¿Cuál es el colmo de un policía?… Denunciar a un huracán por exceso de velocidad.
– Dígame, ¿qué le pasó en las orejas?
– Ay doctor, es que escuché el teléfono y en vez de agarrar el teléfono agarré la plancha.
– Y, ¿qué le paso en la otra oreja?
– La otra me la quemé llamando a la ambulancia.
Mi abuelita se pone feliz cuando juego con ella a quitarle el respirador, hasta parece que se ahoga de tanta risa.
Este era un hombre que veía tan mal la crisis que decía: “Si mi mujer se va con otro, yo me voy con ellos.”
¿Qué dijo un gusanito al encontrarse un plato de spaghetti?… ¡Que orgía!