Cuando alguien piensa en trabajar en radio, lo primero que le viene a la mente es sentarse frente a un micrófono y tener la oportunidad de conversar con sus oyentes.
Sin embargo, la mayoría de los trabajos que se hacen en radio no son conocidos por el público. El locutor es quien da la cara y quien, muchas veces, pone al aire el trabajo de un equipo que está detrás de él.
Y una de esas tareas que no se ven, muchas veces silenciosa y poco conocida, es la del productor de radio. Esta persona desarrolla contenido y gestiona producciones para programas en vivo y pregrabados.
Como productor de radio, sus deberes incluyen proponer ideas para los programas y colaborar con el personal de la emisora como locutores, presentadores, periodistas e ingenieros.
Sus responsabilidades también incluyen entregar material a los integrantes de los programas, la coordinación de entrevistas, oyentes e invitados y el uso de herramientas tecnológicas de edición de audio.
Un productor también puede realizar tareas como escribir guiones, elegir música y supervisar y usar archivos de audio.
Su trabajo se realizará habitualmente en un estudio por fuera de la cabina de locución, aunque algunas veces tendrá que desplazarse a diferentes lugares para reuniones y eventos.
Esta labor incluye una gran cantidad de plazos muy justos, limitaciones de tiempo y estrés. Las horas irregulares de trabajo son comunes.
En resumen, aunque un productor de radio tiene un papel clave en la creación del contenido de un programa, no suele participar en la presentación ni sale al aire. Más bien debe preocuparse de que la transmisión sea de alta calidad y cumpla con los parámetros definidos.
¿Qué se necesita para ser un buen productor de radio?
Si pasar horas y horas perfeccionando un contenido de radio que solo durará un minuto al aire le suena bien, entonces es muy probable que usted pueda convertirse en un buen productor de radio.
Detrás de cada programa de radio hay un productor asegurándose de que todo funcione como debería. Ese productor debe acostumbrarse a…
- Trabajar muchas horas.
- Muchas reuniones con varias personas y diferentes departamentos de la emisora.
- Organizar entrevistas y atender las necesidades de los invitados.
- Crear ideas creativas y divertidas todo el tiempo.
- Pasar horas trabajando en la producción de la emisora y asegurándose de que todo suene perfecto.
- Cargar esa producción en el sistema de emisión de audio.
- Mirar pantallas de computador y programas de edición de audio durante horas y horas.
- Unirse a la diversión en el aire.
- Comenzar de ceros para el programa de mañana.
No es exagerado decir que un buen productor de radio es tan importante para un programa como los presentadores.
Tendrá que estar muy bien organizado y poder priorizar, ya que los trabajos y las tareas siempre aparecerán y necesitarán su atención.
Deberá trabajar bien bajo presión. No siempre tendrá uno o dos días para producir un trabajo. A veces tendrás solo unos minutos.
Necesitará ser un buen comunicador. Se comunicará con el conductor, los integrantes del programa, el equipo de ventas, los oyentes y los clientes que deseen anunciarse en la estación.
Necesitará tener la capacidad de transmitir y vender sus ideas de una manera que las personas puedan comprenderlas.
Necesitará excelentes habilidades de producción. Muchos presentadores pueden editar y crear contenido, pero debe hacerlo con los más altos estándares.
Y también deberá tener la capacidad de preparar y servir una buena taza de café.
Hay muchos desafíos y tareas para un productor de radio y la mayoría de ellos no serán vistos por el público ni apreciados por sus compañeros de trabajo, pero si desea ser una de las personas más importantes de la emisora, a continuación le presento algunos consejos para lograrlo.
Entender y conocer los gustos del público
Los productores de radio necesitan tener una buena comprensión del perfil típico del oyente de su estación. Cada emisora pretende ser única y diferente, y tiene un cierto estilo de presentar la programación.
Los buenos productores crean ideas de contenido que reflejan el espíritu de la emisora y satisfacen las necesidades del oyente. Tiene que estar al tanto de los gustos y aficiones de su público; conocer cómo se comporta frente a diferentes actividades de la vida diaria.
Un buen productor debe estar muy conectado con la actualidad. Leer revistas, blogs, toda clase de artículos en diferentes medios. Debe seguir de cerca las redes sociales. Ver televisión. Ir a cine. Enterarse de las noticias en todos los campos.
Debería saber a dónde sale la gente a divertirse, a descansar, a adquirir cultura, a hacer deportes, a pasear. Tiene que saber qué es lo que está de moda, de qué está hablando la gente, cuáles son los temas que les preocupan.
Buena creatividad y habilidades de investigación
Los buenos productores deben presentar un flujo constante de ideas creativas para diferentes espacios en el programa y que se adapten a diferentes estilos y personalidades del presentador.
Tienen que saber manejar herramientas que, a simple vista, parecen tan sencillas como los buscadores de internet, y comprender que para buscar en Google no basta con poner una o dos palabras.
Deben tener el hábito de guardar temas que puedan servir en un futuro, llevar apuntes de cosas que ve en la calle, de comportamientos, de actitudes. Siempre sabrán cómo sacarle provecho a cualquier cosa que ven, encontrar la forma de usarlo en el programa.
Deben tener las habilidades de investigación necesarias para obtener toda la información requerida que se incluirá en un programa y tener la capacidad de encontrar, evaluar y presentar esos hallazgos al director o conductor del programa y convencerlo de que es información relevante.
También es necesaria una comprensión completa de los derechos y obligaciones legales para que todos los programas cumplan con las leyes de medios aplicables y no caer en errores que puedan implicar demandas o rectificaciones al aire.
Y algo supremamente importante: deberán tener especial cuidado en no reproducir noticias falsas, en no basar sus contenidos en fuentes de dudosa reputación y confirmar su veracidad siempre antes de emitir al aire cualquier contenido.
Buenas habilidades técnicas
Las habilidades para planificar, comunicar y coordinar las diferentes contribuciones requeridas para presentar un programa, a tiempo y dentro del presupuesto, son vitales para ser un buen productor de radio, al igual que tener una gran atención al detalle.
Es esencial la capacidad de escribir guiones atractivos, lo que requiere un buen conocimiento del manejo de herramientas como editores de texto (Word, Bloc de Notas, etc.) y operar una gama de dispositivos de grabación digital que capturarán material de audio.
La familiaridad con el software de edición es vital para juntar las contribuciones de muchas fuentes diferentes y producir un archivo maestro para su difusión.
Los productores también deben estar familiarizados con las muchas especificaciones técnicas de los diferentes entornos del estudio, ya que gran parte de la programación se transmite en vivo y siempre deberán cuidar la calidad del sonido de los segmentos de audio que vayan a utilizar.
Tiene que saber cómo manejar un híbrido telefónico; usar eficientemente el Whatsapp y los diferentes chats; entender el funcionamiento del talk-back para comunicarse con la mesa de trabajo y los operadores de audio.
Tienen que velar por la calidad del sonido de las llamadas telefónicas y de los mensajes que lleguen por Whatsapp. Así mismo, ser capaces de no permiti9r sacar al aire una llamada que no tenga esa buena calidad.
Es posible que muchos de los elementos que se vayan a presentar en el programa tengan que ser pregrabados, ya sea entrevistas, efectos de sonido, segmentos de canciones, etcétera.
No hay nada peor que alguno de los participantes del programa diga que va a pasar un segmento en el que alguien dijo algo importante pero el audio no estaba editado, y el oyente tiene que escuchar cosas que distraen la atención y lo aleja del objetivo de esa grabación.
Lo mismo con las canciones: si va a pasar un segmento en particular, edite el audio con anterioridad para asegurarse de que comienza donde el presentador lo necesita. De esa forma no toca escuchar toda la canción o, peor, irla adelantando paso a paso al aire, lo que suena poco profesional y hace perder tiempo valioso.
Habilidades de manejo de invitados y llamadas telefónicas
Muchos de los programas que incluyen productores de radio tienen invitados, ya sea en el estudio o vía telefónica. Así mismo, muchas veces se reciben llamadas de oyentes para opinar sobre los temas que allí se discuten.
Un buen productor debe tener la habilidad para encontrar los expertos en cada uno de los temas seleccionados. Para ello deberá ser muy sagaz e insistente, pero además tener un gran criterio en la selección.
Así mismo, tratar con mucha amabilidad a esos invitados y expertos, tranquilizarlos, mantenerlos al tanto de lo que está sucediendo en cabina, porque es posible que les toque esperar unos minutos antes de acceder a la cabina o de sacar su llamada al aire.
Incluso deberá atender con amabilidad a los invitados, asegurarse de que estén cómodos mientras esperan, brindarles alguna bebida y ponerlos al tanto de cómo va el programa y en qué momento van a entrar en cabina y con quiénes van a interactuar.
Un buen productor considerará a su agenda como su tesoro más valioso. Allí tendrá los datos de los expertos en diferentes temas y sabrá a quién acudir cuando se presente la ocasión. Esa base de datos debe mantenerse completamente actualizada.
El productor deberá ser capaz de filtrar las llamadas. Debe procurar que los oyentes que vaya a sacar al aire hablen claro y fuerte, que no gagueen, que sean desenvueltos en su hablar y, ojalá, que tengan algún tipo de habilidades histriónicas.
Lo anterior porque un mal participante, una persona aburrida, lenta o que no sepa expresarse puede espantar a los oyentes. Y, por el contrario, una buena llamada podrá animar el programa y entregar diversión.
Incluso, si un oyente que llama no cumple con esas cualidades, el productor debe ser capaz de encontrar la forma de disculparse y evitar, de todas maneras, de sacar su voz al aire. Aquí lo que importa es lo que reciba el oyente.
Otras habilidades
Un buen productor debe ganarse la confianza del conductor o director del programa hasta el punto de ser capaz de decirle cuándo callar, cuándo cambiar de tema, cuándo un tema se ha alargado demasiado o cuándo se están saliendo del rumbo planeado.
Para ello siempre deberá mantenerse calmado, tranquilo y con los pies en la tierra, especialmente cuando algo no sale bien y el conductor del programa o sus compañeros se salen de casillas.
Ese productor es una especie de auditor, que a cada minuto hace seguimiento al programa mientras sale al aire para regular el ritmo, cumplir con las pautas establecidas, seguir el guion o escaleta, cumplir con las obligaciones comerciales y anticipar cualquier problema que se pueda presentar.
Ese productor debe participar en los comités que se realizan antes y después del programa, llevar una anotación de lo que salió bien y comentar lo que podría mejorarse.
De la misma forma, debe manejar la escaleta o guion del programa, indicando los temas, los responsables, los invitados, la duración de cada segmento y los elementos necesarios para realizarlo.
Siempre deberá tener a mano elementos que sirvan de “salvavidas”. Temas de última hora en caso de que alguno de los invitados no pueda participar o que se hayan quedado cortos de material.
De hecho, siempre deberá tener suficiente material, y lo ideal es que, incluso, sobren temas, los cuales podrán ser usados en otros programas más adelante.
Y algo muy importante: un buen productor debe entender que su trabajo no termina cuando acaba el programa. Por el contrario, es el momento de comenzar a trabajar para el del día siguiente.
Conclusión
Este trabajo es de sumo cuidado. Habitualmente es desempeñado por comunicadores sociales. Por la responsabilidad, dedicación y entrega que conlleva esta labor, muchas veces es desempeñada por mujeres.
Esta puede ser una excelente oportunidad para incursionar en la radio, especialmente en los formatos Hablados. Con la experiencia obtenida, el paso a participar al aire o conducir un programa es mucho más fácil.