– Maestro, un amigo mío me dijo que me fuera al diablo.
– ¿Y tú qué hiciste?
– ¡Pues venir donde usted!
– ¿Te vendo un caballo?
– ¿Y yo para qué quiero un caballo vendado?
¿Qué hace un asesino para entretenerse?… Matar el tiempo.
– ¿De qué se le acusa?
– De haber hecho mis compras navideñas con anticipación.
– Pero eso no es un delito, ¿con cuanta anticipación las hizo?
– Antes que abrieran la tienda.
– Doctor, doctor, estoy nervioso, es la primera operación de mi vida.
– Tranquilícese, que este es mi primer empleo como cirujano.