Mujeres: grandes protagonistas de la radio

La radio, en general, ha sido manejada por hombres. Sin embargo, dos de las emisoras favoritas de mi adolescencia en Medellín fueron programadas por una mujer. Radio Colibrí, con su música estilizada, y Radio Disco, con los éxitos del momento, eran magistralmente programadas por Gloria Sarrazola.

Ella tenía un gusto muy especial por la música. Vivía al día con las últimas tendencias y de esa forma no solo podíamos escuchar los exitos en español del momento, sino que comenzó a importar algunos en inglés.

Desde entonces he sentido una gran admiración por el trabajo de las mujeres al frente de las emisoras musicales y, afortunadamente, he tenido la oportunidad de haber compartido grandes éxitos gracias a su labor.

Claro, a lo largo de la historia las mujeres han sido protagonista de nuestro medio favorito. A mediados y finales de la década de 1930, las mujeres que trabajaban en la producción de radio ganaron prominencia como productoras, directoras, escritoras e intérpretes.

Hablo de una época en que se alentaba a la mayoría de las mujeres a quedarse en el hogar como amas de casa y madres; muchas de estas pioneras de la radio eran mamás que tenían que administrar sus propios hogares.

A pesar de que en la navidad de 1906 se realizó la primera transmisión de voz a grandes distancias, fue solo a partir de 1920 que se dieron las primeras transmisiones regulares con programas de entretenimiento y se escucharon los primeros locutores.

Y a pesar de que las primeras voces que se escucharon en el nuevo medio eran masculinas, desde Cuba llegaron las primeras voces femeninas.

A una mujer isleña se le atribuye ser la primera anunciadora radial de América Latina. Se trata de Zoila Casas Rodríguez, aunque otras fuentes citan a otra cubana, Esther Perea de la Torre, como la primera locutora del mundo.

El caso es que la mayoría cree que Zoila Casas Rodríguez fue la primera mujer que habló por radio. Fue la primera anunciadora, locutora y narradora de Cuba y al parecer de todo el continente americano.

Esta fue una gran hazaña en una época en que la profesión era estrictamente masculina. Incluso se estima que Estados Unidos -que era uno de los pocos países con plantas de radio- tardó años en permitir a una mujer tomar un micrófono.

Zoila transmitió por primera vez una noche de 1922 en su propia casa a través de la emisora creada por su padre, el notable flautista, compositor y director de bandas, Luis Casas Romero. Zoila leía un boletín meteorológico, daba la hora y presentaba piezas musicales reproducidas por un gramófono. También narraba cuentos para niños. El primer cuento que transmitió fue “Pinocho”.

Años después Zoila entró en un convento donde pasó como monja el resto de sus días. Su hermana María Luisa Casas Rodríguez fue una de sus tantas sucesoras, quien sí se dedicó con extraordinario éxito y por entero a la radio desde la Voz del Aire, también en la década de los 20.

Y aunque cada país tiene su historia, en el caso de Colombia se le atribuye el título de primera locutora a María Emma Revollo Samper, una culta mujer barranquillera, quien solo tenía 23 años cuando comenzó a trabajar en la HKD de Barranquilla, la primera emisora comercial del país.

Luego pasó a La Voz de la Patria, la Emisora Atlántico y La Voz de la Víctor, entre otras. Su programa más destacado fue “La Hora del Agrado” donde permaneció 34 años como directora. Fue también pionera de la radio para niños y se destacó con su programa “La hora Infantil” entre 1930 y 1931.

Revollo tuvo un énfasis radial cívico y social. Comentaba en los micrófonos de manera respetuosa sobre los gobernantes, pues creía con firmeza que la radio es un canal para educar, orientar y plantear ideas que contribuyan al progreso de una ciudad o un país, y no para insultar.

Decía que para que a una mujer la respetaran y le creyeran en la radio debía ser una persona de temple y altiva, que eran unas de sus grandes cualidades.

Como locutora fue distinguida como “La novia del micrófono”. La Sociedad de Mejoras Públicas de Barranquilla le confirió la medalla “Honor al mérito” por su consagración a la radio y como impulsadora del país.

Después de ella, y con gran influencia de la radio cubana, empezamos a escuchar en Colombia y en Latinoamérica en general grandes voces femeninas, locutoras, presentadoras, comentaristas, radioactrices que nos emocionaban con sus voces.

Pero más allá del sinnúmero de locutoras que han existido en nuestro país, hoy, al conmemorarse el Día de la Mujer, he querido mencionar algunos talentos con quienes he trabajado a lo largo de mi carrera en radio.

Día Internacional de la Mujer

Ante el comercialismo que cunde en el mercadeo, es importante señalar que esta conmemoración no se trata de un tema comercial.

Sí, estamos dados a tomar este tipo de fechas como una ocasión para entregar regalos, invitaciones, flores y otros detalles, pero quienes así lo hacen probablemente no han profundizado en la importancia de esta conmemoración.

Y es que hemos venido olvidando la importancia de estas fechas. Les hemos dado un significado muy diferente al que se pretendía cuando fueron creadas.

Y esto no pasa solamente con el Día de la Mujer. Las fiestas patrias, las celebraciones religiosas, incluso fechas como el Día de la Madre o del Padre y hasta el Día de los Enamorados, más allá de una maratón comercial o un día de descanso, fueron creadas para resaltar los hechos ocurridos en esos días.

En el caso específico del Día Internacional de la Mujer, este fue declarado el 8 de marzo por las Naciones Unidas en 1975. Dos años más tarde se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional.

En Estados Unidos se celebra oficialmente tan solo desde 1994, a pesar de que es en aquel país donde se encuentran los orígenes de la conmemoración. ¿Por qué se eligió ese día?

La explicación más verosímil se remonta a mediados del siglo XIX, en plena revolución industrial. El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema ‘Pan y rosas’ para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.

Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos, y distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de entonces.

El episodio también sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo.

Para este 2022, la UNESCO celebra este día bajo el lema “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”, reconociendo la contribución de mujeres y niñas de todo el mundo que están liderando la carga en la adaptación, mitigación y respuesta al cambio climático, para construir un futuro más sostenible para todos.

Pero también es una fecha importante para:

• Concientizar a propietarios de estaciones de radio, ejecutivos, periodistas y gobiernos a desarrollar políticas y estrategias en materia de género para la radio.
• Eliminar estereotipos y promocionar la representación ecuánime de la mujer en la radio.
• Desarrollar las habilidades para la producción radial en jóvenes, especialmente en mujeres como productoras, conductoras y reporteras.
• Velar por la seguridad de las mujeres que ejercen como periodistas en la radio.

Los talentos femeninos con quienes trabajé

A lo largo de mis años en radio he tenido la oportunidad de trabajar con grandes talentos femeninos, y no hablo solo de las locutoras, presentadoras y periodistas sino de excelentes programadoras de emisoras musicales.

Desde mi cargo como director nacional de emisoras musicales en las 2 más grandes cadenas radiofónicas del país tuve el privilegio de trabajar con talentos muy especiales, de quienes tuve grandes aprendizajes y a quienes admiro por la seriedad y la dedicación que le ponen al trabajo.

Vickytrú, ‘La Supersónica’

La primera mujer con la que trabajé en radio fue Vicky Trujillo, una mujer con una personalidad fuerte, llamativa, que se salió de los moldes para crear un personaje al aire imposible de imitar.

Estando en la Súper Estación de Medellín, ella se hizo llamar ‘La Supersónica’, nombre artístico con el que ayudó a lanzar el fenómeno del llamado ‘Rock en Español’ de los años 80 y 90.

Cuando en Veracruz Estéreo quisimos entrar a poner ese género en nuestra programación, Vicky fue la opción perfecta. Detrás de su pinta estrafalaria y colorida había una comunicadora graduada muy inteligente y con gran facilidad de expresión, con una voz fuerte y alegre.

Ha hecho radio, televisión y prensa, y es habitual verla haciendo mezclas en bares de Medellín, pero esa popularidad nunca se le subió a la cabeza y, por el contrario, en su vida personal es bastante reservada. De hecho, ha dejado la rumba de su juventud por el ciclismo de montaña, que es su gran pasión.

Pero también se ha convertido en un referente para muchas mujeres al mostrar su independencia y su fuerte personalidad sin posar de diva.

Deysa Rayo

Luego, cuando fui nombrado director de Radioactiva en Bogotá en 1989, me encontré con Deysa Rayo, con un talento del otro mundo. Otra comunicadora social con una voz muy cálida y una risa contagiosa, pero sobre todo con una habilidad especial para interactuar con la audiencia.

Cuando llegué a Radioactiva, lo primero que hice fue tratar de organizar una parrilla de locutores que acompañaran a la audiencia a lo largo del día, y que tenía que ser muy fuerte para competir contra la emisora número 1 de la época, 88.9 Súper Estéreo.

El único horario que no me preocupaba era el de la amanecida. Allí estaba Deysa con un programa que acompañaba a quienes tenían que trabajar o estudiar en la noche o que, por algún motivo, no podían dormir.

Su programa “A que no me duermo” fue un gran referente de la radio, no solo en el ámbito juvenil. Allí desarrolló una gran personalidad y acompañó a varias generaciones siempre con el respeto y los temas que se salían de las banalidades tradicionales de la radio orientda al público joven.

En algún momento ella quería estar trabajando en el día. Su horario, de 10 de la noche a las 6 de la mañana, era realmente duro. Eso era entendible, pero yo tenía que mantener ese espacio al aire, que era parte del gran éxito de la emisora. Creo que ella nunca me lo perdonó…

Joyce Lozano

Otro gran talento con quien tuve la oportunidad de compartir experiencias fue Joyce Lozano.

Si bien las dos mujeres que mencioné arriba han sido grandes presentadoras de radio, con Joyce ya pasamos a otro plano: no solo la contratamos como locutora, sino que fue la directora de Radioactiva Barranquilla.

A Joyce la conocí por una extraordinaria situación. En su búsqueda de talentos para competir contra Radioactiva, La Superestación la hizo viajar a Bogotá, pero al final no fue contratada. Justo por esos días estábamos abriendo Radioactiva Barranquilla y yo no conocía a nadie allí que nos pudiera ayudar.

Gracias a que no fue contratada por nuestro competidor pudimos conseguir la persona más idónea para el cargo que estábamos buscando, y no nos equivocamos. Al poco tiempo la emisora ocupaba los primeros lugares en esa ciudad.

Joyce también es comunicadora social graduada, y luego de la desaparición de Radioactiva hace muchos años se ha desempeñado como directora de programación de Radio Tiempo en Barranquilla, otra emisora supremamente exitosa.

Tiene una voz espectacular, dulce y de tono bajo, pero además ha sabido manejar los numerosos talentos que han estado bajo su mando, inspirando a la Organización Radial Olímpica a crecer esta marca en diferentes ciudades del país.

“La programación la hago diariamente, y varía mucho dependiendo, por ejemplo, del clima”, le dijo al diario AlDía en una entrevista.

“Si llueve, esto se convierte en un aspecto que revuelve las emociones y pone a algunos nostálgicos, así que llaman y estallan en llanto”, añade, y termina diciendo: “Pero no todo es lágrimas. También río con ellos. Esta es una labor que disfruto mucho y que pienso hacer hasta que Dios me lo permita”.

Esa cercanía con sus oyentes le ha permitido compenetrarse emocionalmente con ellos, resaltando uno de los grandes valores que tiene la radio: una gran compañía.

Dalia Bernal

Y no podía dejar por fuera a Dalia Bernal, una mujer que empezó como muchos en radio: ayudando en una emisora sin que le pagaran. En una emisora de San Gil, su ciudad natal, se enamoró de este medio y comenzó su astronómica carrera que la ha llevado a tener la emisora con más audiencia en Colombia.

A Dalia la conocí en Caracol, cuando dirigió La Vallenata, la única emisora que logró arrebatarle el primer lugar de audiencia que tuvo Tropicana entre 1995 y 2005.

A Dalia siempre la tuvimos como uno de los grandes talentos de la empresa hasta que llegó una nueva administración a inicios de los 2000 y decidieron quitarle la emisora y darle como premio de consolación la dirección de esa emisora en Bucaramanga.

Allí, Dalia tomó revancha al ser contratada por Olímpica, emisora que llevó al primer lugar tan pronto comenzó a manejarla.

Su éxito fue tan grande que sus jefes decidieron llevarla a Bogotá a darle un respiro a esa marca que pasaba por el peor momento de su historia, luego de una serie de cambios de programación que no funcionaron.

El éxito se demoró en llegar, pero cuando lo consiguió se aferró sólidamente en ese primer lugar que ha mantenido por varios años y que podría estar cerca del millón de oyentes diarios en el próximo ECAR, que está a punto de salir.

Dalia, además de su trabajo en Olímpica, es una emprendedora: para escapar del estrés de su trabajo creó una línea de ropa para dormir bajo el nombre de Pijamas Dalia Bernal, una especie de terapia que la aleja de sus problemas y la lleva a compartir tiempo de calidad con su esposo, el cantante de vallenatos Penchy Castro, y sus dos hijos, Nicolás y Juan Sebastián.

Y muchos otros talentos femeninos…

Aunque la dirección de las emisoras musicales, en su mayoría, ha sido encomendada a hombres con grandes talentos, la verdad es que muchas mujeres han hecho una gran labor en este campo. Su gusto por la música, su liderazgo al armar sus equipos, su sensibilidad, su orden y su seriedad al frente de sus emisoras son características claves en su éxito.

Connie Ossa es una sicóloga frustrada que terminó apasionada por la radio. Sus juegos de niña giraban alrededor de la radio. En 2004 asumió la dirección de Radio Uno en Cali y la tuvo en el primer lugar durante 4 años.

Gracias a su éxito fue llamada por Caracol para manejar Tropicana con mucho ´`éxito y luego participó en el lanzamiento de Bésame en esa ciudad. Gracias a su excelente desempeño allí fue llevada a Bogotá a manejar esa marca.

Otra mujer que llegó a la radio, pero en este caso de manera inesperada, es Catherine Calixto, quien venía de hacer producción de televisión cuando se le encomendó la dirección del proyecto multimedia de La Kalle, que ha sabido llevar a primeros lugares en Bogotá.

Vicky Perlaza fue número 1 en Cali con La Vallenata. Su compañera de trabajo, Aleyda Salcedo, también logró grandes audiencias al mando de Caracol Estéreo en esa ciudad. Dianamer Pizza ha logrado un gran éxito en Medellín con El Sol, de donde ha exportado talentos a otras ciudades. Karen Londoño ha sido número 1 en Tunja desde que se le encomendó, hace años, la programación de Radio Uno en esa ciudad.

Pero una mención especial se merecen 3 mujeres que, además de ser excelentes talentos al aire, han demostrado a través de los años su gran influencia y manejo, pasando de ser directoras de programación a cargos directivos importantes en sus empresas.

Blanca Luz Holguín, quien se pensionó hace pocos meses, creó el formato que en Colombia se llama “Cross-over” en la emisora Cristal Estéreo de Medellín cuando era muy joven, antes de sus 20 años.

Con su liderazgo llegó a Bogotá y durante varios años dirigió las emisoras musicales de RCN, y luego se encargó de manejar los eventos y activaciones de esa empresa. Blanca Luz descubrió e impulsó numerosos talentos a su cargo en todo el país y ayudó a crear algunas marcas exitosas de RCN.

Por su parte, otra mujer que comenzó muy joven es Tatiana “Tata” Solarte. Desde antes de su mayoría de edad, igual que Blanca Luz, comenzó a trabajar en radio por pura pasión. Su labor como corresponsal de los colegios de Cali para Radioactiva y luego Tropicana le permitió comprender los gustos cambiantes de la gente joven.

Esa experiencia le permitió llegar a Bogotá, donde fue impulsada a participar en programas de capacitación en liderazgo y habilidades gerenciales, lo que le permitió combinar su talento innato de radio con el manejo estratégico requerido para sacar las marcas adelante.

¿Y con quiénes me hubiese gustado trabajar? Primero que todo con Gilma Velásquez, pionera entre las mujeres de la dirección de emisoras musicales gracias a su trabajo con Todelar, RCN y Caracol.

También me hubiera encantado trabajar con Karen Vinasco. De hecho, cuando salí de Caracol en 2008, estuvimos en conversaciones para prestarle una asesoría de radio a Candela y Vibra, las emisoras de Radiópolis en Bogotá que ella maneja, pero al final fui contratado por RCN y perdí esa oportunidad.

Gisela Durán siempre se distinguió por su trabajo serio en una emisora única en su clase: Melodía Estéreo. Y otra mujer con quien me habría encantado haber trabajado es la talentosísima Magally Nazari, directora de Olímpica en Cali, a quien quisimos hacerle el lance en RCN hace unos 10 años, pero no logramos contratarla.

Conclusión

Solo he mencionado algunos de los talentos femeninos con quienes he tenido la fortuna de trabajar y compartir grandes momentos de radio. Directoras carismáticas, empoderadas, luchadoras y muy exitosas, que han entendido el negocio de la radio, pero lo han manejado con la sensibilidad que solo una mujer puede lograr.

Entre los talentos femeninos habría muchos nombres por mencionar, pero me alargaría demasiado, y esta nota solo quería aprovechar sus nombres para rendir un pequeño homenaje de reconocimiento a su invaluable trabajo.

Y aunque se hace hincapié en no hablar de ‘celebración’ en esta fecha, sí creo que hay que celebrar que tantas mujeres hayan hecho tanto por la radio, y que sirva como invitación a involucrarlas más no solo como talentos al aire sino en cargos directivos.

Su seriedad, la confianza que inspiran, su liderazgo natural y ese cuidado especial que ponen a las tareas que se les encomiendan hacen de ellas una decisión lógica para su contratación, capacitación y proyección al éxito.

Pero también hay un deniominador común entre todas ellas: estudiaron, se capacitaron, se preocuparon por ser profesionales y hoy en día queda demostrado que su esfuerzo valió la pena.

¡Gracias por su inspiración!