Por lo general, siempre estamos buscando qué hacer para atraer nuevos oyentes y retener a los que actualmente tenemos. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar en lo que podríamos estar haciendo mal.
¿Qué podríamos estar haciendo para espantar a nuestros oyentes sin que nos demos cuenta?
- Apagar los transmisores
Suena obvio, pero hay emisoras en las que el departamento de ingeniería no entiende que los apagones por arreglos y ajustes técnicos no se deben hacer, hasta donde sea posible, durante el día.
No haga pruebas de sonido al aire en horas comerciales. No ensaye un equipo nuevo en el día. Hágalo tarde en la noche, en la madrugada o en el fin de semana.
- Poner más comerciales
Es cierto: la radio vive de la publicidad. También es verdad que la gente se entera de rebajas, promociones y productos nuevos a través de ella. Pero lo más real es que los oyentes se van a buscar otras opciones cuando la carga comercial es demasiado grande.
Varios estudios han comprobado que el público prefiere varias tandas con pocos comerciales en lugar de pocas tandas con muchos comerciales.
- Hacer promos de 1 minuto o más
La verdadera creatividad de un productor se demuestra cuando es capaz de hacer una promo corta, con pocas palabras y pocos efectos. En radio, hoy más que nunca, el tiempo es oro.
Y recuerde que las promos llenas de efectos, láseres, efectos de sonido y explosiones solo les gustan a quienes las producen. El público puede sentirse molesto cuando se abusa con esa producción exagerada.
- Emplear lenguaje vulgar y chistes groseros en emisoras que se supone que son ideales para toda la familia
A los jóvenes les gusta el doble sentido y el lenguaje explícito, pero a los adultos, especialmente a los padres de familia, les molesta. Usted puede ser igual de divertido sin tener que recurrir a lenguaje obsceno.
Además, tenga cuidado con el manejo general de su lenguaje. Hoy el público está muy susceptible al lenguaje racista, no inclusivo, que denigre de las mujeres, de los discapacitados, de las personas homosexuales.
- Incorporar humor político en las promos de una emisora musical
No es lo más común, pero hay emisoras que lo hacen. La política divide, y lo que a unos les gusta a otros les puede sonar ofensivo. Más aún en medio de la polarización que se vive hoy en día.
Mi abuela me decía: “No hables de política ni de religión en tus conversaciones con otras personas”. Cuando abrimos el micrófono les estamos hablando al oído a nuestros oyentes. Esa frase aplica perfectamente para la radio.
- Solo hablar de concursos y promociones
La gente llega a su emisora por la música y por los contenidos que usted entrega. Para las rifas están las loterías. Un concurso debe ser una forma de entretener a su audiencia y crear recordación de marca, pero no va a atraer oyentes nuevos.
Prepare lo que va a decir. No le haga perder tiempo al oyente con frases trilladas y muletillas. Si no lo engancha en los primeros 8 segundos de lo que usted dice, se irá a otra emisora o a una plataforma diferente.
- Bajar de rotación los éxitos demasiado pronto y poner en alta rotación canciones nuevas de artistas desconocidos
Quienes trabajamos en radio nos cansamos más rápido de las canciones que el público. Nosotros escuchamos las emisoras nuestras y de la competencia todo el día. Los oyentes solo nos escuchan un rato.
Y en cuanto a las canciones nuevas: ¿recuerda la primera vez que probó una cerveza? Su sabor era horrible, pero con el tiempo le fue cogiendo el gusto. Lo mismo pasa con la música. Para un oyente normal, una canción nueva es, en general, una canción mala.
- Tener una mala producción
Malas voces; mala música de fondo; tratar de imitar a la emisora líder; textos que no dicen nada; exceso de efectos de sonido; jingles mal hechos, solo porque se los regaló un artista; no vender los beneficios de la emisora.
Su comunicación promocional debe tener una estrategia. No es crear piezas llenas de ruido y efectos. Hoy, más que nunca, lo que interesa es el mensaje que usted envía, la forma como vende su marca. Ante todo, venda sus beneficios.
- Tocar las mismas canciones a la misma hora todos los días
Hay que revisar la programación a fondo todos los días. Si tiene un software de programación, aproveche todas las herramientas de las que dispone.
La gente llega a su emisora por la música. Cuide su programación. Haga los cambios que haga falta antes de ponerla al aire. Si usted es el director, no delegue esta responsabilidad o, al menos, tómese todo el tiempo necesario para revisarla.
- Creer que el software de programación es el que manda.
Si usted es quien programa la música, dígale al software qué es lo que usted quiere. Conozca cómo funciona. Si ‘heredó’ una estrategia de programación, revísela y haga los cambios necesarios para que se adapte a su estilo y necesidades.
Es cierto: el software no piensa. No tiene alto. Es solo un robot que obedece sus órdenes. Si la programación no sale como usted quiere es porque usted no sabe manejar el software. Investigue, ensaye, equivóquese y aprenda de sus errores.
- Creer que los únicos competidores son las otras estaciones de radio
No estamos en el negocio de la radio. Estamos en el negocio del entretenimiento. El cine, los parques de diversiones, la televisión, Youtube compiten contra nosotros. Y obviamente lo hacen las plataformas digitales de streaming de música.
Pero también están las redes sociales, los servicios de streaming de cine y series, los pódcasts. La gente tiene que dividir su tiempo para tantas opciones y la radio es solo una más, así que cuide sus contenidos al aire.
- Mentirles a los oyentes por creer que son demasiado tontos para darse cuenta
Los oyentes no son tontos. Saben mucho más de lo que creemos. Muchos de ellos son nuestros fanáticos y terminan conociendo más nuestra emisora que nosotros mismos.
Saben si usted hace trampa con los premios que ofrece. Sabe que la noticia que está entregando es falsa. Sabe que usted no pone las canciones más nuevas. Sabe que no es la emisora número 1. Genere confianza. Sea transparente. El público premiará su sinceridad.
- Creer que la gente no se va a despegar de la emisora porque estoy haciendo un concurso
¿Cuántos oyentes tiene su emisora? ¿Cuánta gente participó en el último concurso? El común de la gente no participa en los concursos. No le interesan o no cree en ellos o piensa que es imposible ganar. No se desgaste. Lo principal es la música.
Y si va a hacer un concurso, hágalo como si fuera el evento más grande del mundo. Deje de lado la timidez y la mediocridad. Y asegúrese de que todos en la emisora sepan cómo funciona y que sean capaces de comunicarlo claramente al aire.
- “Marcar” o “pisar” las canciones
El oyente odia que el hablen encima de la música, aunque usted crea que no. Si busca recordación de marca, simplemente haga buena radio. Enfóquese y venda sus diferencias. Apple vende sus iPhones por la experiencia que generan, no porque tenga su marca impresa por todos lados.
Y si usted cree que ‘marcar’ las canciones varias veces le va a servir para aumentar la recordación, tiene razón: la gente se va a acordar de que es imposible oír buena música porque usted la daña. Y recordará que en Spotify nadie habla encima de ellas.
- Aceptar comerciales de brujos y esotéricos
Es una forma relativamente fácil de generar ingresos pero dañan por completo cualquier programación. Además, poco a poco se van apoderando de la emisora y atrayendo otros brujos, religiosos y esotéricos, igual que las ventas de fajas y productos homeopáticos.
Solo hay que revisar los resultados de la encuesta para darse cuenta de cuáles son las emisoras que ocupan los últimos lugares de audiencia. Sí, seguramente verá que son las que tienen dichos programas y comerciales.
Conclusión
Si no lo ha hecho, o hace días que no lo revise, saque tiempo y use la metodología del FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), tanto de su emisora como de sus competidores.
Si no sabe cómo hacerlo, le recomiendo este artículo: “Cómo descubrir las fortalezas y debilidades de su emisora”
Aunque usted sea muy exitoso, siempre habrá cosas que puede mejorar.