– Oye niño, ¿cómo te llamas?
– Uy señora, ya ni sé.
– Pero, ¿por qué me dices eso niño?
– Pues verá, en mi casa mi papá me dice Francisco, mi mamá Pancho, mis hermanos Paco, mis tíos Kiko, y cuando estornudo todos me dicen ¡Jesús! Así que ya ni sé ni cómo me llamo.
– ¿Cómo suena la M con la A?
– MA.
– Muy bien, ¿y si le colocas una tilde cómo suena?
– MATILDE.
– Doctor, ¿está seguro que con estos anteojos podré leer bien?
– Sí señor, así es.
– ¡Que bueno, porque yo no sé leer!
– Mamá, ¿es cierto que descendemos de los monos?
– No lo sé cariño, tu padre nunca me ha presentado a su familia.
– ¿Me da una habitación con baño?
– Le damos la habitación, pero el baño se lo tiene que dar usted.