– ¿Tienen libros para el cansancio?
– Sí, señor, pero están todos agotados.
– ¿Qué tal el gimnasio?
– Pues me estoy poniendo en forma.
– Ah, ¿sí?
– Sí, en forma de bola. ¡No voy!
– Según su currículum, conoce 20 idiomas.
– Así es, señor.
– ¿Y cuál habla mejor?
– Hablar, hablar, ninguno. Pero sé que existen.
– ¿A dónde le llevo?
– ¡A donde le dicte su corazón y le lleve el alma!
– Menos bromitas y bájese del taxi, por favor.
– Oye, ¿te gusta mi disfraz de camaleón?
– ¡¿Quién ha dicho eso?!