Había un hombre con tan mala suerte, pero con tan mala suerte, que se lanzó al vació y estaba lleno.
– ¿Te acuerdas mi amor, qué felices éramos hace 6 años?
– ¿6 años? ¡Pero si no nos conocíamos!
– Por eso cariño, por eso.
¿Qué hizo un cable al ver a otro cable?… ¡Pues seguirle la corriente!
Era un tipo tan largo, pero tan largo, que si se tropezaba el lunes se caía el domingo.
Era un hombre tan, pero tan flaco, que no tenía ni dedo gordo.