Si su jefe no lo hace, ¡hágalo usted mismo!

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Si usted cree que solo con su talento va a triunfar en el mundo de la locución o de la radio, permítame decirle que podría estar muy equivocado.

Seamos realistas. Se necesita mucho para tener éxito y ganar la lealtad de sus oyentes. Hoy en día existen demasiadas opciones de entretenimiento: redes sociales, plataformas musicales, plataformas de cine y televisión, espectáculos de todo tipo, eventos deportivos, videojuegos…

Todos ellos tienen que compartir el tiempo libre del público, que cada día es más exigente.

Con tantas distracciones, no importa cuán apasionado usted sea o cuán motivado esté. Ni siquiera importa lo gracioso que usted sea.

Porque si no está dando el paso número uno para enganchar a un oyente y tratar de mantenerlo sintonizado el mayor tiempo posible, ese oyente ni siquiera llegará a escuchar esa parte divertida o el puntillazo final de su salida al aire porque hace rato que se fue de su emisora…

El paso al que me refiero es el de criticarse a sí mismo. Hacer su propio Aircheck.

En artículos anteriores he hablado de la metodología del Aircheck para hacer crítica constructiva acerca de la forma como usted realiza su locución al aire.

En este caso, lo mejor es escuchar grabaciones completas, sin editar, de sus programas, de sus salidas al aire, o en el caso de los locutores comerciales, de sus propias cuñas, narraciones o doblajes.

Seguramente usted vive muy ocupado. Es probable que tenga que cumplir con un turno largo o, peor, que le den un turno en la mañana y otro en la tarde o noche.

Pero usted debería tomarse un tiempo de su apretada agenda para hacer este chequeo al aire. Usted puede convertirse en su crítico más sincero, lo que le permitirá aprender algo nuevo de usted mismo cada vez que lo haga.

Un director de emisora tiene que “ponerse muchos sombreros” hoy en día, es decir, cada vez hay más recorte de personal en la radio y a ellos les toca desempeñar varios oficios en uno.

Un director de emisora tiene que velar por la programación, responder por los índices de audiencia, seleccionar el personal a su cargo, hacer turnos –muchas veces en la mañana-, salir a la calle, hacer remotos, atender disqueras, acompañar ejecutivos de ventas, asistir a reuniones de plan estratégico, estar pendiente del manejo de redes sociales y muchas cosas más.

Por todo lo anterior, es muy posible que el director de la emisora no necesariamente tenga el tiempo para hacer seguimiento del desempeño de los locutores de la emisora a su cargo.

Bueno, la verdad es que a la mayoría les da pereza hacerlo.

Pero si lo que usted quiere es progresar, mejorar, crecer profesionalmente, seguramente podrá encontrar el momento de sentarse a escuchar con cuidado un turno suyo o sus intervenciones al aire en alguno de los programas en los que participa.

Y en el momento de hacerlo no busque un programa que haya salido bien. Procure tomar uno al azar, o aún mejor, uno en el que las cosas no hayan salido como usted quería.

Yo sé que es difícil y vergonzoso escuchar esos errores o caídas. De hecho, a muchos no nos gusta como suena nuestra voz al aire, y preferimos evitar escucharnos a nosotros mismos. Pero hay que hacerlo. Si no, ¿cómo vamos a corregir nuestros errores?

Cuando uno escucha algo que no funcionó, puede descubrir la forma de hacerlo mejor, de ver por qué se equivocó y preguntarse qué podría haber hecho mejor, o puede comprometerse a tomar mejores decisiones sobre sus salidas al aire en el futuro.

Por esto es tan importante hacer su Airecheck, sin importar qué tan experimentado sea.

Cómo hacer un Aircheck personal

Cuando usted se siente a escuchar su programa, hay varias preguntas que deberá hacerse para comprobar si lo que usted quiso decir realmente cumplió con su objetivo. Y si no lo logró, piense en las formas en que podría haberlo hecho funcionar.

A continuación le presento una serie de preguntas que usted debe hacerse cuando escuche la grabación de su programa:

  • ¿Configuró la salida al aire para que sonara en el momento adecuado? ¿Supo dejar de dar rodeos y fue directo al grano? Más importante aún, ¿sabía de antemano a dónde iba con esa intervención y tenía una buena estrategia para lograrlo?
  • ¿Escuchó a la otra persona y no habló encima de ella? ¿Sabía cuándo responder y se mantuvo enfocado? ¿Preparó su intervención con una pregunta abierta o una insinuación que permitiera que los oyentes reaccionaran apasionadamente y se involucraran en ella?
  • ¿Sabía exactamente dónde terminar el tema? ¿Se dio cuenta de cuándo llegó al punto que buscaba? ¿Realmente fue capaz de entender cuándo era el momento exacto en que debía parar?
  • ¿Cerró su intervención en el momento más alto? ¿Fue capaz de dejar una frase provocativa que hiciera que el oyente se quedara esperando lo que venía? ¿Logró que el oyente entendiera realmente lo que usted pretendía, o se lo tuvo que explicar de otra forma?
  • ¿Cómo le fue con sus muletillas y frases de cajón? No hay nada peor que repetir las mismas frases cada vez que sale al aire. Son una pérdida de tiempo y hacen que el oyente pierda el interés. Procure abordar cada salida de una manera creativa y diferente siempre.
  • En general, ¿su intervención salió como lo esperaba? ¿Tuvo la respuesta que buscaba? ¿Supo comenzar acertadamente y la terminó en el punto más alto?

Conclusión

Para hacer su propio Aircheck se requiere de paciencia y de tener la capacidad de criticarse a usted mismo. Invierta en su propia carrera y sea un estudioso de la radio. Eso no solo implica escuchar y aprender de la gente que usted admira sino también escuchar y aprender de usted mismo.

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