– ¡Mamá! ¿La abuela es fosforescente?
– No hijo, ¿por qué?
– Entonces, se está electrocutando.
– Padre, ¿qué hago con mis pecados?
– Ora hijo…
– Son la 6 de la tarde, padre.
– ¡Mamá, hay un topo en la ventana!
– Deja tranquilo a tu hermano.
– Doctor, ¿cómo se encuentra mi hijo?
– ¿Cuál es su hijo, señora?
– El que se tragó una moneda de 5 pesos.
– Por el momento, sigue sin cambio.
– ¡Mamá, trae un curita!
– ¿Por qué, hijo?
– Se cortó el teléfono.