8 cualidades necesarias para ser un buen locutor

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Si usted está pensando en dedicarse al oficio de la locución, la presentación o la actuación de voz, ya sea en el campo comercial o en los medios de comunicación, es indispensable que sepa qué es lo que va a enfrentar.

Pero también es clave que entienda que es necesario tener y desarrollar algunas cualidades para lograr el éxito.

El hecho de que usted tenga una voz bonita o que sea muy fluido al hablar no le garantiza absolutamente nada, como tampoco hay garantías por el hecho de que conoce al dueño de una emisora, de un estudio de grabación o una agencia de publicidad.

Tarde o temprano, si usted no tiene las cualidades necesarias no logrará llegar muy lejos en su intento, especialmente porque es una profesión que hoy en día puede realizar cualquier persona incluso desde su propia casa, así que la competencia es feroz.

Por esta razón he querido compartir algunas de las cualidades que he encontrado en gente con la que he trabajado a lo largo de mi carrera como radiodifusor y locutor profesional.

  1. Comunicarse bien:

Comencemos por lo obvio: un buen locutor debe tener excelentes habilidades de comunicación. La gente quiere entender claramente lo que le dicen, teniendo en cuenta que no hay imágenes visuales que complementen la conversación.

Por esta razón, la mayoría de las veces se buscan locutores que tengan un acento que no sea extraño al público al que está dirigido el mensaje. Esto se ha vuelto tan importante que incluso se habla en la industria del llamado ‘acento neutro’.

El ‘acento neutro’ es utilizado para locuciones internacionales, y puede ser entendido perfectamente en cualquiera de los países hispanoparlantes sin que suene extraño o fuera de lugar.

En el tema de la radio, y especialmente en emisoras locales, se da preferencia a locutores locales, que tengan el acento de la ciudad y que conozcan el área a la perfección, de forma que los oyentes se sientan plenamente identificados.

Sin embargo, en grandes ciudades y, especialmente, en las capitales, es muy probable que se busquen voces con otros acentos regionales para tratar de representar a las diferentes comunidades que viven allí.

Pero el tema de la comunicación no debería quedarse simplemente en saber hablar bien, en tener una buena dicción, un acento aceptado por la comunidad y una buena capacidad de improvisación.

También es importante poder comunicarse de forma eficaz aprendiendo a redactar de manera idónea. Es muy probable que en algún momento tenga que escribir libretos, guiones y textos de todo tipo.

Y por esa razón, también tiene que ser un buen lector, y para ello no es necesario que compre los libros ganadores de premios Nobel. La lectura se puede mejorar con periódicos, blogs, revistas, comics o cualquier otro medio que tenga palabras escritas.

Si usted es un buen lector, seguramente mejorará sus habilidades de redacción y aprenderá, sin darse cuenta, a aplicar mejor las reglas de gramática, puntuación y ortografía, lo que lo convertirá además en un gran profesional de la comunicación.

  • Poseer una buena personalidad:

Caras vemos; corazones, no sabemos”. Este es un viejo dicho proveniente del lenguaje náhuatl de los mexicanos, y se refiere a que algunas veces no debemos confiar en las apariencias de las personas, porque no sabemos lo que son ni lo que piensan.

Quien vaya a estar frente a un micrófono deberá proyectar un aura cálida y amigable, que ayude a la audiencia a conectarse con ellos. Aunque no vaya a aparecer en público o en las pantallas de la televisión, el lenguaje corporal, un tono suave y una sonrisa pueden ayudar generar confianza y simpatía.

Pero ante todo, es clave proyectar una imagen, aunque sea sonora, de forma que el público pueda reconocerlo fácilmente. Y eso no lo logrará solo por el tono de su voz sino por sus opiniones, por sus puntos de vista y por la forma como usted sepa contar una historia.

Y esta personalidad será particularmente importante si usted va a entrar a formar parte de un programa de radio, televisión o podcast. Será lo que haga que sus oyentes lo amen o lo odien, pero especialmente que lo recuerden.

  • Amor por la investigación:

Usted no tiene que ser un periodista para hacer investigación. Esta es simplemente una buena forma de enriquecer sus contenidos al aire, de conocer nuevos términos y palabras y de encontrar diferentes temas para hablarles a sus oyentes.

Usted no tiene que trabajar en radio o televisión para hacer investigación. Un buen locutor lee acerca de su profesión, estudia, lee artículos, busca tutoriales en Youtube, trata de conectarse con profesionales para aprender sus secretos, escucha grabaciones de audio para aprender.

Pero, además, al momento de leer un texto, una cuña, un documental o un audiolibro seguramente tendrá menos problemas, porque al investigar y leer es probable que ya no le parezcan extrañas algunas palabras de las que antes nunca había oído hablar.

  • Estar al tanto de la tecnología

Esto no quiere decir que tenga que hacer un curso de ingeniería electrónica o de sistemas, pero sí es importante que entienda cómo funcionan los equipos, cómo hacer las conexiones adecuadas, cómo configurar su propio estudio de grabación.

Si trabaja en algún medio deberá estar familiarizado con los equipos con los que va a trabajar, ya sean de edición o de transmisión. Además, debe tener un oído afinado para descubrir fácilmente cuando algo está fallando en la transmisión o incluso en la grabación.

Recordemos que en el mundo del audio muchas cosas pueden fallar o salir mal, por lo que es importante que quienes trabajan en esta industria se sientan cómodos con el equipo técnico y que siempre estén al tanto de las tecnologías cambiantes.

Esto es especialmente importante para los locutores de la vieja guardia, los que crecieron con equipos análogos y no han podido adaptarse a las nuevas tecnologías electrónicas y digitales.

Pero también es clave para los locutores más jóvenes, que han crecido en la era digital y no han pasado por la experiencia de instalar y conectar equipos, y creen que las cosas funcionan por arte de magia.

Recordemos que los softwares y aplicaciones lo que hacen en realidad es replicar lo que hacían esos equipos que hoy se consideran obsoletos. De hecho, sus interfaces siempre son representados como esos antiguos equipos.

  • Saber trabajar bajo presión

En la radio, en la televisión, las cosas son “para ya”. La inmediatez es la regla. Incluso en el área de la locución comercial muchas veces lo que se busca es rapidez, porque a muchos clientes se les ocurren cosas de último minuto y quieren salir al aire inmediatamente con sus campañas y avisos.

Debe estar preparado a que lo llamen en horas de la noche para que grabe y entregue un trabajo antes de las 8 de la mañana. Puede que un locutor se enferme y le toque ir a cubrir su turno. Es posible que tenga que extenderse más allá de su horario habitual por alguna situación especial.

Pero la presión también viene de los jefes: salieron los resultados de audiencia y su horario perdió oyentes. Un cliente no quedó satisfecho con su grabación y quiere que la repita y la entregue lo más pronto posible. Un productor malgeniado lo trata a las patadas, pero sabe que debe entregar su trabajo.

Los medios, por naturaleza, son un entorno impulsado por la presión y orientado a los plazos. Las historias cambian constantemente. Todos en el negocio deben poder manejar la presión y cumplir con los plazos asignados.

  • Tener excelentes habilidades de presentación:

Ahora que sabe que le tocará trabajar bajo presión es probable que tenga que estar frente al público en un evento o en una transmisión remota en vivo.

En estos casos, su presentación deberá hacerse de manera profesional y segura. Aprender a dar la cara a la gente, a mostrarse tranquilo, a animar al público, a mantener a sus oyentes enganchados, ya sea que los tiene al frente o a través de la emisora.

Para ello debe aprender a preparar lo que va a decir, tener siempre un as bajo la manga, recurrir a guiones o escritos que le permitan sortear un momento difícil y, sobre todo, a mejorar sus habilidades de improvisación de forma que pueda salir avante en cualquier momento de crisis.

Debe estar vestido de manera adecuada, especialmente si va a estar frente a un público, pero incluso aunque vaya a trabajar a una emisora o a grabar en un estudio de producción su presentación personal dirá mucho de usted.

  • Debe trabajar en equipo:

Desde el productor hasta el presentador, son muchas las personas que deben trabajar juntas para realizar una transmisión exitosa. Todos los miembros del equipo deben estar motivados por el resultado final y trabajar juntos para garantizar que la transmisión se desarrolle a la perfección.

Trabajar en equipo no es simplemente llegar juntos a una transmisión o ser compañeros de trabajo en una estación de radio. Trabajar en equipo no es compartir un micrófono en una mesa de trabajo o grabar un comercial con otro locutor.

Para trabajar en equipo se requiere, ante todo, entender qué es lo que se espera de todas las personas que participarán en un trabajo, cuáles son las expectativas, cuál es el resultado final esperado por quien los contrató.

Pero también es saber aceptar que hay gente que piensa distinto a uno, que trabaja de maneras diferentes y que tiene temperamentos que a veces nos pueden parecer chocantes. Para ello hay que tener una gran paciencia y comprensión.

Respete los roles asignados. En lugar de criticar o burlarse de algún compañero busque la forma de apoyarlo, de ver cómo se soluciona algún problema. Al final, al ser usted parte de un equipo, si algo sale mal también recibirá parte de la culpa, aunque usted no haya sido quien falló.

  • Mantener un alto nivel de precisión:

Si va a entregar noticias, es vital que la información que comparta sea precisa. Cualquier información incorrecta o desactualizada que se transmita puede costar la reputación de la emisora ​​o la empresa de radiodifusión.

Pero la precisión no se queda únicamente en el campo de las noticias y la información. Si usted es un locutor comercial debe aprender a ceñirse a las instrucciones que le entregan. A usar los tonos, las intenciones y las duraciones que le solicitan.

Precisión también es ser cumplido con lo que le piden. Llegar a tiempo a las citas. Entregar el trabajo en los plazos fijados y en los formatos establecidos. Precisión es no hacerle perder tiempo a quien lo está contratando sino, más bien, ayudarle a agilizar su trabajo.

Conclusión

Son muchas las cualidades que debe tener un buen locutor, y las de arriba son algunas de ellas. Si usted se quiere tomar en serio este oficio, comience por entender que esto es lo que se va a encontrar en su trabajo.

Hay algo de sacrificio, mucho de dedicación, práctica y consistencia. Hay que aprender a no rendirse. Hay que aprender a equivocarse, muchas veces. Pero con el tiempo verá que valió la pena.

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