La verdadera historia de Homero Campos

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Ir tras el sueño de trabajar en la radio no es nada fácil, sin embargo con determinación y esfuerzo se puede lograr hasta tener tu propia estación de radio y un claro ejemplo de ello es Salvador Homero Campos, por eso hoy te dejo 10 cosas que no sabías de él.

1.- El día de su nacimiento, le dijeron a su mamá que iba a nacer muerto:

Salvador Homero, nació con polio, y la vacuna contra ello aún no existía, la descubrieron ese mismo año, en 1954, sin embargo, él no tuvo la suerte de utilizarla, fue gracias a un milagro que logró sobrevivir, pues cuando nació, le dijeron a su madre que se despidiera de él porque al siguiente día moriría.

Su nombre iba a ser solo Homero Campos, pero dado a los aconteceres, y por haber dado a luz en un hospital católico, le recomendaron a su mamá que también le pusiera un nombre cristiano para que se fuera al cielo, y fue así como en el bautizo le pusieron por nombre como hoy en día lo conocemos: Salvador Homero Campos, y afortunadamente, al siguiente día amaneció muy bien y sonriente, como un niño normal.

2.- Nació en Estados Unidos, pero sus papás son mexicanos:

Su padre nació en Yurécuaro, Michoacán y su mamá en Hermosillo, Sonora, aunque se conocieron en Estados Unidos durante su juventud, y tuvieron 5 hijos en total, el padre de Homero trabajaba de bracero, pero decidieron regresar a México a Yurécuaro, en donde iniciaron de nuevo su vida y creció Salvador Homero.

3.- Sus primeros acercamientos con la radio fueron concursando para ganar discos:

A los 12 años, su familia se mudó de nuevo y se fueron a vivir a Sonora, en Nogales estaba la estación Radio XENY, a Homero le encantaba escucharlos e imaginarse cómo se verían y cómo era una cabina, y en ese entonces en Radio XENY sorteaban vales para el cine y discos y Homero se la pasaba concursando como pretexto para poder ir a conocer la estación de cerca, cuando logró conocer una estación  a sus 13 o 14 años, se llevó por sorpresa que no era como él lo imaginaba, pues él creía que detrás del micrófono se encontraba un locutor alto, rubio, bonito y con traje, para su sorpresa se encontró con un hombre panzoncito, no muy guapo y pequeño, pero en vez de decepcionarse se sorprendió más pues esto lo llevó a pensar: “’¡No puede ser que de aquí salga algo tan bonito, lo que se oye afuera!’”, y desde entonces no abandonó su sueño de trabajar en la radio.

4.- Creció bajo la influencia de los hippies:

A mitad de los años sesenta, Homero regresó a Estados Unidos, a San Francisco, California, y en ese momento la ciudad pasaba por una efervescencia cultural y artística que emanaba en todo el mundo, y aunque él no era hippie, creció bajo su influencia, había libertad de expresión, la gente quería ser más libre para el sexo, para el amor: era la época del “peace & love” de los hippies.

5.- Estudió electrónica y radio comunicación:

Cuando estaba en la high school, además de sus materias obligatorias podía optar por otras 3 que quisiera como vocación y él eligió electrónica y radio comunicación en donde aprendió cómo se construyen los transistores, watts, voltios; esa clase duraba tres horas y la tomó durante tres años. Esa educación le sirvió posteriormente para la radio.

6.- Dejó la universidad por su pasión por la radio:

En 1972, ingresó a la universidad de San Francisco, la cual dejó por seguir sus sueños en la radio, ya que en marzo de ese mismo año consiguió su primer empleo en KBRG 105.3 FM, una emisora que transmitía durante las 24 horas en diferentes idiomas.

7.- En su primer empleo en la radio le pagaban 3 dólares la hora:

Homero ingresó al turno nocturno en la KBRG 105.3 FM, y ahí tuvo la oportunidad de experimentar. A sus 19 años comenzaron a pagarle 3 dólares la hora y él estaba encantado pues pensaba que era muy bonito que le pagaran por aprender. Entraba a trabajar poco antes de la media noche y salía hasta las 6 am, en donde aprovechó para poner en práctica lo aprendido en la escuela y experimentar: “Ahí hice experimentos, a veces le gustaban a la gente, a veces no tanto, pero me funcionó. Cuando me pusieron de día, yo ya tenía una agilidad muy buena, una gran concentración, y sobre todo tenía impregnado el sistema de radio que en ese entonces era el nuevo. Empecé a unir las canciones al terminar una canción, pegaba la otra como lo hacíamos en inglés en la escuela de locución, como se hacía en las estaciones americanas: ‘Acabas de escuchar a Los Ángeles Negros, y a continuación Estela Núñez en KBRG, 5:30’, y se oía más alegre, más dinámico”. Comparte Homero.

8.- 3 años después de entrar en la radio se convirtió en director de programación de la estación:

Cuando la KBRG se convirtió solamente al idioma español, lo invitaron a dirigir a los demás locutores, En 1982 renunció y se cambió a una estación nueva que estaba cerca en el cuadrante de FM, la estación KTOS, ubicada en un suburbio en la Bahía de San Francisco, donde inició como director de programación, sin embargo, KBRG vio declinar su suerte, abandonó sus siglas y Homero sugirió a sus empleadores que las solicitaran a la FCC. Ahí, en la nueva KBRG, cumpliría un nuevo ciclo de diez años. “Me dijeron: ‘Tú puedes dirigir la estación, los dueños no se van a meter en nada, tú la vas a hacer, te vas a traer a los locutores, las 24 horas las vas a hacer a tu estilo´”. A lo cual él aceptó encantado.

9.- Estuvo en la primera cadena de radio en español en Estado Unidos en transmitir vía satélite:

En 1992 colaboró con Amador Bustos para iniciar con Z-Spanish Network, que llegó a convertirse en una de las más grandes estaciones de radio en español en Estados Unidos y en la primera en transmitir vía satélite. La primera estación del grupo fue la KZSA en el 92.1 FM, también conocida como La Z.

10.- Comenzó su primera estación independiente vendiendo acciones a los locutores:

Amador Bustos y Salvador Homero se asociaron para iniciar su primera estación, se fueron a Sacramento para poner en marcha su idea, “Nos fuimos a dormir en el suelo en unos departamentos que rentamos para los locutores e iniciamos una estación chiquita; le pusimos La Z. Más adelante traje locutores de KBRG. No me podía traer los titulares porque ganaban mucho dinero y nosotros no teníamos tanto. A los part-timers les ofrecimos acciones de la compañía, veinte acciones a cada uno de los locutores. Cuando tuvimos nuestra primera cena de Navidad en La Z, Amador y yo les entregamos a cada uno un sobre con veinte acciones”. Comparte Salvador Homero.

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