Esta nota fue realizada con base a un artículo publicado por Bob McCurdy en RadioInk
Hay personas o empresas que trabajan para cumplir una meta todos los días; están quienes buscan la excelencia y quienes buscan ser mejores, pero es importante comprender la diferencia de estos, pues a pesar de que son muy parecidos, el resultado define el éxito de quien esté detrás.
Tom Peters nos habla de las diferencias entre estos conceptos en su libro “En busca de la excelencia”, publicado en 1982; en este libro explica que “la excelencia se define como un estado, el cual se trabaja y se alcanza. Por otra parte, ser mejor, son las implementaciones progresivas que se lograron en el camino hacia la excelencia”.
Las empresas que buscan ser “mejores” se encuentran en un progreso constante que las llevarán a cumplir numerosas metas gratificantes, a diferencia de que si alguna compañía busca la excelencia solo estará estancada en un solo lugar.
A continuación, algunos puntos que son necesarios para lograr conseguir ser “mejor”:
La verdadera competencia: Buscar competir con otras empresas o personas sólo hace que te compares con los demás; desperdiciar la energía y atención en lo que hacen los demás sólo es una distracción para la propia búsqueda de ser mejor.
Hábito: Ser mejor es un progreso continuo, lo que implica esforzarse día con día en identificar, descubrir o aprender un conocimiento nuevo relacionado con el trabajo; lo importante de los hábitos es que sin importar que uno este de vacaciones, nunca se detiene en realizarlos, pues esto es una suma constante de esfuerzo de semanas, meses o años.
Disciplina y resistencia: Estas dos son impredecibles en la búsqueda a ser “mejor”, es importante tener en mente que las pequeñas mejoras generan mejores resultados; se trata de aprender cosas nuevas cada día y mantener el dominio sobre lo ya aprendido; de tomar y buscar comentarios, aceptarlos y trabajar sobre ellos (ya sean buenos o malos). Estar preparado para lo difícil, te ayudará a conseguirlo.
Peligrosa satisfacción: Confiar en la felicidad puede ser el peor enemigo para la búsqueda de ser mejor, pues muchas veces esa felicidad solo hace que uno se estanque con un logro y se detenga en sus esfuerzos. El compromiso a ser mejor significa tener cambios inesperados y constantes, pues es necesario identificar lo que se está logrando actualmente y lo que se es capaz de lograr.
Lo importante de ser mejor es entender que no se tiene línea de meta, pues esa es la mejor parte del camino hacia serlo, tiene un comienzo, pero no un final. “Mejor” no es un accidente es una decisión.