Este fin de semana estaba escuchando en iHeart Radio su canal dedicado al American Top 40 con Casey Kasem, uno de mis ídolos de la radio. En medio del recuento semanal de éxitos, Kasem quiso rendir homenaje al que muchos consideran “el primer disc-jockey de radio de la historia”.
Hablaba de Al Jarvis, un estadounidense que pasó de la fama al olvido y tuvo una muerte realmente triste. Y esa es la historia que quiero contar en este artículo.
Y para comenzar debemos trasladarnos al año 1934, cuando estaba entrando la moda de las llamadas ‘Big Bands’, unas orquestas compuestas por numerosos músicos y que tocaban en vivo en las ‘Salas de Baile’, a las que concurrían los jóvenes de la época a divertirse.
Por esa época la radio ya dominaba el mundo del entretenimiento. Sin embargo, no era habitual que las emisoras tocaran discos, ya que la música que se escuchaba era, en su mayoría, con artistas en vivo en los estudios.
De hecho, cuando se iba a poner un disco al aire, el ente regulador obligaba a las emisoras a advertir que lo que iba a sonar era una grabación. Por eso no existían los disc-jockeys.
Pero justo en ese año llegó a la radio un programa de radio en el que la gente podía escuchar lo que pasaba en un gran salón de baile, con un escenario giratorio en el que había 4 orquestas listas para tocar los éxitos del momento.
Un joven pelirrojo y de baja estatura era el encargado de anunciar cada canción en medio de aplausos y bailarines mientras el escenario giraba y dejaba a la vista del público a la siguiente Big Band.
Lo que mucha gente no sabía al principio era que lo que Al Jarvis estaba haciendo realmente era tocar discos de moda y usar aplausos pregrabados para simular esa gran fiesta.
Quién era Al Jarvis
Al Jarvis nació en Rusia en 1909 y emigró a Estados Unidos vía Canadá, donde comenzó a trabajar en un banco. Había hecho algo de actuación en la escuela secundaria y fue escogido entre varios participantes para actuar en el Teatro Comunitario de Pasadena, donde era considerado extremadamente talentoso.
Consiguió su primer trabajo como locutor de radio alrededor de los veinte años al responder un anuncio en un periódico, y luego se unió a la estación KFWB de Warner Brothers. Pronto desarrolló un estilo informal al aire, utilizando información que obtenía de revistas como Billboard y Variety.
A mediados de 1934, el director de la emisora, Jerry King, le pidió al personal que presentaran ideas para hacer programas nuevos.
Jarvis propuso usar música grabada para construir un salón de baile imaginario, con la idea de hacer sentir a los oyentes que podían estar deslizándose en una gran pista de baile acompañados de un animador o maestro de ceremonias.
Aunque el ente regulador de la radio obligaba a que los locutores que presentaban música grabada tenían que decir antes de cada canción que esta provenía de un disco, Jarvis encontró la forma de hacer ese anuncio solo al inicio del programa y no antes de cada tema.
El programa se llamó “Make Believe Ballroom”, que al español podría traducirse como el “Salón de baile imaginario”.
En una entrevista con la revista Interview, Jarvis dijo: “Se me ocurrió el formato del ‘Make Believe Ballroom’, un programa que consiste en cuatro quioscos de música giratorios. No pasó mucho tiempo antes de que el propio Bing Crosby me llamara y me pidiera que pusiera a sonar unas cuantas de sus canciones”.
Los oyentes podían escuchar de fondo los ruidos tradicionales de una sala de baile, el movimiento de los músicos y del público y los aplausos de la multitud, los cuales estaban pregrabados. La presentación de los artistas y sus canciones, así como la conversación al aire se hacía en vivo, de manera improvisada.
La idea, una de las instituciones más perdurables de la radio estadounidense, comenzó a ser copiada por disc-jockeys de todo el país, sobre todo por Martin Block, que trabajaba en la radio de Los Ángeles cuando Jarvis concibió el programa.
Block se mudó a Nueva York y comenzó un programa similar en WHEW, reclamando el crédito por su “invento” y usándolo para impulsarse a sí mismo a la fama y la fortuna, autonombrándose como el “primer disc-jockey millonario”.
De hecho, hoy en día muchos consideran a Block como el primer disc-jockey de la historia, pero como vemos, realmente su éxito y su fama provienen de la copia que hizo de la idea original de Jarvis.
Su influencia en la música
Debido al amplio uso de discos, Al Jarvis pronto comenzó a ser llamado en las columnas de radio de Los Angeles Times como «El Hombre de los Discos», y la exposición en su ‘Make Believe Ballroom’ fue fundamental para el éxito de muchas estrellas de la época, entre ellas el legendario Benny Goodman.
Goodman, que por esos días solo tenía 25 años, organizó su primera gira nacional como líder de una banda en 1934 pero le fue muy mal. Al año siguiente trató de hacer una gira similar, pero también fracasó.
Sin embargo, cuando fue a tocar al salón de baile Palomar de Los Ángeles, se desató la locura. La gente había escuchado su música en el programa de radio de Jarvis y así la orquesta se convirtió, de la noche a la mañana, en la más importante en la historia de la música popular estadounidense.
Y lo mismo sucedió con otras de las grandes orquestas de la época. En 1938, Stan Kenton se unió a Vido Musso, exsaxofonista de Goodman, para formar una nueva orquesta bajo el patrocinio de AI Jarvis. Al principio, muchas emisoras no querían pasar su música, pero Jarvis lo conectó con Nat King Cole.
Por otro lado, y debido al clima racial de la época, los músicos negros tenían dificultades para conseguir que sonara su música en la radio, y Jarvis fue uno de los pocos disc-jockeys que lo hizo.
Según Lionel Hampton, “dejaba que todos los músicos negros vinieran a hacer entrevistas en su programa de radio. Era muy liberal al respecto. Les daba mucho juego a los negros. Era una persona muy liberal; no creía que hubiera una línea de color”.
De hecho, su visión inclusiva lo llevó a convertirse en vicepresidente del Inter-Racial Film and Radio Guild, una organización formada para proteger los intereses de las minorías en las industrias del entretenimiento.
Parte de la popularidad de Jarvis dentro de la industria de la música fue, sin duda, su afinidad por las Big Bands. Según Charlie Barnet, director de orquesta, “Al Jarvis fue probablemente el primer disc-jockey en tocar discos de grandes bandas de Swing, y fue uno de los impulsores de ese género musical”.
Crece la audiencia
El 4 de marzo de 1944, Jarvis presentó el primer programa realizado con discos en una gran cadena nacional. Si bien hasta ese momento era común que las emisoras se enlazaran para transmitir conciertos de artistas en vivo, nadie había hecho un programa nacional usando música grabada.
“Down Beat Derby” se transmitió en la Don Lee Network, una cadena de 35 estaciones afiliadas a Mutual y que se extendía desde California hasta Idaho. Dos años más tarde, organizó el primero de varios espectáculos llamados “Make Believe Ballroom in Person” en el Hollywood Bowl de Los Ángeles.
Las ganancias se destinaron a obras de caridad.
Dados sus contactos musicales con él, no sorprende que Jarvis también estuviera involucrado en otros campos del entretenimiento y creara una de las primeras tiendas de discos del país.
Poco después de concebir su “Make Believe Ballroom”, se asoció con Eleanor Roycroft para abrir su tienda Hollywood House of Music, que promovía en su programa a cambio de los discos que tocaba al aire.
En 1937, unió fuerzas con Glenn Wallichs y abrió un pequeño estudio en el segundo piso de su tienda de discos. Después construyeron un estudio de transmisión en el mismo lugar, desde el cual Jarvis comenzó a transmitir su Make Believe Ballroom para la KFWB.
Solo para tener en cuenta, Glenn Wallichs y su padre Oscar abrieron la primera de varias tiendas Music City en Hollywood, un lugar frecuentado por la gente involucrada en el negocio de la música y evolucionó hasta convertirse en la cadena de tiendas de discos más grande de los Estados Unidos.
Fue tal el éxito de Wallichs que se unió a Buddy DeSylva, productor de Paramount Pictures, para iniciar Capitol Records en 1942. Los primeros artistas que firmaron con el sello fueron los protegidos de Jarvis, Nat King Cole y Stan Kenton.
Jarvis descubre la televisión y Betty White
A finales de los años 40 llegó la televisión con fuerza. Jarvis, que había innovado en la radio, vio allí una gran oportunidad, convirtiéndose en la primera personalidad de la radio de la Costa Oeste en hacer la transición.
No solo fue el primer video-jockey de la Costa Oeste, sino uno de los primeros del país. En 1947 solamente había en Los Ángeles 3.000 televisores, pero al canal KTLA-TV se le ocurrió hacer un programa de videos.
La idea era tener un presentador que anunciaba cortometrajes musicales con sonido y presentaba estrellas invitadas que ‘doblaban’ sus éxitos haciendo fonomímica. Gracias a su experiencia en la radio, no necesitaba guiones ni libretos, y demostró que un programa de televisión se podía realizar con lenguaje improvisado.
En 1949, Don Fedderson, quien había sido gerente de la emisora KLAC cuando retransmitía el “Make Believe Ballroom”, le pidió a Jarvis que presentara un programa de televisión diario de cinco horas en KLAC-TV. El programa se llamaba “Hollywood on Television”, aunque se hizo más conocido por sus iniciales “H. O. T.”
Jarvis necesitaba un asistente y quedó impresionado por una joven que había visto en un programa: Betty White.
HOT usaba solo una cámara y, durante sus 5 horas de duración, todo lo que se hablaba era improvisado. Para rellenar un espacio tan largo, Jarvis decidió poner discos al aire. Mientras sonaba la música, el público veía a Jarvis y White conversando en el escenario.
A pesar de ser una idea tan sencilla, el programa fue un éxito inmediato. Al poco tiempo, y viendo la respuesta del público, Jarvis eliminó los discos y recurrió a sus amigos de la industria de la música para presentarlos como estrellas invitadas.
Además de las entrevistas con celebridades, HOT incluía resultados de carreras hípicas, que publicaba en una pizarra, noticias, concursos de deletreo y hasta consejos de un quiropráctico.
Pero luego de poner discos al aire e invitar estrellas a su programa de televisión, a Jarvis se le ocurrió una idea que, en ese momento, era realmente novedosa. En 1954, Jarvis creó “Hi Jinx”, uno de los primeros programas vespertinos de baile para adolescentes en televisión.
Además de su trabajo televisivo, Al Jarvis apareció en al menos tres películas. La primera, de 1949, fue “Make Believe Ballroom”, cuya historia involucraba un concurso musical organizado por Jarvis para su programa de radio, y sirvió para lanzar grandes estrellas de la música.
La decadencia del disc-jockey
A pesar de su trabajo en televisión, sus raíces permanecieron arraigadas en la radio, pero su vida profesional comenzó a marchitarse cuando el medio cambió irrevocablemente en la década de 1950.
La programación de radio se modificó de manera drástica con la llegada del formato Top 40, ya que muchas emisoras encontraron en esa fórmula de “solo éxitos” un suceso inmediato.
En este formato, creado por Todd Storz, ya no eran los disc-jockeys quienes escogían la música que iban a poner al aire, sino que ahora existía la figura del programador, cuya playlist debía ser seguida al pie de la letra por los locutores.
Esta nueva forma de hacer radio les quitó mucho poder a los disc-jockeys, que ahora solo se dedicaban a animar al público y anunciar los títulos y los intérpretes de las canciones. Su influencia como promotores de artistas y canciones fue disminuyendo de manera ostensible.
En 1956 KLAC, la emisora donde trabajaba Jarvis, dejó de lado a las grandes personalidades de la radio y se dedicó a ‘moler’ los 30 éxitos más populares del momento. El presidente de la estación, Mortimer Hall, afirmó que «la mayoría de los oyentes quieren escuchar solo los discos más vendidos… Así que, de ahora en adelante, KLAC presentará solo los éxitos del mundo«.
Jarvis fue uno de los damnificados con la medida y fue despedido.
En marzo de 1958 se llevó a cabo la Primera Convención Anual de Disk-Jockeys en Kansas City, siendo el principal punto de discusión esta reestructuración de los formatos de radio.
Muchos se estaban rebelando contra la fórmula Top 40, que veían como un movimiento para despreciarlos como personalidades de radio al limitar sus intervenciones a presentaciones impersonales de los sencillos más vendidos.
Al mes siguiente, los disc-jockeys veteranos Gene Norman y Dick Haynes también abandonaron KLAC, alegando que “la radio estereotipada no deja oportunidad para ser creativo e interesante”.
Mortimer Hall, el presidente de la emisora, declaró sin rodeos que “los días del disc-jockey habían llegado a su final”. En 1959 KFWB, la emisora donde hizo sus inicios Al Jarvis, comenzó a usar un computador Univac para desarrollar su programación.
El triste final de Jarvis
De esta forma, y con la llegada del formato Top 40, la carrera radiofónica de Al Jarvis se desvaneció a partir de 1958. Dirigido a adolescentes, el formato no le sentaba bien a Jarvis, que ya tenía 49 años.
Siguió trabajando de manera esporádica en numerosas emisoras de baja potencia durante los años siguientes. También continuó su trabajo televisivo hasta 1960 con un programa de entrevistas nocturno que, si bien obtuvo números respetables en KABC, se vio abrumado por la popularidad de Jack Paar.
El último turno al aire de Jarvis fue en la emisora de radio KEZY de Anaheim, California, donde demostró que todavía podía entregar algo de su vieja magia. La diferencia es que ahora desarrolló una audiencia de amas de casa que lo recordaban con cariño al haber acompañado sus locos años de la adolescencia.
Esas mismas señoras, muy leales a Jarvis, hicieron una gran manifestación frente a la emisora cuando los dueños decidieron venderla para cambiar su programación, en 1964.
Jarvis, ahora sin trabajo y olvidado por la gran industria que ayudó a levantar, tuvo que dedicarse a tareas muy distintas a las que estaba acostumbrado, primero como ejecutivo de ventas en algunas emisoras de pueblo y después como vendedor puerta a puerta de cosméticos de la marca Holiday Magic.
La exestrella de radio nunca perdió su amor por la animación, pero un intento de regresar a la radio terminó tristemente en 1969.
Molesto, deprimido y desesperanzado, Jarvis se paró durante horas frente a la emisora KMPC con un cartel que decía «Debería haber un lugar para mí en la radio» y les contó a los periodistas sobre una idea para un nuevo programa.
“Se llama Soundscope y atraerá a preadolescentes, adolescentes y adultos. Sé que funcionará y quiero tener la oportunidad de probarlo en alguna estación de radio en Los Ángeles”.
Pero cuando ni KMPC ni ninguna otra estación mostraron interés, la carrera del personaje de radio más innovador de la costa oeste norteamericana y precursor de los disc-jockeys en todo el mundo, terminó.
Su legado
Aunque Al Jarvis ciertamente no fue el primero en reproducir música grabada en las ondas de radio, todavía se debate exactamente quién tiene el derecho más legítimo a esa distinción.
Muchos creen que el concepto de disc-jockey como se conoce hoy lo creó Martin Block, tal como lo referencié en mi artículo de marzo de este año llamado “La historia del Disc-jockey y su importancia en la radio”.
Sin embargo, quienes trabajaron con Al Jarvis tienen una perspectiva diferente. Según Bob Weiss, un reconocido periodista y comentarista de radio, Jarvis fue “el precursor de lo que luego se convirtió en disc-jockeys en Estados Unidos y en la forma en que transmiten. Se podría decir que fue realmente reconocido como el primer disc-jockey importante de su género”.
Weiss también lamentó que Martin Block ni la industria de la radio en general le dieran el crédito a Jarvis como creador del “Make Believe Ballroom”.
«Siempre me perturbó mucho ver que Martin Block se llevaba el crédito cuando en realidad solo lo había copiado. No creó ni originó, él imitó. Cuando volví al este, escuché a Martin Block y dije ‘Es increíble, no es capaz de darle el crédito a Al. Este era el programa de Al. Block simplemente lo tomó y lo copió exactamente”.
Su muerte
El 23 de abril de 1970, Al Jarvis sufrió un infarto y murió en un hospital de Newport Beach. Irónicamente, en el momento de su muerte se estaba organizando un evento para homenajear al Hollywood Palladium, con muchas de las estrellas que Jarvis lanzó como disc-jockey.
Ted Quillin, un disc jockey que trabajó con él en KFWB antes del cambio de formato a Top 40, creía que Jarvis murió con el corazón roto cuando ya no pudo conseguir un programa de radio. Bob Weiss estuvo de acuerdo. “Murió con el corazón roto por la forma en que lo trataron en los últimos años de su vida”.
Conclusión
Aunque nunca recibió elogios otorgados a otros locutores importantes de las décadas de 1940 y 1950, muchos de los cuales ganaron fama a través de las cadenas de radio, Al Jarvis fue una de las personalidades de radio y televisión más innovadoras de Estados Unidos.
Se le ha llamado “el verdadero primer disc-jockey”.
Que sea esta la oportunidad para invitar a hacerle un reconocimiento a todas las estrellas de la radio que forjaron nuestro camino y que, gracias a su gran esfuerzo, innovación e influencia, nos abrieron las puertas y sembraron en nosotros la pasión por la radio.