equipo de programación y producción.
“Los plazos de producción incumplidos o abusados son creados por nosotros mismos cuando no educamos al cliente sobre la necesidad de nuestros plazos. Tener esta conversación con el comprador en el momento de la venta será de gran ayuda”, termina Fink.
Es necesario contar con una política de plazos por escrito, la cual sea firme, justa y que se cumpla realmente.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Rick Fink a través de Radio Ink.