«Con Shakira no va a pasar nada…»

Año de 1989. La emisora 88.9 Súper Estéreo era la número 1 de Bogotá al saber conectarse con el público joven de la capital colombiana. Su música, su actitud, sus eventos, sus disc-jockeys y, particularmente, su Morning Show, habían conmocionado la radio.

Ante su éxito, y el de Veracruz Estéreo en Medellín, Caracol vio la oportunidad de crear un sistema de emisoras juveniles que cubriera toda la nación. Así nació Radioactiva.

Yo llegué a Bogotá a finales de 1988, y luego de solo 8 meses en Súper Estéreo fui llamado a dirigir Radioactiva.

Ante el éxito de ambas emisoras, que ya mezclaban la música Anglo con el Pop y el Rock en Español, los músicos locales comenzaron a exigir que se les tuviera en cuenta, y uno de los momentos más tensos de mi carrera se dio cuando me invitaron a una reunión con ellos en Estación Central, un bar de Carlos Vives en el sector de La Candelaria.

Yo estaba recién llegado a Bogotá. Mientras trabajaba en conocer los gustos musicales de los bogotanos, un tanto diferentes a los de mi ciudad, Medellín, delegué la programación en las manos de Alejandro Villalobos, que estaba mucho más conectado que yo y que tenía una miniteca que le permitía conocer de primera mano cuáles eran los éxitos del momento.

Pero al que invitaron fue a mí. Y a Fernando Pava de Súper Estéreo. Y al director de Todelar Estéreo, que también programaba música para el público joven. Y ellos no fueron. Seguramente sabían a lo que se iban a enfrentar.

De esta forma, completamente solo, los músicos locales hicieron fila para desahogar su rabia porque sus canciones no sonaban en las emisoras. Yo me sentí en ese momento como la famosa escena de “¿Y dónde está el piloto?” en la que todos los pasajeros hacen fila para golpear a una pasajera histérica.

La imagen que más recuerdo fue la de una abrumada y descompuesta Elsa Riveros, cantante del grupo Pasaporte, quien se desahogó conmigo diciéndome hasta cómo me iba a morir, todo esto con la mirada complaciente de Carlos Vives que no habló ni una palabra. Solo miraba desde lejos.

Y tenían razón.

Y así de duro me recibió Bogotá.

Estábamos tan obnubilados por el éxito, por las canciones de las listas estadounidenses y británicas, y con el Boom del Rock en Español, que habíamos olvidado que en nuestro país también se hacía música.

Debo reconocer que lo primero que pensé es que ellos habían sido muy injustos conmigo. Yo estaba recién llegado, pero además, los directores de las otras emisoras no asistieron, así que toda el agua sucia me cayó a mí.

Además, en Veracruz Estéreo y las otras emisoras que dirigí en Medellín les dimos mucho apoyo a los artistas locales, como seguramente lo podrán recordar bandas como Nash, Carbure, Pyro, Alive, Ekhymosis, Estados Alterado y Bajo Tierra, por mencionar algunas.

El caso es que después de recuperarme de semejante vapuleada comenzamos a trabajar en el tema. Y a Alejandro Villalobos se le ocurrió una excelente idea: publicar un disco con canciones inéditas de varias bandas nacionales y programar su música en la emisora.

Bajo el nombre de “Nuestro Rock” lanzamos ese compilado con Discos Philips que incluía obviamente a Pasaporte con Elsa Riveros, pero también a La Derecha y, especialmente a Aterciopelados, que pasó de ser una banda underground a convertirse en un grupo masivo gracias a la promoción del disco en todas las emisoras de Radioactiva en el país.

Paralelo a ese disco lanzamos un evento que pretendía encontrar estrellas jóvenes de la música en los colegios. Así creamos las “Notas Radioactivas”. Allí participaron varias bandas y solistas con la promesa de que su música no sólo sería incluida en el siguiente volumen de “Nuestro Rock” sino que sonaría en las estaciones de toda la cadena de 16 emisoras.

Y el grupo ganador fue Poligamia, conformado por estudiantes del Colegio Emilio Valenzuela de Bogotá. Ellos eran​ Juan Gabriel Turbay, Freddy Camelo, Gustavo Gordillo, Virgilio Guevara, César López y Andrés Cepeda.

Pero en ese segundo volumen de “Nuestro Rock”, lanzado a inicios de 1995 por Sony Music, incluimos a Shakira, una artista que ya había lanzado un par de discos sin mucho éxito: “Magia”, en 1991, y “Peligro”, en 1993.

Ella estaba preparando un nuevo disco aprovechando su faceta como actriz en la telenovela “El oasis” de 1994 que le dio mucha visibilidad. Además, su figura ya comenzaba a ser admirada, hasta el punto que ganó el premio de “La mejor cola”, elegida por los lectores de la revista TV&Novelas.

Sony Music había decidido publicar uno de los temas de “Peligro” en “Nuestro rock”. Ella se opuso porque suponía que por el nombre del álbum debería tener una canción más rockera, y en “Peligro” solo había baladas.

Entonces le dijo a Sony que ella compondría una nueva canción y suplicó que le dieran una semana para llevarlo a cabo, y aceptaron. Por primera vez salió entusiasmada de la disquera luego de haber sido ignorada y subvalorada como compositora.

La gente de Sony Music nos entregó así su canción “¿Dónde estás, corazón?” para ver cómo respondía el público ante esta nueva propuesta. Y el éxito fue inmediato. La canción escaló al primer lugar del “Top 40 Radioactiva” en todo el país y allí se mantuvo por varias semanas.

Por esa época, Caracol estaba comenzando su expansión internacional. Ya tenía su emisora Caracol Miami; estaba en proceso de comprar Radio Latina, una cadena de 5 estaciones en Francia, y compró la Radio Finíssima de Chile (qué más tarde se convertiría en Radio Activa).

Esta emisora tenía algunos personajes reconocidos de la radio y la televisión de ese país, y en la dirección se encontraba Juan Carlos “El Pollo” Valdivia, un presentador de televisión que no tenía muchos conocimientos de radio.

En 1996, Radioactiva de Colombia se fue a cubrir el Festival de la canción de Viña del Mar, y para ello se creó una programación especial en la que se unían vía satélite las emisoras Radioactiva y Finíssima.

Shakira ya era un éxito en Colombia, y en los programas que transmitíamos en simultánea para los dos países comenzamos a sonar “Dónde estás corazón”, convencidos de que pronto también se iba a convertir en un éxito en Chile y en toda Latinoamérica gracias al reciente lanzamiento del álbum “Pies descalzos”.

“El Pollo” Valdivia se quejaba de que le hacíamos demasiada promoción a Shakira, decía que su música era muy mala y que no iba a pasar nada con ella.

Lastimosamente, con la que no pasó nada fue con la emisora que él dirigía, pues no tenía ni idea de programar. Nunca pudo lograr una audiencia importante y la facturación no despegaba. Sólo había gastos.

Esto le costó el despido de la emisora.

Y luego vino el cambio de formato a Radio Activa.

El caso es que Shakira triunfó también en Chile ese mismo año, hasta el punto que fue invitada al Festival de Viña del Mar de 1997, convertida ya en toda una estrella internacional.

Ya en 2020, el pasado domingo 2 de febrero, 25 años después del lanzamiento de “¿Dónde estás, corazón?”, pudimos apreciar a Shakira en el show del intermedio del Super Bowl junto a Jeniffer Lopez, y nuevamente demostró por qué es una de las más grandes estrellas mundiales de la música.

Al fin y al cabo, durante su carrera artística ha ganado tres premios Grammy, trece premios Latin Grammy, cuatro premios MTV Video Music Awards, siete premios Billboard Music Awards, treinta y nueve premios Billboard Latin Music Awards y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

En 2009, Billboard la incluyó como la mejor artista latina femenina de la década. Después de haber vendido más de 75 millones de discos en todo el mundo, Shakira está clasificada como la artista latina más transmitida en Spotify y se convirtió en una de las tres únicas artistas femeninas en tener dos videos de YouTube que superan los dos mil millones de visitas.

Aunque el experimentado programador y futurólogo chileno “Pollo” Valdivia no creyó en ella y mucho menos le funcionó su premonición…

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