– Mamá, en la escuela me dicen policía.
– ¿Por qué?
– ¡Silencio! En la sala las preguntas sólo las hago yo.
¿Cuál es el colmo de un contador?… Que su esposa lo eche de menos estando en casa.
– Oye hija, ¿tu novio tiene dinero?
– ¡Ay papá! Es lo mismo que me pregunta de ti.
– ¡Mira tu marido está intentando impresionar a una joven!
– ¡Ja, ja, ja!
– Oye, tu marido intenta impresionar a otra mujer, ¿y tú te ríes?
– Sí, a ver cuánto aguanta sumiendo la panza.
– Hija, ¿cómo se llama ese alemán que me vuelve loca?
– Alzheimer, abuela, ¡Alzheimer!