– Oficial, mi papá se está peleando con un tipo.
– ¿Dónde?
– A la vuelta de la esquina.
Doblan la esquina y efectivamente dos tipos se están peleando.
– ¿Quién es tu papá?
– En eso andan, oficial.
– Doctor, un ciego quiere verlo.
– Dígale que yo no hago milagros.
– ¿Qué le pasa señora?
– Es que hice tonta a la cajera que me vendió el boleto, le compré uno de ida y vuelta, y no pienso regresar.
– Perdí 500 calorías en 2 segundos.
– ¿Y cómo lo hiciste?
– Se me cayó mi hamburguesa.
– ¿Qué pasó?
– Pues que iba con la moto muy rápido y, ¿te acuerdas del edificio, ese que ponía “se traspasa”?
– Sí.
– Pues que no es verdad. ¡No se puede traspasar!