– Mamá, mamá, en la escuela me dicen el eléctrico.
– ¿Y qué haces?
– Les sigo la corriente.
– ¿Te regañó mucho ayer tu mujer por quedarte un rato más a jugar cartas?
– ¡No! Total, estos dientes me los tenía que sacar de todas formas.
¿Qué le dijo una dona glaseada a otra que no era glaseada?… “¡Eres una desglaseada!”.
– ¿Qué escribiste en la tarea?
– Yo no escribí nada, ¿y tú?
– Yo tampoco escribí nada.
– ¡La maestra va a creer que nos copiamos!
¿Qué le dijo un semáforo a otro?… “¡No me mires que me pongo rojo!”.