La pandemia que vivimos por más de un año y medio cambió nuestro panorama y nuestra perspectiva. Pero también modificó los niveles de escucha en las estaciones de radio.
A medida de que comenzamos a regresar a una normalidad, estos niveles han ido recuperándose en lo posible y el comercio minorista también, hay una sensación esperanzadora de que podemos hacer cualquier cosa si nos lo proponemos. Lo cual no es para ignorar las divisiones entre nosotros, muchas de las cuales se reproducen en la radio.
El quinto informe sobre propiedad de estaciones de transmisión de la FCC es frustrante. Expone con crudeza el pésimo historial de la radio en cuanto a diversidad de propietarios. Lo cual es desafortunado porque comprender y agregar todos los puntos de vista y opiniones de nuestro grupo de comunidades podría ser mejor si un número más proporcional de propietarios fuera y formara parte de esas sociedades.
Las mujeres comprenden más del 50% de la población, pero la mayoría son dueñas de tan solo el 8% de las estaciones comerciales. Si bien eso se asimila y se considera el grupo étnico más grande del país, los hispanos. Con el 18.5% de la población, no obstante disfrutan de una participación mayoritaria en sólo el 6% de las emisoras comerciales. Mientras tanto, las personas afroamericanas que representan el 13.4% según el último censo, tienen una participación baja del 4% en las emisoras.
Las estaciones de propiedad de minorías son un vínculo vital en varios niveles. No solo ofrecen diversidad, sino que también ofrecen el mayor potencial para proporcionar esos matices de opinión y perspectiva; los que informan, educan e inspiran. También sirven a comunidades que necesitan desesperadamente una voz que realmente las refleje y que exprese sus preocupaciones, sus sueños y las realidades que enfrentan.
Mejorar las estadísticas sobre la propiedad debería ser una preocupación para todos los organismos de radiodifusión que se suscriban al principio básico detrás de cada licencia: servir al ‘interés, conveniencia y necesidad del público’.
Y además deben apoyar activamente la propuesta HR 4871, la ‘Ley de Expansión de Oportunidades de Transmisión de 2021’, diseñada para mejorar la representación de la propiedad en todos los ámbitos. Introducida por el demócrata de Carolina del Norte GK Butterfield, la legislación restablecerá el Programa de Certificados de Impuestos para Minorías de la FCC. En el lado del Senado, la S.2456, la Ley de VOCES de Transmisión, presentada por los senadores Gary Peters y Robert Menéndez en una propuesta similar.
Con el apoyo de la NAB las asociaciones estatales, nueve ex presidentes de la FCC y otras organizaciones, apoyan proyectos de ley que llegan en un momento crucial, especialmente ahora cuando las redes sociales carecen de controles y equilibrios, están sobrecargadas de rumores y desinformación fácilmente disponible para masas desprevenidas.
Nada es perfecto, pero compara la credibilidad de las noticias de la radio (noticias, no opiniones) con fuentes totalmente desreguladas cualquier día de la semana. Y mientras aplaude el fallo de la Corte Suprema en FCC, cabe mencionar que la decisión también rechazó los argumentos de que la empresa necesitaba hacer todo lo posible para estudiar y respaldar el impacto de su fallo en la diversidad de propiedad de minorías y mujeres.
Durante más de un año, hemos escuchado ‘estamos juntos en esto’. Necesitamos asegurarnos de que el ‘juntos’ nos incluya a todos en cualquier nivel.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Deborah Parenti a través de Radio Ink.